Fabiola
Letelier
68 años. Hermana de Orlando Letelier.
Asesinado. Orlando
Letelier, ex ministro de Defensa y de
Asuntos Exteriores del Gobierno de
Salvador Allende, y Ronni Karpen, esposa
de su ayudante, fueron asesinados el 21
de septiembre de 1976 en Washington
mediante la explosión de un coche bomba.
La justicia norteamericana consiguió
reunir pruebas concluyentes contra el
general Manuel Contreras, ex jefe de la
DINA. La Corte Suprema se negó a
extraditarlo. Tras la dictadura,
Contreras y su principal subordinado
fueron juzgados y condenados a penas de
siete y seis años decárcel,
respectivamente. Por primera vez,
responsables intelectuales de las
matanzas eran encarcelados.
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Estaba atendiendo un caso
de un detenido-desaparecido cuando un compañero
me avisó de que Orlando había sido asesinado en
Washington. Orlando es un símbolo de las
violaciones de los derechos humanos en Chile. Fue
detenido el mismo 11 de septiembre y lo mandaron
a la isla de Dawson con otros dirigentes del
Gobierno de Allende. Estuvo allí un año. Once
países pidieron su liberación. Hablaba
perfectamente inglés y conocía a muchos
ministros y presidentes. La presión sobre
Pinochet fue muy grande. Finalmente, el alcalde
de Caracas lo llevó a Venezuela en septiembre de
1974. Salió sin documentos, como si fuera un
paquete. De regreso a Estados Unidos se
convirtió en un adversario terrible para
Pinochet. Habló ante una comisión del Senado
norteamericano que estableció que la CIA había
participado en el golpe. Evitó que algunos
países, como Holanda, concediesen préstamos
millonarios a Chile. El Gobierno chileno le
privó de la nacionalidad justo 20 días antes de
su asesinato y el de Ronni Karpen, el 21 de
septiembre de 1976. El Departamento de Justicia
destinó a la investigación, que duró dos
años, más de 100 agentes. Ya en 1978, Estados
Unidos pidió la extradición de Manuel
Contreras, jefe de la DINA, y de sus principales
colaboradores. Amenazaron a Chile con cortar las
relaciones diplomáticas si no entregaban a
Michael Townley, agente norteamericano a las
órdenes de Contreras. Fue entregado al FBI en
abril de 1978, pero la Corte Suprema denegó las
extradiciones de los chilenos en 1979. Decidí
presentarme como parte en la causa de mi hermano.
Durante 10 años evitamos el sobreseimiento del
caso. En 1990, ya durante el gobierno
democrático, presenté una querella en la que
fundamentaba que el crimen fue planificado en
Chile y llevado a cabo en Estados Unidos. El juez
de la Corte Suprema Adolfo Bañados realizó una
profunda investigación y acusó a Contreras y
Espinoza. Durante el juicio, Contreras reconoció
que fue director de la DINA, a la que
pertenecían 2.000 agentes y otros 50.000
confidentes. Era una estructura muy poderosa que
dependía de Pinochet. Bañados condenó a siete
y seis años a Contreras y Espinoza, penas muy
bajas teniendo en cuenta que se demostró su
participación, con los agravantes de
premeditación, alevosía y utilización de la
función pública. En marzo de 1995, la Corte
Suprema confirmó la sentencia por
unanimidad. |