Bánzer vence en las presidenciales bolivianas sin mayoría absoluta, según los sondeos
JUAN JESÚS AZNÁREZ ENVIADO ESPECIAL,
La Paz
«Son resultados preliminares pero confiables», dijo Bánzer, quien, consciente de su lastre como dictador, prometió un Gobierno fuerte y dedicado a los pobres respetando los derechos humanos y la Constitución. «Esta victoria es consecuencia de la credibilidad de nuestro compromiso electoral y de que el pueblo ha meditado y está seguro de que nosotros no lo vamos a engañar», manifestó. «En estos momentos existen el 52% de posibilidades de que el general sea el próximo presidente de la república», dijo el padre Eduardo Pérez, director de la encuesta. No se han proporcionado datos sobre el reparto de los 130 escaños de la Cámara de Diputados, pero en el determinante Senado, según ese cómputo a pie de urna, ADN consigue 11 de los 27 escaños disponibles; el MIR, cinco; UCS, tres; el MNR, dos, y CONDEPA otros dos.
«Pedí perdón»
«Vamos a pacificar el país a través del diálogo y de la concertación, porque no hay día en que no se anuncie un paro, un bloqueo», aseguró el general, 71 años, cuyo apoyo parlamentario llevó en 1989 a Jaime Paz a la presidencia. Descartó ceder los votos necesarios para la presidencia al segundo clasificado, «aunque todo dependerá de que ese segundo asegure el cumplimiento de nuestro compromiso electoral». Un primer análisis de los resultados confirma la dura pugna aún en curso por el segundo lugar, y la necesidad de abrir un diálogo entre los partidos que anoche rechazaban definirse a la espera del escrutinio oficial. ¿Y los derechos humanos?, le preguntaron al general en la emisora que adelantó su victoria. «Por supuesto que voy a respetarlos. He leído y releído un documento de la organización encargada de velar por los derechos humanos y yo estoy inmerso en ese respeto». Bánzer debió referirse de nuevo a la dictadura de 1971, a la que se atribuyen unos 70 muertos y otros tantos desaparecidos. «Actuamos con autoritarismo, lo reconozco, pero todo fue fruto de la conyuntura histórica», declaró a El PAÍS. «Cuando salí, el primero de junio de 1978, pedí perdón a todos los bolivianos que invonluntariamente lesioné o se sintieron ofendidos. Pero no puedo estar todos los días de rodillas, pidiendo perdón».
Pese a haberse despellejado en campaña con una violencia verbal sin precedentes, los principales candidatos se mostraron dispuestos a negociar su participación en un Gobierno de coalición, que quedará formado el seis de agosto. Ninguno de los diez aspirantes registró el 51% de los sufragios necesarios, y por tanto, decidirá el Parlamento. Poco antes de votar, Bánzer no descartaba aliarse con el golpeado y gubernamental Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), a cuyos dirigentes había llamado «traidores a la patria» por la modalidad elegida en la privatización de empresas públicas. «Estamos en el mismo modelo (de apertura económica), lo propusimos en 1985 y lo ejecutó el MNR desde entonces. Pero no queremos la concentración de la riqueza y que los pobres sean cada vez más pobres».
Todas las opciones están abiertas. Será determinante la ventaja entre Bánzer y sus perseguidores. En un país donde el voto es obligatorio, la mayoría de los tres millones de bolivianos con derecho a sufragio acudieron a los colegios con cierta apatía, a sabiendas de que el aparato de los partidos decidirá en última hora. La jornada comenzó con un acto público ante el edificio del Comité Nacional Electoral al que asistieron el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, y cinco candidatos a la jefatura del Gobierno. La chola (india) Remedio Loza, representando al populista Conciencia de Patria (CONDEPA), llegó media hora más tarde. «Mal empezamos a gobernar», se escuchó entre los invitados.
El electorado también reprocha. Leonor Vázquez, boliviana de a pie, dice que siempre que va a votar lo hace creyéndolo inútil porque «en nuestro país la democracia se define en el Parlamento. Se maneja a gusto de los políticos. Ellos, felices porque el dinero sale de nuestros bolsillos».
Excepto incidentes leves, como la explosión de un petardo en un colegio de la La Paz, las votaciones se efectuaron sin violencia porque el Gobierno y los sindicatos acordaron desconvocar las manifestaciones callejeras previstas para ayer en la capital y principales ciudades de este país andino de casi ocho millones de habitantes, casi el 70% en la pobreza.
Bolivia, con más de 160 golpes y contragolpes militares, celebró sus quintos comicios consecutivos en democracia. Eligió en ellos al presidente y vicepresidente de la República, por cinco años en lugar de cuatro, a 120 diputados con la inclusión de independientes, y 27 senadores. El paceño César Balda se entusiasma poco: « Lo único que pediría es respeto para el voto del triunfador. ».
La comadre que vence en La Paz
J. J. Á.
, La Paz
La comadre Remedios, 42 años, que ganó sobradamente en la Paz, había propuesto en campaña, sin entrar en detalles, la anulación de los contratos suscritos por el Gobierno con varias empresas privatizadas, reformar la Constitución, modificar la estructura de los poderes del Estado y volcarse con los más pobres.
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Cumpliendo las previsiones, el general Hugo Bánzer, dictador de Bolivia entre 1971 y 1978 y candidato de la conservadora Acción Democrática Nacional (ADN) a la presidencia de la nación, ganó ayer las elecciones generales celebradas en el país andino, según la encuesta a boca efectuada por el grupo radiofónico Fides 2001 en todos los distritos electorales. El general retirado, que ya acaricia en las urnas el cargo que ocupó por las armas, sumó el 25% de los votos.
Bánzer fue seguido en los resultados por el socialdemócrata Jaime Paz Zamora, líder de Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con el 17,5%. El empresario de origen croata Ivo Kuljis, de la Unidad Cívica Radical (UCR), obtuvo el 16,7%, y la indígena Remedio Loza, dirigente de Conciencia de Patria (CONDEPA), el 11,8% de los sufragios. Al no lograr el 51%, la victoria no le garantiza a Bánzer la jefatura del Gobierno, que deberá disputar al segundo clasificado, puesto todavía no asegurado por los tres aspirantes citados por la emisora. La presidencia recaerá en uno de los dos candidatos más votados, situación que obliga a una negociación en el Parlamento.
Hugo Bánzer, deposita su voto (AP).
Los indígenas de la Paz y El Alto votaron en masa por la comadre Remedios Loza que, de sombrero bombín y vestuario negro, visitó por la mañana la tumba del fundador de Conciencia de Patrias, Carlos Palenque, para recabar las instrucciones del difunto. «¿Cómo no vamos a venir a decirle: compadre ayúdanos?«. En una de las calles de la Paz, una chola madura atizó duro al castellano y al ejecutivo saliente. «Los partidos que están en el Gobierno, yo quisiera que no ganen pues nada han hecho por nosotros». Educada y cortés agregó: «Que dejen tranquila (sic) a los partidos que van a entrar, y que éstos estén traquilos también porque no quiero que haiga ningún bollo señor. Eso sería, gracias señor«.