Rodolfo Robles

"El Ejército presiona para acabar de una manera expeditiva con el comando del MRTA"

H ostigado, perseguido y encarcelado por el presidente Fujimori y sus adláteres, el general Rodolfo Robles personaliza la lucha por la democracia en Perú, sin intervención ni tutelas del poder militar. No descarta "una medida de fuerza" en la sede diplomática japonesa porque, a su entender, el sector duro del Ejército "presiona para acabar de una manera expeditiva con el comando del MRTA".
--¿Por qué su detención tuvo tanta repercusión?
--Porque se produjo de forma anormal y arbitraria. Se trató de un secuestro, se violaron todas las normas. Caló tanto en el pueblo porque yo había denunciado los crímenes de Estado, identifiqué al grupo Colina, por lo que tuve que ir al exilio. Colina es un grupo paramilitar enquistado en el servicio de inteligencia del Ejército, responsable de ejecuciones extrajudiciales y que materializa el terrorismo de Estado. Siendo general de División en activo, tercero en la línea de mando del Ejército, en mayo de 1993 denuncié sus crímenes. Dije que lo dirigían de manera compartida el general Hermoza, jefe de las fuerzas armadas, y Vladimiro Montesinos, principal asesor de Fujimori y responsable de los servicios de inteligencia. Al volver del exilio tomé una posición muy crítica sobre el autoritarismo de Fujimori y sigo denunciando la violación de los derechos humanos. Si concatenamos todos los crímenes de Colina veríamos que son crímenes de obediencia. Tienen un papel específico en la política del Gobierno. Mis denuncias desbarataron una herramienta poderosa que tenían para eliminar todo obstáculo político.
--¿Cómo explica que Montesinos, que fue expulsado del Ejército por traición y está acusado de narcotrá fico, sea el principal asesor de Fujimori?
--Acá se ha instaurado un triunvirato entre Fujimori, Montesinos y Hermoza. Los tres usufructan el poder. Fujimori le da una cara pseudodemocrática porque hace elecciones, el general Hermoza le pone la fuerza militar y sostiene al Gobierno, y Montesinos hace los trabajos sucios en cuanto a coacción, chantaje, persecución de los demócratas y dirige Colina. Al dedicarse a hostigar a los demócratas descuidó la misión de auténtica inteligencia, y así el MRTA pudo ejecutar sin problemas el asalto a la sede diplomática. Una mesa de tres patas sostiene todo el edificio fujimorista. Se quiebra una y todo se viene abajo. Fujimori, Hermoza y Montesinos son socios para usurpar el poder.
--¿Fujimori es capaz de ceder algo al MRTA?
--No hay antecedentes de que Fujimori haya cedido nada, pero este caso es muy especial. Cuando sólo afectaba a peruanos, jamás cedía y mantenía su autoritarismo. Es muy difícil que pueda ordenar un asalto, pero tampoco lo descarto de forma absoluta. Es posible que los duros del Ejército recomienden que se opte por la fuerza, creyendo que sería una operación poco costosa. Pero el prestigio del Estado está ya muy mellado y si se derrama sangre el coste sería muy caro para Fujimori y para el país.
--¿Fujimori está más cerca de la dictadura o de la democracia?
--En Perú hay una dictadura disfrazada, una autocracia. No hay democracia efectiva sin separación de poderes ni fiscalización. Todos los poderes están sometidos al Ejecutivo. La popularidad y prestigio de Fujimori se basaba en mentiras, y al final la gente se dio cuenta. La primera gran mentira es que el terrorismo se había acabado. Con estadísticas manipuladas montaron la mentira del gran desarrollo económico de Perú. El beneficio no llega hasta las capas de abajo, en las que aumenta el desempleo, la pobreza extrema, la tuberculosis, la delincuencia. ¿De qué prosperidad estamos hablando? ¿Qué clase de tigres asiáticos somos si la mayoría pasa hambre? Sólo se beneficia un grupo de amigos de Fujimori que succionan al erario nacional.
--Se habla de que usted podría agru par a toda la oposi ción a Fujimori en una eventual ca rrerapresidencial
--No estoy en la línea de pensar que un caudillo deba reemplazar a otro caudillo. Estoy en una lucha democrática para buscar un liderazgo institucional. No hay que esperar que un mesías reemplace con un chispazo a otro caudillo. Así no cambiaríamos la historia del Perú y seguiríamos en ese péndulo entre caudillo y caudillo, que causa el subdesarrollo de nuestro país.