Martes 1 de octubre de 1996

El Ejército repone también en Ceuta la alambrada de la frontera

CHEMA LIZARRALDE, Ceuta

Soldados de Infantería instalan la alambrada
en la frontera de Melilla con Marruecos (Efe).
Efectivos del Tercio de la Legión y del Cuerpo de Regulares han comenzado el pasado fin de semana a reponer la antigua alambrada que separa Ceuta de Marruecos, cerca de ocho escarpados kilómetros, en una operación similar a la que se está efectuando en Melilla para tratar de controlar la inmigración ilegal.

La Delegación del Gobierno en Ceuta ha explicado que no se trata de instalar una nueva alambrada, sino de reparar la anterior. Buena parte del alambre tiene apenas un año, puesto que fue instalado tras los incidentes que se registraron el pasado 11 de octubre. Sin embargo, la teórica impermeabilización fronteriza y la presencia de la Guardia Civil no han logrado su objetivo: desde entonces, el número de los inmigrantes asentados en Ceuta a la espera de dar el salto a la Península ha pasado de 300 a casi 550.

La renovación de la alambrada supone la continua presencia de efectivos militares en la frontera. Sin embargo, tanto la Delegación del Gobierno como la Comandancia General han desmentido que exista un plan para que sean miembros de las Fuerzas Armadas quienes se hagan cargo de la vigilancia de la línea separatoria.

Mientras tanto, prosigue su trabajo la comisión del Ministerio del Interior que se ha desplazado a Ceuta para realizar entrevistas personalizadas a los inmigrantes del campamento de Calamocarro. Las mismas, en las que se intenta determinar la nacionalidad de cada persona, podrían ser incluso el paso previo para una nueva operación de deportación masiva como la realizada en junio en Melilla.

Aunque ese extremo es descartado por la Delegación del Gobierno, el diputado por Ceuta Francisco Antonio González Pérez, afirmó que «en semanas se adoptarían medidas coyunturales y estructurales» que acabarían con el problema de la inmigración en la ciudad.

Denuncia en Melilla

Por otra parte, el presidente de la Asociación pro Derechos Humanos de Melilla, José Alonso, se mostró ayer más preocupado por el hecho de que haya en la localidad 200 inmigrantes «pasando hambre a diario y, por tanto, mendigando por las calles» que por el hecho de que se esté levantando una alambrada, informa Servimedia.

Según Alonso, ha «desaparecido» una cantidad de dinero de la partida que el Ayuntamiento, que tiene a esas personas en dos centros municipales, ha previsto para su manutención. «El Ayuntamiento», dijo, tiene dinero suficiente para mantenerlas y, sin embargo, no se sabe a qué lo ha destinado o dónde lo ha echado. Hemos pedido públicamente explicaciones y no sabemos nada».

Fuentes municipales calificaron de «absolutamente incierto» lo denunciado por la citada asociación y afirmaron que, aunque los centros sólo tienen capacidad para 70 personas, no para las 200 que acogen en la actualidad, todas ellas están recibiendo diariamente la debida alimentación y la necesaria atención médica.

Entretanto, la Guardia Civil detuvo en la aduana del puerto de Algeciras (Cádiz) a doce inmigrantes ilegales marroquíes que estaban ocultos en el interior de una furgoneta, cuyo conductor también fue arrestado por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores.

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