Capítulo Preliminar (página 22 de 28)

 
Adaptación de: ROD USHER, TIME, NOVEMBER 17,1997 SIGUIENDO UN SUEÑO
Muchos creyeron que era un sueño digno de Don Quijote, pero la democracia moderna está arrastrando los rincones oscuros de la vieja España
VOCABULARIO Y EXPRESIONES
[1] EL RELATO MAS FAMOSO QUE SE HA escrito en España habla de un hombre delgado, de unos cincuenta años, un soltero algo excéntrico que tenía un caballo decrépito y un perro de caza y a quién le gustaba mucho cazar. Un día, después de haber leído demasiados libros de caballería, decidió convertirse en caballero para arreglar los entuertos de este mundo. Don Quijote no hubiese llegado muy lejos en estos tiempos, intentando sortear a policías, personal sanitario o asistentes sociales, pero el personaje creado por Miguel de Cervantes cabalgó por situaciones excitantes y divertidas. La más conocida es su enfrentamiento con los molinos de viento, que él pensó eran gigantes desconocidos. Bajando su lanza, hincó las espuelas a su caballo Rocinante y se lanzó contra ellos, regalando al mundo una expresión muy gráfica para describir la lucha contra toda posibilidad: un torneo contra molinos de viento.

[2] El quijotismo necesita más capacidad para soñar que para razonar, pero a veces la suerte ayuda, y lo imposible sucede. Esto ha ocurrido en el país del héroe de Cervantes: España ha ganado la jugada, pasando de la dictadura a la democracia sin derramar sangre. En Madrid, hoy, 450 años después de que Cervantes naciera, una estatua de bronce del autor se erige justo delante de las puertas de un Congreso Nacional de Diputados elegidos por voto popular.

[3] Si hoy cabalgase por los caminos de España, Don Quijote,  se rascaría asombrado la barbilla al contemplar molinos de viento mucho más grandes que los desconocidos contra los que él arremetió. Se espera que las hojas de los pulidos generadores eólicos esparcidos por España generen la electricidad necesaria para el 10% de la población para fines del próximo año. Aparte de ejemplos como este de nuevas tecnologías, se encontraría con una sociedad que, después de siglos de conquistar y ser conquistados, de ser gobernados por reyes, republicanos y dictadores, está firmemente anclada dentro de una unión de modernas democracias europeas.

[4] Es cierto que el hombre de la Mancha encontraría, también, algunas cosas incongruentes. Podría asombrarse de un pueblo supervisado por un rey que fue elegido por un dictador y que ha debido saltarse a su propio padre en la línea sucesoria de un trono restaurado, un rey que, sin embargo, es probablemente el personaje público más popular del país, cabeza de una familia real modelo y alejada del escándalo. Y, probando que siempre la democracia persigue inútilmente lograr una utopía, Don Quijote vería que en un banco al lado de la estatua de su creador una viejecita duerme por la noche, con todo lo que tiene en el mundo metido en un montón de bolsas de la compra. A la misma distancia que separa a la mujer dormida en el banco del Congreso de Diputados, se encuentra el Hotel Palace, donde un sencillo caballero no podría pagar las 500.000 pesetas por noche de la suite más cara.

[5] Sin embargo esta perspectiva de la España moderna no la habría podido ver el entrañable y desorientado hidalgo, si hubiese reaparecido poco más de veinte años atrás. En aquellos días, una mujer casada no podía abrir una cuenta corriente en su propio nombre; la política se comentaba en susurros, y un miembro de la Guardia Civil con el tricornio en la cabeza podía ordenar a un barcelonés hablando catalán que "¡hablase en cristiano!" El no obedecer esta orden le podía llevar al catalán a la cárcel. Los rescoldos de la guerra civil que asoló España de 1936 a 1939 no se apagaron de verdad hasta noviembre de 1975, cuando lo que parecía el dominio interminable del vencedor, el General Francisco Franco, terminó con su muerte.
 

[6] El que España haya recorrido un camino tan largo desde entonces, le parece extraordinario a todo el mundo excepto a los propios españoles. El director de cine Carlos Saura, asentado en Madrid, quien el año antes de la muerte de Franco ganó el premio al mejor director en el festival de Cannes con La prima Angélica, piensa que la generación que es responsable por el cambio "no es nunca la que aprecia lo lejos que se ha llegado." [...]

[7] El Presidente del Gobierno, José María Aznar, está de acuerdo en que los españoles "somos muy críticos con nosotros mismos," pero el propio hecho de que Aznar consiguiese el poder el año pasado fue prueba de la solidez del sistema que se ha conseguido. Su gobierno es el primero de un partido de derechas desde la transición. El cambio de partido político después del largo liderazgo socialista se hizo sin chirridos, como en cualquier democracia, sin importar que la etiqueta "la derecha" sigue evocando ecos de la dictadura para muchos españoles de cierta edad.

[8] Mientras España se reinventaba a si misma políticamente, también ha cambiado su forma de hacer negocios. De una economía rígidamente centralizada en Madrid y cerrada, se ha pasado a una economía abierta, regional, volcada hacia el exterior, en la que, cada vez más, se eliminan las barreras, y, en la actualidad, en un auge espectacular. España tiene, sin duda, industrias de gran calibre y ocupa, por ejemplo, el cuarto lugar en el ranking europeo de fabricantes de coches. Pero el éxito empresarial español reside, sobre todo, en las PYMES, las pequeñas y medianas empresas. Muchas de éstas se encuentran en la industria número uno del país, el turismo, sector que ve cada año como el número de visitantes es mayor que los 39 millones que habitan España.

[9] Un claro indicador del impulso que empuja el crecimiento económico, es que los españoles, una vez más, han empezado la conquista de Latinoamérica, esta vez cambiando la armadura por trajes de Armani. Hacen negocios con los brasileños, los argentinos y los chilenos, y sintiéndose como "Pedro por su casa," bien a gusto. Esta frase la usa Juan Villalonga, presidente de la multinacional española más grande, Telefónica, quien dice que incluso antes de la crisis de los "tigres" asiáticos Latinoamérica era un mercado mucho más atractivo. [...]

[10] Los cambios sociales y culturales también le han transformado la cara a España. El catolicismo que, en un tiempo impregnaba el arte, la literatura y la vida cotidiana, ha cedido terreno, desde la desaparición de Franco, quien, a las puertas de la muerte., se aferraba en su lecho de muerte a reliquias de santos mientras los médicos luchaban por su vida. Según datos de una encuesta el 72% de los españoles se definen como católicos, practicantes o no, pero sólo una cuarta parte de ellos aceptan la infalibilidad del Papa, y menos de la tercera parte creen -que el demonio existe.

[11] El proceso de secularización se evidencia, también, de otras maneras. En 1979, el Centro de Investigaciones Sociológicas calculó que el 60% de los españoles estaban contra la legalización del aborto, quince años más tarde, un porcentaje ligeramente más alto estaba a favor. El Instituto Nacional de Estadística dio la cifra de 33.104 divorcios en 1995, un incremento de un tercio sobre la cifra de 1990, y España comparte en la actualidad con Italia la tasa de natalidad más baja de Europa.

[12] Desde otro ángulo, desde la calle, España es también un país nuevo. Sus ciudades, aún manteniendo mucha de su belleza arquitectónica y ambiente de tertulia en los cafés, son cada vez más prisioneras de cemento y ruidosas. El boom de la economía supondrá un récord de un millón de coches nuevos vendidos este año, pero la modernización de la flota nacional no ha ayudado a reducir la terrorífica tasa de accidentes. En el mes álgido del período vacacional, agosto, 489 personas murieron en las carreteras, 72 más que en el mismo mes del año pasado.

[13] Millones de turistas, motocicletas sin silenciador y la inclinación de los latinos a tocar la bocina en cuanto el tráfico se detiene un momento, hacen peligroso el nivel de ruido en muchas ciudades. Los resultados de una investigación demuestran que más de la mitad de las fachadas de los edificios de viviendas españoles reciben durante el día un nivel de decibelios por encima del límite aconsejado por la Organización Mundial de la Salud, y casi las tres cuartas partes de esa cifra superan también el nivel nocturno recomendado. [...]

[14] Algunas cosas cambian despacio, y los españoles se resisten, más que otros europeos, a internar en residencias a los miembros de la familia ancianos o discapacitados. Los jóvenes siguen viviendo en casa de los padres durante mucho más tiempo que los jóvenes del norte de Europa. Pero no está claro sí esto último no sé debe más a razones de tipo económico que a los fuertes lazos de unión familiar. [...]

[15] Nadie se pone de acuerdo en la forma de contabilizar a los parados. Una cifra se basa en la EPA (Encuesta de Población Activa), una encuesta periódica en 60.000 hogares. Indica que el paro alcanza el 20%. Otra cifra se basa en las personas que se registran en el Instituto Nacional de Empleo. Basada en estos datos la tasa de paro es de 13%. La diferencia, en términos de desgarro social, es enorme: la encuesta da una cifra de más de tres millones de parados; el registro del Instituto Nacional de Estadística dice que en la actualidad la cifra es de dos millones.

[16] Sea la cifra una u otra, Joaquín Almunia, líder del Partido Socialista en la oposición, dice que es una barbaridad. "El nivel de empleo para hombres mayores de 30 años es comparable al de otros países equiparables," dice Almunia, "pero si bien el nivel de desempleo de las mujeres baja paulatinamente, la situación es realmente grave para los jóvenes." [...]

[17]La otra piedra en el zapato con el que camina España es el terrorismo. El grupo separatista vasco ETA ha bombardeado, disparado y secuestrado durante décadas, aceptando la responsabilidad de muchísimos asesinatos y de un número aún mayor de personas mutiladas. En ciudades vascas como Bilbao y San Sebastián, los jóvenes patrocinados por ETA, a menudo pasan las noches tirando cócteles molotov a las oficinas de partidos políticos, bibliotecas, cabinas telefónicas, cajeros automáticos, y contra la policía que intenta detenerles.

[18]El rechazo general al terrorismo se demostró en julio cuando, según cifras de la policía, cerca de seis millones de españoles salieron a las calles cuando ETA asesinó al joven concejal vasco, Miguel Angel Blanco. [...]. El Presidente Aznar comenta que , "No aceptaré nunca que se puedan conseguir ventajas políticas con la violencia". Esta postura está respaldada por los principales partidos políticos, pero deja la solución del terrorismo en manos de las fuerzas de seguridad. Aunque salpicadas de barro por la pasada "guerra sucia" contra ETA, las fuerzas de seguridad han conseguido algunos éxitos contra el grupo este año. Sin embargo, las fuerzas de seguridad por si mismas no parece que puedan triunfar contra el terrorismo en España, como no pueden en Israel, Argelia o Irlanda del Norte.
 

[19] Pero, a pesar las costumbres atávicas de los españoles, es evidente que la viaja e introvertida España, aislada del resto de Europa y del mundo durante gran parte de este siglo, ha muerto. Aunque todavía aprende los caminos de la democracia, España exporta, actualmente, algunas de sus doctrinas. El secretario de la OTAN es español. También lo son el presidente del Parlamento Europeo y el director general de la UNESCO. La España volcada al exterior puede también enorgullecerse de que dos tercios de los Tres Tenores son españoles, como lo son algunos de los mejores corredores de fondo, ciclistas, tenistas, más un considerable número de bailarines y escritores famosos. ...
 

  • relato: cuento, historia
  • decrépito: muy, muy viejo y en mal estado
  • entuerto: injusticia
  • sortear: evitar o pelear con
  • cabalgar: montar a caballo
  • hincar las espuelas: picar a una caballo para que camine o corra
  • sin derramar sangre: sin violencia y muertos
  • erigirse: encontrarse, levantarse
  • rascarse: frotarse
  • arremeter: luchar
  • generador eólico: tipo de molino de viento que produce energía
  • esparcido: spread out
  • anclado: sujetado firmemente
  • asombrarse: estar sorprendido o admirar
  • perseguir: buscar, intentar conseguir o alcanzar algo
  • banco: lugar para sentarse en los parques públicos
  • viejecita: diminutivo cariñoso de "vieja", una mujer con muchos años
  • cuenta corriente: checking account
  • en susurros: whispering
  • tricornio: sombrero típico de la Guardia Civil [picture]
  • rescoldo: residuo, resto que queda de un sentimiento, pasión o afecto
  • asolar: destruir, arruinar
  • asentado: que vive
  • de derechas: conservador
  • chirridos: problemas
  • evocar: recordar
  • volcado: orientado
  • auge: punto o momento más alto
  • de gran calibre: importantes

 
 
  • armadura: conjunto de piezas de hierro con que se vestían para su defensa los que habían de combatir
  • como Pedro por su casa: como en casa
  • multinacional: corporación
  • impregnar: llenar, dominar
  • ceder terreno: retroceder
  • aferrarse: agarrarse, coger fuertemente
  • lecho de muerte: cama en la que una persona agoniza
  • infalibilidad: calidad de no equivocarse
  • secularización: abandono de los valores religiosos
  • incremento: aumento
  • un tercio: una tercera parte
  • tertulia: charla informal con intercambio de opiniones
  • terrorífica: terrible
  • álgido: crítico
  • motocicletas: populares motos pequeñas pero muy ruidosas
  • silenciador: muffler
  • fachada: parte exterior de una casa
  • ancianos: viejos
  • discapacitados: con problemas físicos o mentales
  • lazos: vínculos, relaciones
  • parados: desempleados
  • paro: desempleo
  • encuesta: survey
  • barbaridad: algo exagerado y excesivo
  • grave: serio
  • piedra en el zapato: obstáculo, problema
  • patrocinados: apoyados, financiados
  • tirar: lanzar, arrojar
  • rechazo: rejection
  • respaldar: apoyar, estar de acuerdo
  • las fuerzas de seguridad: la policía

 
  • atávicas: viejas, antiguas
  • volcada: orientada con entusiasmo
  • enorgullecerse: estar orgulloso

 
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