Miami, nueva capital española

La ciudad que abre las puertas al mercado hispanohablante atrae a 261 empresas


Miami se ha convertido en un imán, al menos para las empresas españolas que han elegido esta ciudad de EE UU para establecer la base de lanzamiento hacia el mercado hispanohablante, de Estados Unidos y de América Latina. Hoy son 261 empresas de todo tipo las que tienen puesto un pie en la ciudad, de la que exaltan sus buenas comunicaciones, su bajo coste y ese ambiente latino que lo impregna todo.


ROSA TOWNSEND
El desembarco masivo de empresas con bandera española en Miami en los últimos cuatro años han convertido a esta ciudad del estado de Florida (EE UU) en otra capital española. Como si se tratara de la fiebre del oro, han ido llegando compañías de diversos sectores hasta un total de 231, a las que hay que sumar al menos otras 30 que están a punto de poner un pie en la denominada Capital de las Américas. Antes se la relacionaba sólo con el mundo de la farándula y el entretenimiento pero ahora es inequívocamente el centro para hacer negocios en América Latina y Estados Unidos, y los empresarios españoles no han perdido el tiempo para posicionarse en la conquista de ese potencial mercado de 735 millones de personas.
 
 

Los ejecutivos al timón de la avanzadilla coinciden en los motivos que les impulsaron a saltar el Atlántico. La privilegiada ubicación y las buenas comunicaciones que hacen de Miami el cruce de caminos entre América del Norte y del Sur, a una razonable distancia de Europa, con cientos de vuelos directos todos los días a puntos clave de ambos continentes. Un aeropuerto que es el primero en carga de EE UU y un puerto que es también el número uno en mercancías a América Latina, facilitan el puente comercial.
 
 

Puerto natural
 
 

"Tres razones que pesaron para venir aquí son que es un puerto natural entre Europa y EE UU, hay un gran consumo de cerámica y es un buen punto de conexión con América Central y Sudamérica. Además hay mucha clientela de esos países que pasa por Miami", dice Enrique Berenguer, director general en Florida de Porcelanosa, que inauguró el pasado noviembre una tienda-exposición y almacén de 6.500 metros cuadrados. Las ventas del primer ejercicio rondan los 10 millones de dólares (1.800 millones de pesetas) y proyectan un aumento del 25% anual en el próximo lustro.
 
 

Pero hay otros factores que han contribuido a la ola de inversiones españolas, como las grandes ventajas impositivas de Florida, la facilidad para constituir una sociedad (incluso en un sólo día), la comodidad de hacer negocios en lengua castellana, la infraestructura financiera y de servicios profesionales y una legislación laboral muy favorable al empresariado. Y por otra parte, los bajos costos operacionales y el alto pero asequible nivel de vida (Nueva York es un 132% más caro y las empresas pagan el triple de impuestos y Los Angeles es un 11% más caro y los gravámenes corporativos se duplican).
 
 

"Ha habido un crecimiento exponencial y es un proceso que se retroalimenta, cuantas más empresas vienen más arrastran", afirma Joaquín de la Herrán, consejero comercial de España en Miami que desde 1996 ha promocionado las empresas nacionales. "He tratado de que se nos dejara de conocer como un país turístico con buena gastronomía y más como lo que en realidad somos, la décima economía mundial".
 
 

Hoy la comunidad de negocios española en Miami tiene visibilidad y prestigio, y las autoridades locales le tienden una alfombra roja. "Estamos muy complacidos y orgullosos de que vengan tantas y tan prestigiosas empresas españolas, esperamos que sigan viniendo y vamos a seguir cooperando para que así sea", señala el alcalde de Miami, Joe Carollo.
 
 

Hay casos como Terra Networks que se han beneficiado enormemente de los incentivos fiscales para la creación de empleo. Según documentos a los que ha tenido acceso EL PAIS, el Gobierno municipal del condado de Miami-Dade le ha concedido un paquete de incentivos por valor de medio millón de dólares (unos 90 millones de pesetas). A cambio, el portal de Internet del grupo Telefónica se ha comprometido a realizar una inversión de capital de 31 millones de dólares (cerca de 5.600 millones de pesetas), a ampliar sus oficinas en 7.620 metros cuadrados y a crear 129 puestos de trabajo con un salario promedio de 45.000 dólares al año (más de 8 millones de pesetas).
 
 

En opinión de Mario Sacasa, vicepresidente de desarrollo internacional de The Beacon Council, que es el organismo local para el fomento de las inversiones, la decisión de Telefónica de montar un centro corporativo en Miami (Telefónica Media, Terra, Atento y B2B) inspiró confianza entre los inversores españoles que contemplaban la apertura de nuevos mercados en América. Lo lógico, precisa Sacasa, es que si una empresa que es buque insignia de un país y puede asentarse en cualquier parte del mundo elige Miami lo haga porque es un territorio seguro y próspero para hacer negocios. "Nuestra estrategia es atraer a los líderes, porque sabemos que detrás de ellos vendrán más".
 
 

Y así ha sido. Los primeros en aterrizar fueron Iberia y bancos como el BSCH y el BBVA. Iberia trasladó sus oficinas corporativas a Miami en 1992 y es la única aerolínea europea que tiene en EE UU un "hub", un centro de distribución de aviones, donde mantienen su propia flota. "Eso nos ha convertido en líderes entre Europa y Centroamérica", afirma Felix García-Viejobueno, director de ventas internacionales. De Miami salen a las capitales centroamericanas cuatro vuelos cinco días a la semana y otros siete los dos restantes.
 
 

El auge de la banca ha sido notable. Según datos de la Reserva Federal, la autoridad de control bancario de Estados Unidos, el BSCH es el primer banco en depósitos extranjeros en el sur de Florida, con más de 1.700 millones de dólares (unos 310.000 millones de pesetas) en depósitos de América Latina. "Desde Miami desarrollamos nuestra estrategia de negocio para América Latina, y damos apoyo a las operaciones del grupo como líder de la región", explica Fernando Pérez-Hickman, director general de banca privada internacional del BSCH en Estados Unidos. Su principal competidor, el BBVA, ocupa el cuarto puesto entre las 40 entidades internacionales en Miami, con depósitos superiores a los 800 millones de dólares (unos 145.000 millones de pesetas).
 
 

En los últimos cuatro años les han seguido los pasos más de un centenar de empresas grandes, medianas y pequeñas, entre ellas Unión Fenosa, Seguros Mapfre, Media Planning, Lácteos Pascual, Pescanova o Bancaja, que han montado en Miami su cuartel general.
 
 

Todas son historias de éxito. Mapfre por ejemplo, se ha convertido en uno de los brokers más grandes del sur de Florida. Vende 20 millones de dólares anuales (3.600 millones de pesetas) en primas de seguro directo y 70 millones (12.600 millones de pesetas) en brokering (correduría), resalta el abogado de la empresa, Pedro Freyre. Mapfre cuenta con cuatro ramas de negocio: seguros directos y de coches, en asociación con la norteamericana Amstar; todo tipo de seguros mediante su participación en la empresa Head Beckham- Amerinsurance; asistencia en viajes; y hace un año lanzó una división de "international brokerage" dirigida al seguro de negocios en América Latina.
 
 

Otras empresas, como Prisa --editora de EL PAIS-- mantienen la sede corporativa en Nueva York, pero han establecido en Miami las divisiones de radio (Grupo Latino de Radiodifusión), editorial (Santillana) y música (Muxxic Latina, sello creado tras comprar Prisa un 75% de Universal), dirigidas al mercado hispano de Estados Unidos y a América Latina.
 
 

Jaime Polanco, director general de Prisa Incorporated, subraya que "la gran apuesta desde Miami es intentar crear un grupo multimedia capaz de liderar en diferentes campos en español y portugués en Latinoamérica y Estados Unidos, especialmente en los mundos de la educación, la música y la radio".
 
 

Sólo en Estados Unidos, las ventas de Santillana Publishing alcanzarán este año los 10 millones de dólares (1.800 millones de pesetas), entre libros de texto y literatura, explica su director, Manuel Sabido. Santillana lleva 28 años en Estados Unidos, pero en 1995 trasladó sus operaciones a Miami para abarcar también desde allí los mercados de Puerto Rico y Brasil.
 
 

El mercado hispano de Estados Unidos crecerá a casi 40 millones de personas en los próximos tres años, un 11% de las cuales tendrán un poder adquisitivo de 50.000 dólares anuales (9 millones de pesetas), y fundamentalmente van a consumir ocio. El Grupo Latino de Radiodifusión (GLR) tratará de "captar ese sector de la población", señala su presidente José Manuel Martínez. GLR, fundado al 50% con Radio Caracol de Colombia, se estableció en enero en Miami con miras a la expansión hacia todo el continente hispanohablante. Además de la emisora que posee en Miami, ya ha adquirido tres frecuencias en Costa Rica con cobertura nacional.
 
 

Para Martínez, como para la mayoría de los directivos españoles, Miami es como un portaviones en el que tienen la base corporativa y familiar, y al que van y vienen durante los viajes de negocios por el continente. En algunos casos, como el de Unión Fenosa, incluso han puesto las oficinas al lado del aeropuerto para no perder tiempo en desplazamientos cuando tienen que "pillar" un avión, explica José Pavón, director de recursos de área.Gabriel Pascual, vicepresidente de Pascual Dairy Incorporate pasa dos semanas al mes viajando por el Caribe y Centroamérica para distribuir sus productos lácteos.
 
 

Unión Fenosa constituyó su filial en Miami en 1997 con planes ambiciosos. Desde aquí coordina las inversiones en Guatemala, México, Panamá, Santo Domingo y Costa Rica, así como su consultora de ingeniería en Chicago. Ha comprado varias distribuidoras y plantas de energía eléctrica, participa en 12 aeropuertos en México, y en Costa Rica van a construir una central hidroeléctrica. "La meta es seguir invirtiendo en Centroamérica y en Estados Unidos, desarrollar servicios de consultoría, ingeniería e implantación de sistemas informáticos y abrir una fábrica de software", asegura José Pavón.
 
 

El sector empresarial español ha descubierto el dinamismo económico de Miami cuando ya la ciudad estaba consolidada como el principal centro financiero y de negocios para América Latina. Allí han trasladado sus divisiones corporativas para esa zona más de 150 empresas estadounidenses y otras multinacionales. Recientemente lo han hecho la alemana Mercedes Benz, la estadounidense IBM y la sueca Ericsson.
 
 

Donn Atkins, director general de IBM para América Latina, asegura que ha sido "una gran decisión trasladar su sede de Nueva York a Coral Gables. Lo confirmo cada vez que hablo con otros ejecutivos, el clima empresarial en Miami es espectacular".
 
 

Nueva York sin embargo no ejerce ni una séptima parte del atractivo para los empresarios españoles. El número de filiales apenas sobrepasa la treintena, en su mayoría de los sectores de ropa, joyería y alimentación, exceptuando los bancos. "Las empresas que se establecen en Nueva York se dirigen más al mercado doméstico estadounidense, mientras que las de Miami se dirigen al mercado hispano de Estados Unidos y a América Latina", apunta Vicente Orts, director del departamento de inversiones extranjeras de la Oficina Comercial de España en Nueva York.
 
 

Pero el magnetismo de Miami trasciende al aspecto puramente de negocios y ha tomado un giro político. Desde hace dos años es sede de las negociaciones del ALCA (Acuerdo para Libre Comercio de las Américas) que prevé un área de Libre Comercio en el continente para el año 2005. Entre los delegados de todos los países ya se empieza hablar de Miami como la Bruselas de las Américas. Y no hay conferencia o convención continental importante que no se celebre en Miami. En 1998, el último año de que se disponen datos, los participantes en conferencias ocuparon 2.342.000 habitaciones de hotel y se gastaron 10 millones de dólares (estas cifras no incluyen 9,8 millones de turistas).
 
 

El trasiego continuo de gentes se traduce en una fuente de contactos y oportunidades de negocio. Tanto los que vienen de paso por razones de trabajo como los que lo hacen escapando de la incertidumbre política y económica (sólo en el último año llegaron unos 50.000 latinoamericanos, la mayoría de alto poder adquisitivo), no se sienten extranjeros en una ciudad en la que casi un millón y medio de sus habitantes es de origen hispano. En ese entorno, la presencia de más de 20.000 españoles se está empezando a sentir a pasos agigantados.
 
 

Joaquín Roy, un catedrático catalán de Relaciones Internacionales de la Universidad de Miami que lleva 24 años observando las transformaciones sociales, políticas y económicas de la ciudad opina que la razón principal de que las empresas españolas se afinquen en Miami "es la afinidad cultural y la inestabilidad para hacer negocios en otros países".

La gastronomía como bandera comercial
La mayor parte de las empresas españolas instaladas en Miami son restaurantes o firmas de alimentación
R. T.
Los restaurantes y los productos de alimentación y vinos, presentes en casi todos los supermercados de Miami, son el principal escaparate de España en Miami. "Somos un poco los embajadores de la hospitalidad española", afirma Emilio López, propietario de Botín. Este restaurante abrió hace dos años y ha logrado atraer a una nutrida y diversa clientela. Después de considerar instalarse en Nueva York, López se decantó por Miami por la población hispana, la creciente comunidad española y la cada vez mayor admiración que despierta España en este rincón de EE UU. Otros restauradores se han aventurado a poner su ancla en este puerto y el negocio les va a toda vela, como Diego's, La Dorada, Spanish Gourmet, Macarena, Casa Panza, El Quijote o Mesón Rioja. Diego Lozano, propietario de Diego's, abrió en 1994 el primer restaurante y hace meses puso otro de tapas en pleno corazón turístico. Aunque no da abasto, se ha embarcado en un ambicioso proyecto para montar un tercero en Disney World.
 
 

El paladar de EEUU hace años que degusta vinos españoles, y aunque es un mercado copado por marcas tradicionales, las nuevas denominaciones tienen buena acogida. Una prueba es Torre Oria, que desde Miami vende al resto del país y a América Latina. Florián Tomás, representante de esta marca valenciana, dice que ha vendido más de medio millón de botellas desde que introdujo el vino hace un año.
 
 

En el sector de alimentación, Pascual ha logrado lo que ninguna otra empresa láctea del mundo: que homologuen sus productos con el grado A, que refleja la máxima calidad. A pesar del retraso en esa homologación, el segundo año (1999) tuvieron un crecimiento del 20% en Florida, 30% en Puerto Rico y 50% en Centroamérica. El vicepresidente, Gabriel Pascual, no descarta montar su propia planta de producción en Miami. Pescanova llegó en 1997 con un volumen de facturación en todo EE UU de un millón de pesetas al mes y ahora roza los 50 millones, dice su director, José Abad.
 
 

A las cerca de dos docenas de empresas alimenticias establecidas se va a unir la cooperativa de Cantabria Cadex, para introducir pescado y marisco, señala Julián Linares, vicepresidente de la Cámara de Comercio Española, que está supervisando el establecimiento de la cooperativa. Linares también representa a Reposterías Martínez y Bimbo y asegura que hace un año comenzó a introducir sus magdalenas y ahora están en casi todos los supermercados del condado.

Paraíso de incentivos

Estados Unidos no establece controles de cambio. Tampoco hay control de flujo de divisas y hay libertad para repatriar el capital y los beneficios, dividendos e intereses. Las únicas restricciones a la propiedad extranjera son las sociedades que puedan amenazar la seguridad nacional, en el área de defensa y comunicaciones. EE UU y España mantienen un acuerdo para evitar la doble imposición. El estado de Florida es uno de los de mayor benevolencia fiscal. Estos son los principales incentivos, directos e indirectos:
 
 

» Hay exenciones del impuesto a la propiedad.
 
 

» Se puede lograr una depreciación negociada de los terrenos para construir.
 
 

» Reducciones en el impuesto sobre las rentas generadas en otros estados.
 
 

» No existen impuestos estatales sobre la renta a las personas físicas.
 
 

» No hay impuestos estatales sobre la renta de corporaciones.
 
 

» No hay impuestos de franquicia sobre las acciones de la empresa ni sobre el capital propio.
 
 

» Se exoneran los gastos de desarrollo e investigación.
 
 

» No existen impuestos a los inventarios de las empresas.
 
 

» Se exoneran ciertas transacciones internacionales.
 
 

» Las mercancías en tránsito pueden estar almacenadas hasta 180 días sin pagar impuestos.
 
 

» Exención del impuesto a las ventas de maquinaria.
 
 

» Exención del impuesto de uso de electricidad en los procesos de manufacturación.
 
 

» Devolución de entre 3.000 y 6.000 dólares (550.000 y 1,1 millones de pesetas) por cada puesto de trabajo creado, siempre que sean más de 10 con un salario del 115% del promedio del estado.
 
 

Todos los requisitos, ventajas, contactos, leyes, etcétera para constituir una corporación de una filial española están recogidos en una guía elaborada por la Oficina Comercial de España en Miami.

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