Estados
Unidos tiene entre 9 y 11 millones de inmigrantes ilegales
La
mayoría son hispanos y viven en California
JAVIER VALENZUELA
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Washington
Entre
9 millones y 11 millones de inmigrantes ilegales viven en EE UU, según
el análisis de los datos del censo efectuado el pasado año.
Esta cifra duplica la estimación de ilegales manejada a lo largo
de los años noventa del pasado siglo. Ahí puede estar una
de las causas de la inexistencia de presiones inflacionistas pese a un
porcentaje oficial de paro situado en el 4%, según señaló
ayer The Washington Post, el diario que facilitó esta información.
Los
primeros datos del censo del año 2000 en EE UU están dando
resultados sorprendentes. El primero, que la cifra de hispanos residentes
en la superpotencia es de 35,3 millones, superior a los 32,5 millones que
se esperaban; el segundo, que el número de habitantes no es de 275
millones como creían los demógrafos del Gobierno de Washington,
ni de 281,4 millones como se pensó después, sino de 285 millones.
Según
la Oficina del Censo y el Departamento de Comercio, esa diferencia se explica
en que el número de gente nacida en el extranjero es muy superior
al que se preveía. Una parte importante de ese contingente son los
indocumentados.
La mayoría, según los expertos, son latinos, y 4 de cada
10 residen en California.
Los
analistas de la Oficina del Censo creen que EE UU puede albergar hasta
nueve millones de extranjeros que no tienen en regla sus papeles de residencia
y trabajo. Es una estimación que coincide con la del demógrafo
Jeffrey Passel, del independiente Urban Institute, pero que es superada
por los 11 millones de un estudio de los profesores de la Northeastern
University. Esos montantes son muy superiores a los cálculos tradicionales,
que estimaban entre cinco y seis millones de ilegales.
EE
UU ha basado su gran crecimiento económico de la última década,
ahora en entredicho, en cuatro factores: la política de equilibro
presupuestario en Washington, un hábil manejo de los tipos de interés
por parte de la Reserva Federal que preside Alan Greenspan, los incrementos
de productividad derivados de la revolución informática y
la popularización de Internet y una gran apertura a la inmigración.
De modo legal o ilegal, los extranjeros, principalmente hispanos y asiáticos,
aportan mano de obra joven, entusiasta y barata a la primera economía
del planeta. |