El gran aumento de hispanos altera el mapa electoral
norteamericano
ISABEL PIQUER, Nueva York
El melting pot norteamericano, el hervidero étnico que
compone Estados Unidos, está cambiando de matices. Los últimos
datos del censo muestran que hispanos y asiáticos son las franjas
de la sociedad que más han crecido en estos últimos años.
Y no sólo aumentan en número, también votan más;
un cambio en el mapa electoral norteamericano que ha influido en las estrategias
de campaña de demócratas y republicanos. El fenómeno
ha afectado sobre todo a California, el Estado norteamericano de mayor
población y una de las piezas clave de las próximas elecciones
presidenciales, en noviembre.
Los latinos, que en el 2005 se convertirán en la primera minoría
del país, han aumentado un 38% en la última década,
hasta alcanzar hoy los 31 millones. Aunque han sido los asiáticos
los que han registrado el mayor crecimiento, el 43% (en total 10,8 millones
de personas), según consta en el último informe del censo
hecho público el pasado miércoles. Pero los blancos siguen
siendo el principal ingrediente del melting pot, con sus 272 millones
de norteamericanos.
Los últimos datos demográficos muestran sobre todo que
estas minoría votan cada vez más y se están convirtiendo
en una importante baza electoral. No por nada el candidato conservador
a las presidenciales, George W. Bush, hizo su primera intervención
en español ante el Congreso Republicano de Filadelfia del pasado
julio y el vicepresidente Al Gore se refiere cuando puede a los problemas
de los latinos.
Mayor representación
A medida que se van integrando en la sociedad norteamericana, las minorías
piden mayor representación a nivel local y nacional. Entre 1994
y 1998, el número de latinos que participó en las elecciones
al Congreso aumentó de medio millón hasta alcanzar los cuatro
millones de votantes. Una cifra aún más significativa cuando
durante la misma época la masa total de votantes se redujo en 2,6
millones. Nada sorprendente en Estados Unidos, donde el nivel de participación
en las elecciones presidenciales nunca pasa del 40%.
El nuevo peso de latinos y asiáticos se ha visto sobre todo en
California, donde por primera vez las minorías se han convertido
en mayoría. Los 33 millones de habitantes del Estado más
poblado son en un 31% de origen hispano, 12% asiático y 7% negro.
Los blancos han pasado a estar por debajo de la barrera del 50%. California,
Nueva York y Tejas siguen siendo los Estados con mayor número de
votantes y étnicamente más diversos del país.
Estos cambios se han llevado a cabo en detrimento de los otros componentes
de la sociedad norteamericana. La población negra es, aunque por
poco tiempo, la primera minoría de Estados Unidos, con 34,8 millones
de personas. Los indios norteamericanos siguen siendo los grandes olvidados
del melting pot con algo más de dos millones de personas.
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