Estados Unidos
entrega a Panamá el canal y la plena soberanía sobre su territorio
Una cláusula del tratado permite la intervención militar de Washington en caso de conflicto JUAN JESUS AZNÁREZ / ENVIADO ESPECIAL, Panamá
"Lo convertiremos en una empresa líder del comercio mundial",
prometió la presidenta en un discurso integrador. El protagonismo
histórico de Torrijos, que derrocó a su esposo, el caudillo
conservador Arnulfo Arias, y fue adversario del movimiento al que pertenece
Moscoso fue recordado y reconocido por ésta con respeto. El difunto
general, cuyo hijo, Martin Torrijos, asistió a los actos, negoció
que la definitiva entrega tuviera lugar el mediodía del próximo
día 31 pero fue adelantada para facilitar la asistencia del mayor
número de gobernantes. Acudieron a Miraflores 1.500 invitados, entre
ellos los presidentes de Bolivia, Hugo Banzer; Ecuador, Jamil Mahuad; Costa
Rica, Miguel Ángel Rodríguez; México, Ernesto Zedillo,
y Colombia, Andrés Pastrana. El rango de la delegación de
Estados Unidos -presidida por el secretario de Comercio y Transporte, William
Daley- la ausencia de su presidente y dirección política,
disgustaron a la mayoría de los panameños, y al propio Gobierno.
Los Tratados de 1977 establecen que Estados Unidos podrá intervenir
militarmente en Panamá, incluso con una decisión unilateral,
si considera que peligra el canal inaugurado el 15 de agosto de 1914 y
en cuya construcción participaron 75.000 personas.
Lectura tranquilizadora
Carter desarrolló una lectura tranquilizadora de esta espada
de Damocles. "Los tratados le dan a Estados Unidos el deber de defender
el canal de agresiones externas, pero se entiende que esto será
siempre en cooperación y a pedido de Panamá", subrayó
el ex presidente demócrata en su discurso. "Que esto quede bien
claro". Los historiadores coinciden en que quedó bien claro, en
el Tratado de Neutralidad de 1977, el derecho norteamericano a la intervención.
Las circunstancias cambiaron, sin embargo, ya que la protestada reserva
se redactó durante la Guerra Fría con la desaparecida Unión
Soviética.
El Rey, que regaló a la presidenta Moscoso una reproducción
de planos del Panamá del siglo XVI, un libro sobre las colecciones
de arte de la época y una fotografía dedicada en la que aparece
con doña Sofía, recibió un tratamiento especial en
la ceremonia y en la prensa. "Hacia tiempo que no teníamos un rey
aquí", comentó un periodista. Don Juan Carlos manejó
las perillas e interruptores del centro de mando de Miraflores que abren
las puertas de 700 toneladas de las esclusas. Liberó 200.000 millones
de litros, y permitió el paso un remolcador. "Majestad tiene que
estar muy pendiente", bromeó el ingeniero jefe durante la operación.
También acompañó a Mireya Moscoso y a James Carter
en la cabecera de la mula mecánica que arrastra a los barcos hacia
las esclusas, y en la que los gobernantes invitados efectuaron un breve
recorrido.
El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, en declaraciones a la prensa española, dijo que España aprueba las conversaciones de Panamá con Estados Unidos y la comunidad internacional para asegurar la defensa del canal y perseguir a los narcotraficantes que lo eligen para el ocultamiento de sus alijos. A Panamá le llega de España el 50% del total de la cooperación internacional que recibe. J. J. A, Panamá
Los gastos militares de Estados Unidos y Panamá representaron
el 4% del PIB. Y los más de 10.000 panameños que dependían
directa o indirectamente de esos ingresos manifiestan su nostalgia por
los años del auge. "Es difícil que esos trabajadores logren
el nivel salarial que tenían con el Ejército norteamericano",
señala Fernando Márquez, presidente del consejo nacional
de la empresa privada.
La salida de los norteamericanos del canal, por otra parte, significa
un 30% menos en la ocupación hotelera del país, según
datos de la Asociación Panameña de Hoteles. Numerosas misiones
castrenses y civiles, que viajaban regularmente a Panamá y no podían
quedarse en las bases, alquilaban habitaciones en hoteles y apartahoteles.
En este momento, la disponibilidad hotelera en ciudad de Panamá
es grande y se registra una guerra de precios.
El problema viene de lejos: en esta capital se desocuparon 3.000 casas en un periodo de tres años, como consecuencia de la progresiva repatriación estadounidense. El Pentágono devolvió 7.000 viviendas, oficinas y diferentes edificios que están siendo vendidos a los propios panameños o a los inversores extranjeros. |
© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid |