XX contra XY

Causas biológicas, psicológicas y sociales que hacen diferentes a los hombres y las mujeres.

Cómplices o enemigos, los hombres y las mujeres tienen grabadas en el subconsciente las diferencias que existen entre ellos. Biológicas, psicológicas o sociales determinan cada uno de sus actos. Ambos sexos se aman, se detestan y se necesitan. El ideal: la androginia. Un ser humano que resume lo mejor de los dos universos, sin necesidad de sacrificar su identidad.

La superioridad histórica y el poder que el hombre ha ejercido sobre la mujer se está resquebrajando. Ahora resulta, según afirman diversos autores, que es más difícil ser todo un hombre que toda una mujer. La mujer mama de su madre la esencia femenina, pero mientras a ella le sirve de ejemplo, él se siente obligado a negar sus raíces para convertirse en hombre. Se supone que es masculino todo aquello que no es femenino. Levison afirma que hasta los 30 años, el muchacho trata de reprimir su feminidad interior, dejando paso libre a la virilidad.

El contencioso comienza en los cromosomas. XX es la mujer, y XY el hombre. Es decir, que el macho se forma sobre una irrefutable base femenina: la X. Posee los genes de la hembra más los del macho, XY. Hasta la sexta semana de vida, el embrión es ambivalente, sin embargo, a partir de entonces se decanta por uno u otro sexo. Si el feto es masculino se impone una rápida transformación genital para ganar la carrera a los ovarios.

Nada más asomar la cabecita, al bebé le cae encima un auténtico aguacero de estereotipos, que le limitarán en su vida futura. Los condicionantes sociales y culturales se enroscan en su cerebro.

Los niños son grandes, fuertes y con rasgos muy definidos, mientras que a las niñas se las ve más guapas, pequeñas y delicadas, aunque la balanza marque igual peso. Los tres primeros años son decisivos para crear la identidad de género o conciencia de pertenecer a un sexo. A partir de entonces, convencer a un chiquitín de seis años--existen múltiples casos--de que no es una nena es más complicado que cambiar el cauce de un río.

Ellos y ellas se distinguen, no sólo por su físico, sino también por su comportamiento y sus aptitudes. No se puede generalizar, pero a ambos se les presuponen ciertas premisas verificadas en diversos estudios.

La mujer puede concebir, madura antes, posee una capacidad verbal y de expresión superior, es más cooperante, prefiere la persuasión al ataque y reacciona con la rapidez de un lince.

Los hombres, más corpulentos, ya desde pequeños, sobresalen por su rudeza, agresividad en el juego y dotes matemáticas y espaciales. Se diría que a uno le falta ternura y amor y al otro resolución y poder. ¿Pero es solamente la naturaleza, tradicional y dictadora, la causante del desequilibrio o es la biografía social, normativa e implacable, la que produce la cojera?

La psicóloga Ana García Mina acaba de realizar una investigación con estudiantes sobre las cualidades exigibles a cada sexo. Los resultados son bastante sorprendentes, teniendo en cuenta que provienen de jóvenes a los que se les sospecha un ideal intersexual más igualitario y coherente.

Según el estudio, de las mujeres se espera que sean inocentes, dóciles, dulces, coquetas, crédulas, románticas, sentimentales, ahorradoras, fieles...

Por su parte, los hombres crean otras expectativas: han de exhibir espíritu de líder, ser competitivos, seguros, ejecutivoss, astutos, brillantes, independientes, fuertes, con sangre fría y aventureros.

La huella de la herencia educacional parece aplastar las teorías sociobiológicas apoyadas en la impronta genética. Los estereotipos han guiado la mano de estos chicos, aunque a la hora de la verdad ni unos ni otros asuman comportamientos tan tipificados.
 
 
Nombres:
el cómplice =
el enemigo =
el ideal =
la androginia =
la huella =
la ternura =
el comportamiento =
la impronta =
el aprendizaje =
el papel =
la autosuficiencia =
la identidad =
el cromosoma =
el cariño =
la armonía =
la lógica =
el sentimiento =
el ser =
la esencia =
el muchacho / la muchacha =
la hembra / el macho =
el embrión =
la balanza =
la cabecita =
el cauce =
el / la causante =
la cojera =
Adjetivos:
biológico =
psicológico =
social =
ambos =
masculino =
femenino =
tradicional =
dictador =
genetico =
tipificado =
irreductible =
dulce =
viril =
complejo =
obligado =
irrefutable =
ambivalente =
genital =
definido =
chiquitín =
igualitario =
coherente =
crédulo =
Verbos:
grabar =
determinar =
detestar =
mamar =
concluir =
encaminarse =
señalar =
hurtar =
reubicar =
sentir(se) =
decantar(se) =
concebir =
reaccionar =
guiar =
Expresiones:
la rapidez de un lince (del rayo) =
sangre fría =
a partir de =

Preguntas para después de la lectura

1. ¿Crees que el texto ha sido escrito por un hombre o por una mujer? ¿Por qué?
2. ¿Qué es la "androginia"?
3. ¿Cómo explica el texto lo "masculino"?
4. Nombra estereotipos masculinos y femeninos.
5. Nombra diferencias psicobiológicas entre hombres y mujeres.
6. ¿A qué "cojera" se refiere el texto?
 

Discusión: Los hombres y las mujeres

Prepara tus opiniones sobre las siguientes cuestiones para hacer un debate en clase

1.Segun tu opinión, ¿cuáles son las mejores cualidades de las mujeres? ¿Y las de los hombres?
2. ¿Crees que hay diferencias fundamentales entre los hombres y las mujeres?
3. ¿Crees que hoy en día es más difícil ser hombre o mujer? (ej. En el trabajo, en sociedad, en la vida privada)
 
 
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