Aparte de sus labores de cronista de la literatura
y cultura mexicanas del siglo XX, durante los últimos 35 años
Monsiváis ha sido un feroz crítico en todos los medios
de comunicación de los que mueven las palancas del estado,
especialmente del PRI, el partido político que dominó el
gobierno mexicano por 70 años hasta que sufrió su primera
derrota electoral nacional en 2000. En toda esta labor de disidencia
intelectual, el lenguaje--su colusión con el poder, pero también
el arma contra el mismo --ha sido para Monsiváis tanto objeto
de estudio como medio predilecto para forjar respuestas creativas-subversivas
a las clases dirigentes. Frecuentemente sus escritos no-ficcionales
se caracterizan por ser exámenes mordaces y minuciosos del
autoritarismo y elitismo de la sociedad cerrada, clerical, machista,
y moralista. Quizás el texto o la serie de textos que más
ilustra la extraordinaria habilidad que posee Monsiváis para
desconstruir con la sátira paródica dicho autoritarismo
y elitismo sea “Por mi madre, bohemios”. El título
de la columna proviene del memorable poema de Guillermo Aguirre, “El
brindis del bohemio”, en el cual varios bohemios se reúnen
al fin del año en una cantina para llorar sus penas. De la
misma manera en que el “poeta puro” del brindis no utiliza
los lugares comunes de la poesía salmódica sino que
elogia la sinceridad y sacrificios de su madre, Monsiváis
reivindica el sufrimiento y el abandono de las clases bajas a manos
del estado patriarcal y su clase dominante. Pero no lo hace invocando
la voz de “los de abajo”, sino ridiculizando a los poderosos,
los que han tenido el hocico en el comedero de los bienes nacionales
a través del siglo XX: miembros del PRI y partidos políticos
de toda calaña, obispos, nuncios, empresarios, banqueros,
líderes sindicalistas, matronas moralistas, es decir, la burguesía
en general. Y lo hace por nocaut o con la sutileza de un Oscar Wilde
o un Salvador Novo, contrastando la hipocresía, la hipérbole
y la falta de lógica del discurso de los infamados y usurpadores
con la realidad cotidiana de la mayoría de la población.
Su arma principal es el lenguaje: el humor paródico construido
a través del hábil manejo de juegos verbales, dichos,
refranes, y aforismos geniales e imprevistos de la cultura popular
que contrastan con las declaraciones vacuas del discurso del poder
y sus voceros--los bribones y apologistas de la clase dirigente.
El resultado es devastador.
La sátira, como forma humorística,
es idealista en el sentido de que es “desvergonzadamente didáctica
y seriamente comprometida con la esperanza de que su poder pueda
efectuar el cambio” (Bloom y Bloom 1979, 16, traducción
mía). En este sentido, tiende a ser social y moralmente reformadora.
La parodia, en contraste, es neutral en sí: “puede ser
normativa y conservadora, o puede ser provocativa y revolucionaria” (Hutcheon
76). Es decir, puede utilizarse para poner a una persona o una situación
en ridículo con intenciones clasistas, o con intenciones democratizadoras
y redentoras. Su estrategia retórica principal es la ironía.
La ironía vive en las tensiones de la lengua, en la capacidad
de decir algo diferente a lo que enunciamos. La ironía explota
las incongruencias que hay entre lo que se espera que ocurra y lo
que en realidad ocurre con el propósito de exponer y hacer
resaltar las contradicciones que surgen cuando hay una brecha entre
la realidad y su correspondiente (mala) representación, la
cual es ironizada para exponer su falsedad con resultados que con
frecuencia son muy graciosos.
La principal forma de ironía practicada
por Monsiváis es la ironía verbal; la ironía
situada al nivel de la palabra o la oración, en donde funcionan
los dobles sentidos y los juegos de palabras. Generalmente, la ironía
no busca engañar, pero puede pasar desapercibida para un público
que no esté compenetrado con la intención, el contexto
del enunciado irónico o con la referencia intertextual que
hacen que la ironía funcione. Según Claire Colebrooke “la
ironía, aun en su forma más obvia, es siempre un diagnóstico
y es política: para leer la ironía no solo se tiene
que conocer el contexto, sino que se tiene que estar comprometido
con las creencias y posiciones que hay dentro de ese contexto” (Colebrooke
12). No cabe duda de esto, pero tal ironía puede señalar
varios niveles de compromiso con el mundo. Puede ser usada, por ejemplo,
de forma filosófica para resaltar la locura, la vanidad y
la inconsistencia de la vida humana, es decir, la ironía es
cósmica, una postura que se asocia con desligamiento moral
y político (la ironía que se auto-consume). Desde esta
perspectiva, “no hay verdad o razón detrás de
nuestros valores”; la ironía es “sólo un
reconocimiento de la futilidad o inhumanidad del destino” (Colebrooke
18; 22). La ironía puede ser empleada también de manera
clasista para marcar la distancia entre el ironista culto y venenoso
y su lector culto ideal, por una parte, y por otra, las clases populares “ignorantes” o “incultas”.
Pero alternativamente dicha ironía cáustica puede ser
empleada con intenciones democratizantes y socialmente transformadoras.
Este último uso es el que es más característico
de las parodias satíricas ejemplificadas en los escritos de
Carlos Monsiváis, quien no busca desligarse existencialmente
de los problemas del mundo, sino más bien comprometerse con
la redención de los grupos más abyectos y marginalizados--les
miserables. Esta es una posición afincada en la realidad
que busca extinguir la distancia entre el intelectual radicalizado
y el subalterno, en vez de acentuarla a través del distanciamiento
irónico. Dice Elena Poniatowska al respecto:
Carlos Monsiváis
estaría incompleto sin una mención a su inteligente
sentido del humor que lo emparienta con la escuela de Swift por
ser siempre irónico y jamás condescendiente” (Poniatowska
6);
Detrás del humor, de la ironía,
de la burla, surge un alegato profundo a favor de la tolerancia,
la libertad, los derechos humanos, la crítica como actividad
intelectual por excelencia, la sociedad abierta (Ibid.).
Por supuesto, para captar la ironía de Monsiváis
en toda su extensión, debemos saber algo de su medio, del
México del siglo XX que lucha contra el legado de una revolución
congelada, contra el clericalismo cerrado y moralista y contra un
estado paternalista. Y a veces se necesita un conocimiento general
e incluso íntimo de las intrigas, pecados y prioridades de
los actores de esta telenovela nacional, principalmente de los políticos,
la jerarquía eclesiástica, los empresarios y los líderes
sindicalistas vendidos.
Pero ¿qué hay de postmoderno en todo
esto? El humor tal como se practica en la escritura de Monsiváis
ocurre en la era posmoderna, y no más por eso es “postmoderno”.
Pero va mucho más allá: en estilo postmoderno, Monsiváis
carnavaliza su discurso humorístico armándolo con juegos
verbales, mezcla de géneros e intertextualidades hasta tal
punto que quizás Monsiváis mismo sea el único
(con la posible excepción de Sergio Pitol y Carlos Fuentes)
capaz de descodificarlo todo. Además, combina elementos tanto
de la cultura élite como de la popular, aunque su lector típico
no sea de las clases populares. Pero en general, la literatura y
la filosofía postmodernas se consideran anti-racionalistas,
anti-realistas, y anti-burguesas. De hecho, cierta variante de ironía
postmoderna niega aseveraciones de verdad y ve en el uso de la ironía
el reconocimiento de que todas las posturas políticas-éticas
tienen igual valor, por ser construcciones lingüísticas
y contextualizadas. El filósofo norteamericano Richard Rorty
ejemplifica esta perspectiva: “Considero que los pragmatistas
y desconstrucionistas están unidos al pensar que cualquier
cosa puede ser otra cosa si la colocas en el contexto apropiado,
y que ‘apropiado’ sólo significa el contexto que
mejor sirve a los propósitos de alguien en cierto momento
en cierto lugar” (Rorty 1996, 43). Pero Monsiváis diría
que, aunque no hay una posición o postura ideológica
omnisciente e infalible que sea la única verdad , es moralmente
superior una postura que se opone al dogma, a la explotación
y a la avaricia, una postura subversiva del machismo, del racismo,
del colonialismo, de la homofobia, etc. Monsiváis es postmoderno
en el sentido de que sospecha de cualquier discurso fundacional como
el expuesto por el discurso del poder (especialmente el del discurso
nacionalista de la modernidad), pero esta postura “postmoderna” no
abandona la verdad y la razón, meramente requiere que se las
practiquen y no sólo que se las prediquen. El único
anti-realismo y anti-racionalismo en la obra de Monsiváis,
entonces, es la irrealidad e ilogicidad del discurso “modernizante” de
la burguesía nacional.
El humor en Monsiváis mina la autoridad
paternalista, la inercia institucional y el lenguaje cosificado de
la clase dirigente. Las fuentes de esta postura satírica-irónica
son varias, y parecen incluir influencias diversas como Oscar Wilde,
la counter-culture norteamericana y su efecto sobre la “Onda” mexicana,
y los periodistas radicales (New Journalism) de los años
60 en los Estado Unidos como Tom Wolfe y Norman Mailer (Egan x).
Aun hay ecos de Voltaire, Swift y el humor judío frente al
desastre y la tragedia. Pero a pesar de todo, el aprendizaje parece
haber pasado por influencias más cercanas: Salvador Novo y
los escritores mexicanos del los años 30 conocidos como los “Contemporáneos”.
De hecho Monsiváis más o menos admite esto en su maravilloso
retrato de Salvador Novo. Al igual que Novo y los Contemporáneos,
Monsiváis se distancia del chovinismo y machismo del proyecto
revolucionario nacional. Se podría aseverar sin temor a equivocarse
que lo que dice Monsiváis de Salvador Novo se aplica a sí mismo: “reelabora
el infierno social como paraíso escritural” (Salvador
Novo 35); “Novo se lanza contra los provincianos, contra
los izquierdistas, contra los falsos prestigios, contra los machistas” (67);
tiene un “sentido del humor que reduce al absurdo las pretensiones
de los machos y los patanes” (85).
No es de extrañar entonces que la admiración
que siente Monsiváis por Novo encuentre su paralelo al norte
de la frontera en la solidaridad y activismo político de los
gays norteamericanos. Cita con aprobación a Daniel Harris
en The Rise and Fall of Gay Culture (1997):
A los homosexuales los
atrajo la imagen de la Perra... en parte por su lengua malvada,
su habilidad para alcanzar a través del diálogo,
a través de su ayuda verbal, sus respuestas velocísimas,
ese control sobre otros que con frecuencia los gays no obtienen
sobre sus propias vidas. La fantasía de la vagina
dentata malévola, rebosante de puñaladas traperas,
siempre alerta, siempre dispuesta a demoler al oponente con una
frase pasmosa, es la fantasía de una minoría sin
poder que se afirma a través del lenguaje, no de la violencia
física […] La ironía se convirtió en
el arma mortífera por excelencia en el arsenal gay antes
de la revuelta de Stonewall en 1969 (Harris, citado y traducido
por Monsiváis en SalvadorNovo 41).
En los años 30, Novo
escribe una columna, “La semana pasada”, en la revista Hoy.
Para Monsiváis, la columna
[está] extraordinariamente
bien escrita y documentada, [es] muy ácida, contiene retratos
de políticos, recuentos de actividades presidenciales
y noticias de relieve. Auxiliado por un equipo de reporteros
jóvenes y ambiciosos… Novo se vuelve el crítico
más eficaz del régimen de Lázaro Cárdenas
(1934-1940), gracias a la capacidad de síntesis, la ironía
y el vértigo narrativo (114).
Es difícil no ver
en Novo un modelo a seguir y su obra periodística posteriormente
viene a ser el prototipo de “Por mi madre, bohemios”,
apropiadamente ajustado a las necesidades de su época contemporánea:
Para mí, Novo es
la posibilidad de la ironía, de la sátira, del
buen humor, de la inteligencia, del periodismo culto, del malabarismo
perfecto. Novo es el mejor prosista de México. Yo sí me
considero un discípulo de Novo, lo que pasa es que él
no ha de querer considerarme discípulo por lo mal que
escribo (Monsiváis citado en Poniatowska 2).
Pero aunque ambos practican el uso del
lenguaje contra el abuso del mismo y dirigen su sátira
irónica a la hipocresía del discurso oficial, una diferencia
crucial es la noción de la ironía como existencia en
Novo versus la ironía como arma política y desmitificadora en
Monsiváis. Monsiváis dista de Novo en su defensa de
los más desamparados de la sociedad mexicana, mientras que
Novo, sin duda bajo una censura más agresiva todavía
de la sociedad clerical y machista, se refugia en la burguesía
y la élite artística: “A Novo el humor, y un
humor salvaje y procaz, lo distancia de la amargura de lo real” (39)
. Para Monsiváis, por el contrario, la atroz manipulación
y explotación de las clases bajas por parte de sus líderes
y pontífices (tanto religiosos como “seculares”)
lo impela a hacer de esta situación nacional el objeto y la
fuente de inspiración de su propio proyecto artístico-escritural.
No obstante, semejante sátira requiere de un lector con ideas
afines, de lo contrario, no tiene fuerza performativa, no logra cambiar
nada. Así el destinatario ideal del humor de Monsiváis
es el lector sagaz, culto, y social-demócrata. Se requiere
de él cierto nivel de sofisticación para descodificar
los juegos verbales y las referencias intertextuales políticas
y culturales. Se forma de esta manera una comunidad de conciudadanos
descreídos, abstencionistas de la retórica del discurso
estatal y los lugares comunes del poder.
Mediante la yuxtaposición y democratización
de voces, el humor iconoclasta es un arma de los débiles,
pero un arma que se vuelve mortífera en manos de Monsiváis
que ridiculiza la teatralidad, la pomposidad y el estilo declamatorio
de las élites políticas y económicas de un estado
paternalista y corrupto y de una jerarquía eclesiástica
obsesionada por salvar almas y reprimir la sexualidad. Veamos cómo
se logra esto.
“Por mi madre, bohemios” es todo un
juego de voces. Allí encontramos:
- La voz del declarante que se desprende de la voz colectiva de
la gente de bien o la gente poderosa de la cual se genera su discurso.
- La voz de Monsiváis mismo que hace la selección
de textos, inventa las glosas punzantes, elabora el juego verbal
y las citas intertextuales.
- “La R” (la Redacción), la voz incorpórea,
el desdoblado de Monsiváis, y sus signos estilísticos: “but
of course”; “NO COMMENT”, “PARA DOCUMENTAR
NUESTRO OPTIMISMO”. La R es el abogado acusador descreído
e irónico que habla por el pueblo, a veces sarcástico,
a veces asombrado y admirativo de la creatividad de los vuelos
retóricos y dobleces de sus declarantes, los que mueven
las palancas en México. La R puede expresar fielmente la
voz de Monsiváis, pero también a veces finge ignorancia,
asombro, inocencia o estupor para intensificar el efecto humorístico
frente a las bobadas del declarante.
- La voz silenciada del pueblo que reclama justicia.
- La voz de lo “no dicho” –la verdad de una
situación tergiversada, cuyas sutilezas a veces pasan casi
desapercibidas, por la voz del declarante.
- Un sin fin de voces en forma de citas parafraseadas y guiños
intertextuales de otras voces a través de la literatura
e historia occidental
- Finalmente hay una voz implícita del lector ideal (y
quizás no ideal) con quien el autor busca establecer un
diálogo democrático. Todas estas voces entran en
diálogo, o mejor dicho, “plurálogo”,
una carnavalización de posturas, registros, valores y reputaciones –cada
quien saca sus propias conclusiones según su orientación.
La voz narrativa, “la R”, dialoga directamente
con el lector o con el declarante. Los comentarios pueden ir en letra
cursiva, mayúsculas o entre paréntesis. El blanco favorito
de la columna siempre han sido los voceros, funcionarios y líderes
del PRI y el servilismo que los adulaba. Junto con la jerarquía
eclesiástica, la clase empresarial y la burguesía moralista,
representan en conjunto una fuerza conservadora que sirve para mantener
el estatus quo de dominación clasista. La columna suele comenzar
con el habitual dicho monsivaisiano –“Para documentar
nuestro optimismo”– que desde ya ironiza la consternación
de la voz del comentarista y del lector acostumbrados a la estupidez
de un declarante que viene a continuación. Luego viene el
encabezado que, en contra del orden esperado, precede la declaración
citada. Esto tiene el efecto de preparar al lector para que de inmediato
pueda sopesar las afirmaciones. Además, invita a una segunda
lectura para verificar y admirar la certeza del encabezado burlón:
Y EL BARON MUNCHAUSEN
CONTO LA HISTORIA DEL HOMBRE QUE PENSO QUE LA LUNA ERA DE QUESO,
Y SE LA COMIO, DEJANDO A OSCURAS A LA TIERRA. Y TODOS LE APLAUDIERON
AL BARON PORQUE SU RELATO ADEMAS DE CIERTO ERA CREIBLE.
“El PRI no es el partido oficial, es
el partido del pueblo en el poder”.
Líder del Senado Emilio M. González.
Nota de Alfredo Márquez. El Financiero, 17 de
septiembre de 1990, Por mi madre, bohemios, p. 185.
UNA EXCELENTE Y NOVEDOSA DEFINICION DE COSMOPOLITA
“—¿Cómo entender
las versiones de que Morelos es refugio de narcotraficantes y
secuestradores?
Morelos es un estado cosmopolita, por lo tanto
decir que tal persona, que tal corriente política, cultural
o delincuencial no tiene un lugar en el estado, sería
tanto como desconocer la realidad. En este pluralismo (Sic que
se amplía) caben todos, desde boxeadores hasta María
Félix, de manera tal que no somos un excluyente tajante
de la presencia de secuestradores y narcotraficantes”.
Gobernador de Morelos Jorge Carrillo Olea. Reforma,
6 de febrero de1998.
MI NO SABE. MI SOLO ATIENDE DEMOCRATIZACION
DEL PRI. MI NACIO AYER. MI NO RECIBIR TODAVIA ACTA DE NACIMIENTO.
“Desconozco si Gerardo de Prevoisin,
-ex director de AeroMéxico- donó 8 millones de
dólares para las campañas del PRI en 1994”.
Líder histórico del PRI Mariano
Palacios Alcocer. Reforma, 16 de junio de 1998.
El lector acostumbrado a
semejante credulidad partidaria del discurso del PRI se deleita con
la infantilización de las declaraciones de parte de “la
R”. A veces la intervención sólo toma forma de
un encabezado chistoso. A veces todo un diálogo y un juego
de intertextualidades se desprenden de las intervenciones:
¡UN NUEVO ESPIA ENTRE
NOSOTROS! Y NOSOTROS QUE NOS QUEJABAMOS DEL EXCESO DE BONDAD
EN LAS CAMPAÑAS.
“Los viajes de Vicente Fox a Estados
Unidos son sospechosos, me tienen preocupado. Da la impresión
de que está pactando la venta de Pemex [compañía
nacional-estatal que tiene el monopolio sobre el petróleo].
Si es así nos debe informar a qué precio y con
qué compañía (Pues qué solidario
el declarante con los negocios de su adversario. La R.) No sólo
es asunto económico, qué conviene o no vender,
si todo fuera económico vendería uno la conciencia,
los principios y éstos no se venden, no está uno
en oferta o en subasta”. (Pues ahora ya localizamos la
causa de la pobreza de la mayoría de los mexicanos. A
ningún comprador le interesan ni su conciencia ni sus
principios. ¿No podría hacer algo el declarante
para que éstos adquiriesen un precio en el mercado, el
que fuese?)
Candidato del PRI a la Presidencia, Francisco
Labastida. La Jornada, 6 de mayo de 2000. Por el regreso
del Catecismo del Padre Ripalda: Carlos Monsiváis.
El humor aquí no surge sólo de los
comentarios sarcásticos intercalados para socavar la ingenuidad
e insinceridad del declarante, sino también de la ironía
de lo no dicho –la realidad subyacente que contradice la declaración,
ya que Monsiváis y sus lectores saben muy bien, por supuesto,
que justamente de la venta de conciencias y principios es de lo que
se trata y desde hace décadas. Igualmente insincera es la
acusación de vender PEMEX ya que en mayo de 2000, Fox todavía
no había ganado las elecciones: Monsiváis expone la
maniobra priísta difamatoria. El encabezado en este caso tiene
como intertextualidad las promesas de una campaña electoral
más limpia y la referencia al espionaje y la limpieza es doblemente
irónica: nadie se quejaba de la excesiva bondad de la campaña
(de la intertextualidad que se relaciona con el mismo Francisco Labastida
y ni hablar de cómo llegó a ser el candidato del PRI
a la presidencia). Para rematar la broma, la R apela (irónicamente, but
of course) al Catecismo paternalista del Padre Ripalda para
que se instale la ética.
A veces el declarante se desconstruye a sí mismo
a tal punto que la R se queda estupefacta y muda:
NO COMMENT
“He donado 73 millones de pesos a diferentes
instituciones de asistencia social públicas y privadas,
he apoyado campañas políticas de mi partido, he
pagado el mármol que luce la Iglesia Jesús María,
he cubierto el importe de energía eléctrica para
varios templos católicos... Si aclaro esto es para que
no se piense que tengo dinero en Suiza. Apenas conozco Xochimilco
y Chiconcuac”.
Señora Guillermina Richo, priista desde
los 12 años de edad, y dirigente de comerciantes ambulantes
en el DF. Nota de Norberto Hernández Montiel. La Jornada,
10 de enero de 1990. Por mi madre, bohemios, p. 34.
En la siguiente declaración
se repite el tema clasista del cuento de hadas en el cual el aristócrata
se disfraza para conocer más de cerca a la gente “humilde”.
Monsiváis aprovecha la cultura popular contemporánea
para exponer la ridiculez del político, la cual parece no
tener límites:
MY NAME IS ROMO, JAMES
ROMO
“¿Cómo realizo mis ejercicios
de autoinvestigación? (AutoStar). Hay ocasiones en que
llego al extremo, contra lo que opinan los ayudantes dizque de
seguridad, de tomar mi vehículo solo, ir a dialogar con
los habitantes de una u otra colonia, o simplemente ir a verificar
si una obra importante se realiza conforme a lo comprometido...
Menos ortodoxo es el otro ejercicio de autoinvestigación.
Una vez hasta me disfracé.
ADIVINE LECTOR. ¿SE PUSO PASAMONTAÑAS
PARA QUE LOLITA DE LA VEGA LO CONFUNDIERA CON UN SUECO? ¿SE
ATAVIO DE PRINCIPE PARA QUE LE SACARAN UNA FOTO EN “HOLA”? ¿QUE
HIZO?
...Me puse un sombrero de esos que se usan
por acá, lentes oscuros, y en la noche abordé un
taxi (La R. se solidariza de inmediato con el compañero
taxista. Con ese disfraz de seguro pensó que se trataba
de un asalto). Al compañero taxista le pregunté qué opina
de esto, qué opina de aquello. Se puede hablar con mucha
confianza con los taxistas porque son lo que más saben
de lo que pasa en una sociedad, en una entidad, en una ciudad
y en una colonia (Y entonces, ¿por qué todos los
próximos gobernadores no son taxistas? La R.). Al despedirme,
me reconoció y dijo: “Usted es el gobernador del
estado. ¡Ya me llevó la chin...!” (Si lo reconoció es
que sí sabe todo lo que pasa en la entidad. La R.).
“No al contrario, yo te agradezco mucho
que me hayas comentado las cosas que te pasan. Te espero tal
fecha en mi oficina, y atendemos entonces el asunto que más
le inquieta”. (¿Por qué se disfrazaba el
gobernador?)
Gobernador de Zacatecas Arturo Romo. Entrevista
de Oscar Hinojosa. El Universal, 4 de marzo de 1998.
A veces la crítica
de la insinceridad del gobierno toma la forma de una extendida diatriba,
pero a la inversa, al estilo irónico monsivaisiano. En las
propuestas que están a continuación se busca una solución
a la situación del levantamiento indígena en Chiapas.
El humor negro es digno del Jonathan Swift de A Modest Proposal:
Propuestas para la Plataforma
Básica del Grupo de Humanistas y Filántropos ansiosos
de ayudar a Chiapas para que abandone su condición y su
población indígenas.
1. Que se regañe en público y,
con látigo, se fustigue en ausencia al gobierno de la
República por no haber exterminado (por lo menos hasta
la cuarta generación) a los indígenas levantiscos
de enero de 1994. Estaban fuera de la ley y no eran banqueros.
Fue un grave error político y moral dejarlos vivos.
2. Que se les niegue cualquier derecho al diálogo
a los indios amotinados mientras no pertenezcan todos al Club
de Industriales, y acepten que las injusticias sociales cometidas
contra ellos se debieron al tono de su comportamiento, moreno
oscuro y descalzo.
3. Que se extermine ahora mismo a los Patarrajada
porque están fuera de la ley, por el hecho mismo de no
nacer hablando francés e inglés y porque no seremos
un país civilizado y globalizado mientras haya indios
que nomás por estar vivos quieran derechos.
4. Que se acabe con las autonomías,
incluidas la de movilidad física (de la movilidad social
nunca han gozado, para nuestra fortuna), y que en caso de enfrentamientos
se azote a los indios muertos antes de enviarlos a la fosa común. ¡Legalidad,
Igualdad!
Si esto no se cumple, continuaremos mancillando
la pulcra imagen del tan satanizado y tan admirable Carlos Salinas.
La Jornada lunes 22 de junio de 1998
Otro blanco predilecto de “Por mi madre” son
los líderes sindicalistas. El trasfondo histórico es
la cooptación del liderazgo de los sindicatos por parte del
estado como manera de desactivarlos. La CTM ( Confederación
de Trabajadores Mexicanos) es la organización laboral más
grande y de más peso en el país que cuenta con la incorporación
de miles de sindicatos y más de 5 millones de trabajadores.
En 1997 (y a los 97 años) murió Fidel Velásquez
su secretario general y uno de los políticos más omnipotentes
del país. Cuando falleció todavía era jefe de
la CTM, cargo que había ejercido desde 1941. Tenía
fama de vendido y de perro faldero del PRI. Para ser reconocido oficialmente,
cualquier sindicato tiene que registrarse con el Secretariado de
labor y bienestar social, lo cual garantiza protección bajo
el Código Laboral. Pero el precio de esta protección
es que no se puede declarar en huelga sin el permiso del secretariado,
so pena de multas del gobierno y despido de empleados. Naturalmente
este arreglo es una receta para la manipulación y el soborno
de los líderes sindicalistas aliados del PRI, y de hecho,
el sistema se conoce por su corrupción y paternalismo:
EN EL PAIS NOMAS HAY DOS
SOPAS, LA DEL SUPREMO GOBIERNO (Y EL MONOPOLIO DEL CARISMA),
Y LA QUE SE TOMA EN CUCLILLAS EN LOS RECLUSORIOS, USTEDES ELIJAN.
“El Pacto es una medida que no agrada
a los trabajadores, pero éstos saben, aunque tengan hambre,
que no había de otra... El Pacto es un mecanismo en el
que los sectores acuden para aportar y no para recibir (Premio ‘No
me defiendas compadre’ al mejor exegeta de las frases oficiales)...
No se debe aplazar más la recuperación en el poder
adquisitivo de los trabajadores de la ciudad y del campo, pero no
será mediante aumentos salariales como se resuelva este
complicado problema... Hay que buscar soluciones más de
fondo, y no optar por la más fácil o la más
populista, que sería aumentar los salarios”.
(Una muy conveniente sería enseñar a los trabajadores
a no comer).
Señor Filiberto Ochoa Zaragoza, secretario
de Acción Política de la CTM. Nota de Antonio Vásquez. Unomásuno,
31/5/90.
SI ESTA DECLARACION SUBLIME NO LO CONMUEVE
HASTA LAS LAGRIMAS, SE DEBE A QUE USTED NUNCA RECIBIO INSTRUCCION
RELIGIOSA Y NO TIENE OLFATO PARA LOS MILAGROS
“¿Por qué razón
el gobierno buscaría debilitar a la CTM? Porque nunca
han encontrado entreguismo. Se equivocan cuando piensan
que si acaban con la CTM van a tener el mando total o que los
obreros se van a someter. Nunca han podido someternos porque
somos y seguiremos siendo una central de pelea de lucha por la
emancipación de los trabajadores”.
Senador José Ramírez Gamero,
emancipador hijo de un dirigente cetemista, ex diputado y ex
gobernador de Durango. Nota de Francisco Arroyo, El Universal, 27
de diciembre de 1997.
NO ES VOTO CORPORATIVO DESDE LUEGO, SINO VOTO
INFANTIL
“La CTM no practica el voto corporativo.
La CTM orienta, se les manifiesta a los trabajadores qué es
la Revolución; qué es lo que debemos defender,
a favor de quién vamos a votar, por qué y por qué no
vamos a votar a favor del PAN”.
Líder cetemista de Puebla, Adolfo García
Camacho. Nota de Alejandro Herrera y Andrés Ortega. Unomásuno,
10 de abril de 1998.
La mentalidad empresarial
también se destaca por su vacuidad, y al igual que el control
que ejercen los líderes sindicalistas sobre la clase obrera,
los empresarios trabajan para conservar las estructuras socio-económicas
jerarquizadas . Monsiváis hace de sus declaraciones obras
de arte al desprenderlas de su contexto original e insertarlas en
un contexto paródico. Al ponerlas en dicho contexto descomunal,
cobran una vida cómica e irracional:
AL CONTRARIO. LOS TRABAJADORES
PREFIEREN QUE SE AUMENTEN LOS PRECIOS A LO LOCO, PARA ASI NO
CAER EN LA TENTACIÓN DEL CONSUMISMO, Y LLEGAR MAS PRONTO
AL CIELO.
“Los trabajadores no están hartos
de tanto aumento de precios. Sí lo están de sus
representantes sindicales”.
Señor Luis Enrique Grajeda, director
del Centro Patronal de Nuevo León, Nota de Pedro García, Excélsior,
25 de septiembre de 1990.
ES MAS, DE ACUERDO CON ESTA LOGICA, DIOS CREO
LA RIQUEZA SOLO PARA QUE LOS EMPRESARIOS TUVIESEN ALGO QUE HACER.
“Los empresarios deseamos el bienestar
social de todos los que dependan de nosotros. Creo que los empresarios
somos un medio del que Dios se vale para la administración
de la riqueza temporal”.
Empresario duranguense Alfonso Fernández
de Castro. La Jornada, 4 de mayo de 1990, Por mi
madre, bohemios, p. 112.
LO QUE TIENE UNO QUE OIR, QUE LEER Y, SOBRE
TODO, QUE ENTENDER
“El futuro de México está en
la modernización de los partidos de izquierda, pues los
panistas salieron más rateros que los peores pillos priístas
(No es por contradecirlo mi distinguido, pero esa hazaña
no es cualquier cosa. Si es cierto, hay que llamar de inmediato
al Libro de Records Guinness. La R.)... Ni siquiera (el gobierno)
ha terminado con los acuerdos de los derechos indígenas
que han sido violados desde Hernán Cortés hasta
el subcomandante Marcos”. (¡Ya ven, el pinche
pasamontañero es de Extranjia y para colmo gachupín!).
Señor Eugenio Canales Clariond, presidente
del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Nota de Gustavo
Chavolla Nava. El Universal, 6 de marzo de 1998.
¿Y CUAL FUE LA ENORME LIMITACION HISTORICA
DE JULIO CESAR, NAPOLEON Y EMILIANO ZAPATA? EXACTAMENTE! ERAN
ANALFABETAS EN MATERIA DE COMPUTACION.
“Antiguamente los grandes guerreros,
valerosos, honrados, leales, carismáticos, eran los que
conformaban el espíritu y grandeza de los pueblos. En
la actualidad, los grandes administradores de las mejores empresas
son los que están conformando la filosofía y los
valores de los pueblos, la riqueza de las naciones. La imagen
de IBM, de Banamex, de Cemex, es la imagen que tienen en la sociedad
las personas que trabajan para esas firmas (“El logo de
mi empresa es mi conciencia”, dirá algún
Sócrates del porvenir al hablar con un Alcibiades. La
R.); es la imagen que su alta dirección les ha proyectado,
viven con la filosofía y los valores de la alta dirección.
Son las empresas líderes las que están conformando
las naciones. Ya no pueden eludir esta responsabilidad. Las naciones
son lo que sus empresas son”. (Por eso, en el año
2000 vamos a elegir al Gerente de la República).
Señor Edmundo Resenos Díaz, jefe
del departamento de doctorado e investigación de la Escuela
Superior de Contaduría y Administración del IPN. El
Financiero, 11 de abril de 1995.
Otro pilar de control social
siempre ha sido la iglesia católica tanto por su colusión
con el estado como con los capitanes de la industria capitalista.
Los clérigos recurren a un código medieval sobre la
sexualidad, incluso para con el uso de los condones, lo cual ha sido
muy nocivo para las campañas contra la SIDA:
DE ACUERDO, EL CONDON ES
UNA NIMIEDAD PORQUE LA VIDA NO VALE NADA.
“...¿Qué piensa usted del
uso del condón?
Estoy a favor del amor humano y no del amor
animal. (No sabíamos que los condones fuesen una especie
en extinción. La R.) Lo que estaría de acuerdo
es que eleváramos la discusión, que habláramos
de amor humano y no de amor animal. Lo que más acerca
a los hombres y mujeres es Dios, por lo que no es correcto hablar
de nimiedades. No hablemos de nimiedades (como el condón)
cuando lo que debemos de elevar es el discurso”. (Así lo
dijo).
Nuncio papal Justo Mullor. Nota de Fabián
Muñoz. El Norte, 13 de marzo de 1998. Selección
de textos: Alejandro Brito. Quema de nimiedades para facilitar
la espiritualidad: Carlos Monsiváis.
Esta moral tiene sus aliados
entre elementos de la burguesía que respalda el control que
la iglesia ejerce sobre la las clases populares. He aquí la
respuesta de dos damas de la alta sociedad sobre la venta de condones
en la universidad:
Y ENTRE LOS CONDONES QUE
DEBEN ELIMINARSE, SE ENCUENTRA DESDE LUEGO EL CONDON UMBILICAL.
(EL CHISTE ES MALISIMO, PERO LA CARTA QUE SE REPRODUCE A CONTINUACION,
LO EXIGIA A GRITOS). “A quien corresponda: Por medio de
la presente, nos interesa hacer llegar esta petición al
cuerpo directivo de la Universidad Autónoma de Querétaro:
La experiencia misma nos dice que el hombre está naturalmente
sexuado, razón por la cual el sexo es parte integral de
la persona (De asombro en asombro, la R. culpa a la experiencia
de tan nefando conocimiento). De esto se deduce que el sexo es
algo natural en el hombre (en la mujer ya es harina de otro costal.
La R.), y por lo tanto tiene su propio proceso natural que se
da en el acto sexual, consiguiendo implícitamente el placer
(explícitamente, sólo la santidad. La R.) y la
posibilidad de procreación; quitar uno de estos dos procesos
ya está siendo algo antinatural. En este caso los condones
están coartando la posibilidad de embarazo y con eso se
cosifica a la persona ya que se le está usando como un
medio únicamente de placer (*Arrepiéntete, lector;
haz acto de contrición, lectora. La R.). Propiciar la
promiscuidad queriendo evitar sus consecuencias con el condón
me parece que es indigno en un ambiente universitario en donde
el saber y la verdad es lo que debe prevalecer (Se alude a un
aparato de venta de condones en el baño de hombres de
la Facultad de Psicología). Está comprobado que
la promiscuidad es una de las causas principales del sida, y
el condón no es seguro, para botón de muestra tenemos
el caso de la UNAM (¿Le falló el condón
a la UNAM? ¡Qué desgracia! ¿Y con quién
follaba? La escandalizada R.). Por las razones dichas pido a
las autoridades académicas una brigada de salud sexual
(para atender a la UNAM de seguro. La R.) y la desaparición
de la venta (casi regalo) de los condones en la Facultad de Psicología”.
Señoras María Eugenia Hegowisch y Benigna Esquivel
Rendón, en carta del 6 de agosto de 1995, enviada a la
Universidad Autónoma de Querétaro.
En lo siguiente, “La
R” repite el discurso del obispo palabra por palabra en caso
que el lector dude de la idiotez del discurso sobre la sexualidad.
La repetición recalca lo espinoso que es semejante discurso
para los clérigos ya que la argumentación no es sólo
risible, sino indescifrable –un catálogo de imprecisiones:
A CONTINUACIÓN ALGUNAS
PRECISIONES:
I. El sexo
“El sexo, es decir, la existencia
de personas caracterizadas por la diversidad de su sexo. (Dice: ‘El
sexo, es decir, la existencia de personas caracterizadas por
la diversidad de su sexo’), no es algo malo, vergonzante
ni menos pecaminoso”.
II. Sexualidad o actividad
sexual
“El sexo como capacidad de interrelación
y de actividad sexual fundamenta la sexualidad (Dice: ‘El
sexo como capacidad de interrelación y de actividad sexual
fundamenta la sexualidad’). También es querida por
Dios la sexualidad”.
III. El placer
“A la luz de nuestra fe, el placer no
es, no constituye la finalidad del dinamismo sexual. El placer,
imaginado, es un estimulante, ciertamente fuerte estimulante
del dinamismo sexual, y a la vez, va unida, normalmente, a la
actividad sexual, ordenada y anárquica”.
Obispo de Ciudad Neza, José Melgoza
Osorio. Extractos del documento “Sida: el mal del siglo”,
del 2 de enero de 1990. Por mi madre, bohemios, p.65.
El discurso represivo sobre
la sexualidad se entronca perfectamente bien con las respuesta conservadora
de la iglesia a la modernización y la tolerancia de estructuras
sociales alternativas:
Y SI HAY MUCHOS TIPOS DE
FAMILIAS, QUIERE DECIR QUE LA TOLERANCIA SE DIVERSIFICA Y DEJA
DE SER SINONIMO DE PERDON POSTUMO “Y lo que es peor, hay
iniciativas para remplazar el término familia en el documento,
por el de familias. El plural está concebido para acomodar
otras formas de familias fuera de la estructura tradicional de
madre y padre (casados por las leyes de Dios) e incluye a padres
solos, familias polígamas y unidades encabezadas por personas
del mismo sexo”. Vocero papal Joaquín Navarro Valls.
La Jornada, 10 de septiembre de 1995.
El control sutil de la iglesia
sobre los creyentes populares se extiende a prácticas del
catolicismo popular que involucran la auto-flagelación, ya
que semejante fervor refuerza y solidifica la fe en los que puedan
buscar una salida más revolucionaria a su condición
desesperada de explotados y marginalizados:
AZOTATE QUE HAY VIDRIOS,
Y LOS VIDRIOS SON UNA ESCALA MISTICA.
“Las procesiones son formas de expresar
la fe, y las procesiones de laceración son válidas
porque son manifestaciones de fervor, es ofrecer a Dios un sacrificio”.
Obispo Ramón Godínez, secretario
general de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Nota de Fabiola
Guarneros. El Universal, 10 de abril de 1995.
Los lazos entre la iglesia
y los negocios se ponen al descubierto en el papel pacificador que
desempeña la iglesia en proyectos de inversión. Según
la iglesia, la clase trabajadora tiene que reprimir sus reclamos
de justicia socio-económica:
CLARO QUE NO SE CONTRADICE
EL DECLARANTE, QUE NOMAS HACE TRES MESES CALIFICO EL PROYECTO
DEL CLUB DE GOLF COMO “UN REGALO Y BENDICION DE DIOS”. “Si
no lo quieren (al club de golf), adelante. A mí lo único
que me importa es que se tengan trabajos dignos, no la instalación
del club de golf o de cualquier otra empresa”’. Obispo
de Cuernavaca Luis Reynoso Cervantes, luego de una querella con
los comuneros de Tepoztlán, a los que, académicamente,
llamó “gente sin estudios o ignorantes (...) que
ofendieron a su obispo y a Jesucristo”. Nota de Julio C.
Aranda. El Universal, 28 de octubre de 1995.
Conclusión
“Por mi madre, bohemios” ya no se escribe
aunque Monsiváis continúa en su papel de crítico
férreo de la realidad nacional. Aunque la columna era sumamente
humorística y anti-solemne en su nivel comunicacional manifiesto,
el mensaje profundo era serio: un acto político que sirvió para
galvanizar el rechazo de una burguesía nacional autocomplaciente
a favor de la sociedad más abierta y democrática. Con
un humor que azotaba, corroía e intimidaba, “Por mi
madre, bohemios” era la voz de resistencia. Así daba
lecciones morales contra la mentira de los políticos, el clero,
los empresarios y los profetas del neoliberalismo que intentan ejercer
su dominio sobre la conciencia de las clases populares--de los profetas
desiertos vienen. Lo que se evidencia en “Por mi madre, bohemios” no
es sólo la crisis institucional del México contemporáneo,
sino también la sociedad civil emergente que busca independizarse
tanto del estado como del mercado, pero que tiene que lidiar con una
crisis de representación, dominada ésta por el
engaño, el rumor, la cursilería, y el fraude moral
que vacían un discurso público disfuncional.
La columna atentaba contra el abuso del poder en
todas sus formas y en todas partes, y exponía la manera como
ese poder se plasmaba (y se plasma todavía) de manera insidiosa
y maligna en la textura del lenguaje de los que mandan, y lo hacía
recurriendo a un estilo que sobrecargaba con ambivalencia semántica
la ideología del discurso de la dominación hasta tal
punto que éste se derrumbaba bajo su propio peso retórico.
Como la taimada araña, Monsiváis enmaraña el
discurso del poder en su red lingüística, y al re-contextualizarlo,
lo desnuda y desarma, exponiendo sus contradicciones inherentes,
su hipocresía. En “Por mi madre, bohemios” el
contrapunto de voces dobladas colocaba todos los discursos en el
mismo nivel donde se veían obligados a defenderse y justificarse--jaque
mate.
Pero la ironía de Monsiváis no es
un vehículo para su propio autobombo o su alejamiento de la
realidad. Todo lo contrario: muestra la necesidad de transformar
esa realidad en dirección positiva; es una postura tanto ética
como estética que no se puede equiparar con el humor sereno
y desapasionado tan característico de gran parte del postmodernismo
en el “primer” mundo. La situación precaria de
la mayor parte de la población mexicana hace que semejante
humor sea altamente perverso, el tipo de humor elitista que uno asocia
con el esnob burgués indiferente a las tragedias del mundo.
Es decir, la ironía debe ser herramienta de la democracia
y no un fin en sí. En Monsiváis nunca se pierde de
vista este propósito primordial. Mientras la parodia y la
ironía crean un efecto de distanciamiento del objeto ironizado,
sea éste discurso o persona, en Monsiváis provoca la
tendencia contraria--el movimiento hacia los menos afortunados con
sentimiento de solidaridad.
Finalmente, y en caso que se piense que la cursilería
es monopolio de los políticos, he aquí una perla de
la actriz mexicana, Selma Hayek:
Y EN AQUELLA LE DIO A DIOSITO
POR PROMOVER EL MODELO DE ANITA EKBERG, JAYNE MANSFIELD Y DOLLY
PARTON.
“Cuando era niña tenía
miedo de que no me crecieran los pechos. Me decían La
Nadadora, porque nada por delante, nada por atrás.
Entonces visité una iglesia con mi madre. Yo al entrar
puse una mano en el agua y dije: Diosito, dame pechos y me toqué y
me hizo caso”.
Actriz Salma Hayek. Nota de Notimex. Novedades, 21
de septiembre de 1997.
Con testimonios así se
van a morir de hambre los cirujanos plásticos. ¡Cierro
mi alegato!
End notes
1. http://www.arzp.com/monsivais/monsurls.html Volver
2. Las crónicas que quizás
mejor demuestran la destreza humorística de Monsiváis
son Días de guardar, México: Era, 1970; Amor
perdido México: Era, 1977; Escenas de pudor y liviandad México:
Grijalbo, 1988; Los rituales del caos, México: Era, 1995. Volver
3. Nuevo Catecismo para indios
remisos, México, Siglo XXI, 1982; Edición Ilustrada,
México: Era, 1996. Volver
Bibliografía
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Persuasive Voice, Ithaca: Cornell University Press.
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Monsiváis, Carlos (1970) Días
de guardar, México: Era.
—— (1977) Amor perdido México:
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—— (1982; 1996) Nuevo Catecismo
para indios remisos, México, Siglo XXI.
—— (1988) Escenas de pudor y liviandad México,
D. F.: Grijalbo.
—— (1993) Por mi madre, bohemios,
México: Ediciones La Jornada.
—— (1995) Los rituales del caos, México,
D. F.: Era.
—— (1996 [1982]) Nuevo catecismo
para indios remisos, México, D. F.: Era.
—— (1997) Mexican Postcards,
London: Verso.
—— (2000) Salvador Novo: lo marginal
en el centro, México, D. F.: Era.
Poniatowska, Elena (2000) “Monsiváis:
cronista de un país a la deriva”, La Jornada Semanal 305,
Jan. 7 2000, pp. 2-6.
Rorty, Richard (1989) “Remarks on Deconstruction
and Pragmatism” en C. Mouffe (ed) Deconstruction and Pragmatism,
London: Routledge, pp. 10-18.
Swift, Jonathan (1995 [1729]) A Modest Proposal
and Other Satires, New York: Prometheus Books
Last
updated June 27, 2006
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