Delaware Review of Latin American Studies
Issues
Vol. 7   No. 1   June 30, 2006

La respuesta perdurable: El humor satírico en "Por mi madre, bohemios" de Carlos Monsiváis

Jeff Browitt
Institute for International Studies
University of Technology, Sydney
Jeffrey.Browitt@uts.edu.au

Abstract
Este estudio se ocupa del uso del lenguaje satírico y paródico en la legendaria columna “Por mi madre, bohemios”, escrita por el crítico cultural, Carlos Monsiváis, en el diario mexicano La Jornada en los años 80 y 90. Hace resaltar las maniobras ingeniosas y sumamente originales mediante las cuales Monsiváis hace que el lenguaje del poder se “auto-desconstruya” y se “auto-desligitimice”. La columna tuvo sus orígenes en 1968 en la época de las revueltas estudiantiles, pero tomó su forma definitiva al publicarse en los años 80 en el periódico, La Jornada. En 1993 se publicó una selección condensada de los ejemplos más lacerantes de “Por mi madre, bohemios” bajo el mismo título. Una colección mucho más extensa escrita en los años 90 se encuentra ahora en el Internet.(1) La columna representa, entre otras cosas, una de las maravillosas variantes del humor del escritor mexicano, el cual se manifiesta también en sus crónicas(2) y en libros como Nuevo catecismo para indios remisos (1996 [1982]),(3) el cual es una colección de 50 fábulas que satirizan los estragos de la evangelización de los indígenas mexicanos en la época colonial.

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Aparte de sus labores de cronista de la literatura y cultura mexicanas del siglo XX, durante los últimos 35 años Monsiváis ha sido un feroz crítico en todos los medios de comunicación de los que mueven las palancas del estado, especialmente del PRI, el partido político que dominó el gobierno mexicano por 70 años hasta que sufrió su primera derrota electoral nacional en 2000. En toda esta labor de disidencia intelectual, el lenguaje--su colusión con el poder, pero también el arma contra el mismo --ha sido para Monsiváis tanto objeto de estudio como medio predilecto para forjar respuestas creativas-subversivas a las clases dirigentes. Frecuentemente sus escritos no-ficcionales se caracterizan por ser exámenes mordaces y minuciosos del autoritarismo y elitismo de la sociedad cerrada, clerical, machista, y moralista. Quizás el texto o la serie de textos que más ilustra la extraordinaria habilidad que posee Monsiváis para desconstruir con la sátira paródica dicho autoritarismo y elitismo sea “Por mi madre, bohemios”. El título de la columna proviene del memorable poema de Guillermo Aguirre, “El brindis del bohemio”, en el cual varios bohemios se reúnen al fin del año en una cantina para llorar sus penas. De la misma manera en que el “poeta puro” del brindis no utiliza los lugares comunes de la poesía salmódica sino que elogia la sinceridad y sacrificios de su madre, Monsiváis reivindica el sufrimiento y el abandono de las clases bajas a manos del estado patriarcal y su clase dominante. Pero no lo hace invocando la voz de “los de abajo”, sino ridiculizando a los poderosos, los que han tenido el hocico en el comedero de los bienes nacionales a través del siglo XX: miembros del PRI y partidos políticos de toda calaña, obispos, nuncios, empresarios, banqueros, líderes sindicalistas, matronas moralistas, es decir, la burguesía en general. Y lo hace por nocaut o con la sutileza de un Oscar Wilde o un Salvador Novo, contrastando la hipocresía, la hipérbole y la falta de lógica del discurso de los infamados y usurpadores con la realidad cotidiana de la mayoría de la población. Su arma principal es el lenguaje: el humor paródico construido a través del hábil manejo de juegos verbales, dichos, refranes, y aforismos geniales e imprevistos de la cultura popular que contrastan con las declaraciones vacuas del discurso del poder y sus voceros--los bribones y apologistas de la clase dirigente. El resultado es devastador.

La sátira, como forma humorística, es idealista en el sentido de que es “desvergonzadamente didáctica y seriamente comprometida con la esperanza de que su poder pueda efectuar el cambio” (Bloom y Bloom 1979, 16, traducción mía). En este sentido, tiende a ser social y moralmente reformadora. La parodia, en contraste, es neutral en sí: “puede ser normativa y conservadora, o puede ser provocativa y revolucionaria” (Hutcheon 76). Es decir, puede utilizarse para poner a una persona o una situación en ridículo con intenciones clasistas, o con intenciones democratizadoras y redentoras. Su estrategia retórica principal es la ironía. La ironía vive en las tensiones de la lengua, en la capacidad de decir algo diferente a lo que enunciamos. La ironía explota las incongruencias que hay entre lo que se espera que ocurra y lo que en realidad ocurre con el propósito de exponer y hacer resaltar las contradicciones que surgen cuando hay una brecha entre la realidad y su correspondiente (mala) representación, la cual es ironizada para exponer su falsedad con resultados que con frecuencia son muy graciosos.

La principal forma de ironía practicada por Monsiváis es la ironía verbal; la ironía situada al nivel de la palabra o la oración, en donde funcionan los dobles sentidos y los juegos de palabras. Generalmente, la ironía no busca engañar, pero puede pasar desapercibida para un público que no esté compenetrado con la intención, el contexto del enunciado irónico o con la referencia intertextual que hacen que la ironía funcione. Según Claire Colebrooke “la ironía, aun en su forma más obvia, es siempre un diagnóstico y es política: para leer la ironía no solo se tiene que conocer el contexto, sino que se tiene que estar comprometido con las creencias y posiciones que hay dentro de ese contexto” (Colebrooke 12). No cabe duda de esto, pero tal ironía puede señalar varios niveles de compromiso con el mundo. Puede ser usada, por ejemplo, de forma filosófica para resaltar la locura, la vanidad y la inconsistencia de la vida humana, es decir, la ironía es cósmica, una postura que se asocia con desligamiento moral y político (la ironía que se auto-consume). Desde esta perspectiva, “no hay verdad o razón detrás de nuestros valores”; la ironía es “sólo un reconocimiento de la futilidad o inhumanidad del destino” (Colebrooke 18; 22). La ironía puede ser empleada también de manera clasista para marcar la distancia entre el ironista culto y venenoso y su lector culto ideal, por una parte, y por otra, las clases populares “ignorantes” o “incultas”. Pero alternativamente dicha ironía cáustica puede ser empleada con intenciones democratizantes y socialmente transformadoras. Este último uso es el que es más característico de las parodias satíricas ejemplificadas en los escritos de Carlos Monsiváis, quien no busca desligarse existencialmente de los problemas del mundo, sino más bien comprometerse con la redención de los grupos más abyectos y marginalizados--les miserables. Esta es una posición afincada en la realidad que busca extinguir la distancia entre el intelectual radicalizado y el subalterno, en vez de acentuarla a través del distanciamiento irónico. Dice Elena Poniatowska al respecto:


Carlos Monsiváis estaría incompleto sin una mención a su inteligente sentido del humor que lo emparienta con la escuela de Swift por ser siempre irónico y jamás condescendiente” (Poniatowska 6);

Detrás del humor, de la ironía, de la burla, surge un alegato profundo a favor de la tolerancia, la libertad, los derechos humanos, la crítica como actividad intelectual por excelencia, la sociedad abierta (Ibid.).


Por supuesto, para captar la ironía de Monsiváis en toda su extensión, debemos saber algo de su medio, del México del siglo XX que lucha contra el legado de una revolución congelada, contra el clericalismo cerrado y moralista y contra un estado paternalista. Y a veces se necesita un conocimiento general e incluso íntimo de las intrigas, pecados y prioridades de los actores de esta telenovela nacional, principalmente de los políticos, la jerarquía eclesiástica, los empresarios y los líderes sindicalistas vendidos.

Pero ¿qué hay de postmoderno en todo esto? El humor tal como se practica en la escritura de Monsiváis ocurre en la era posmoderna, y no más por eso es “postmoderno”. Pero va mucho más allá: en estilo postmoderno, Monsiváis carnavaliza su discurso humorístico armándolo con juegos verbales, mezcla de géneros e intertextualidades hasta tal punto que quizás Monsiváis mismo sea el único (con la posible excepción de Sergio Pitol y Carlos Fuentes) capaz de descodificarlo todo. Además, combina elementos tanto de la cultura élite como de la popular, aunque su lector típico no sea de las clases populares. Pero en general, la literatura y la filosofía postmodernas se consideran anti-racionalistas, anti-realistas, y anti-burguesas. De hecho, cierta variante de ironía postmoderna niega aseveraciones de verdad y ve en el uso de la ironía el reconocimiento de que todas las posturas políticas-éticas tienen igual valor, por ser construcciones lingüísticas y contextualizadas. El filósofo norteamericano Richard Rorty ejemplifica esta perspectiva: “Considero que los pragmatistas y desconstrucionistas están unidos al pensar que cualquier cosa puede ser otra cosa si la colocas en el contexto apropiado, y que ‘apropiado’ sólo significa el contexto que mejor sirve a los propósitos de alguien en cierto momento en cierto lugar” (Rorty 1996, 43). Pero Monsiváis diría que, aunque no hay una posición o postura ideológica omnisciente e infalible que sea la única verdad , es moralmente superior una postura que se opone al dogma, a la explotación y a la avaricia, una postura subversiva del machismo, del racismo, del colonialismo, de la homofobia, etc. Monsiváis es postmoderno en el sentido de que sospecha de cualquier discurso fundacional como el expuesto por el discurso del poder (especialmente el del discurso nacionalista de la modernidad), pero esta postura “postmoderna” no abandona la verdad y la razón, meramente requiere que se las practiquen y no sólo que se las prediquen. El único anti-realismo y anti-racionalismo en la obra de Monsiváis, entonces, es la irrealidad e ilogicidad del discurso “modernizante” de la burguesía nacional.

El humor en Monsiváis mina la autoridad paternalista, la inercia institucional y el lenguaje cosificado de la clase dirigente. Las fuentes de esta postura satírica-irónica son varias, y parecen incluir influencias diversas como Oscar Wilde, la counter-culture norteamericana y su efecto sobre la “Onda” mexicana, y los periodistas radicales (New Journalism) de los años 60 en los Estado Unidos como Tom Wolfe y Norman Mailer (Egan x). Aun hay ecos de Voltaire, Swift y el humor judío frente al desastre y la tragedia. Pero a pesar de todo, el aprendizaje parece haber pasado por influencias más cercanas: Salvador Novo y los escritores mexicanos del los años 30 conocidos como los “Contemporáneos”. De hecho Monsiváis más o menos admite esto en su maravilloso retrato de Salvador Novo. Al igual que Novo y los Contemporáneos, Monsiváis se distancia del chovinismo y machismo del proyecto revolucionario nacional. Se podría aseverar sin temor a equivocarse que lo que dice Monsiváis de Salvador Novo se aplica a sí mismo: “reelabora el infierno social como paraíso escritural” (Salvador Novo 35); “Novo se lanza contra los provincianos, contra los izquierdistas, contra los falsos prestigios, contra los machistas” (67); tiene un “sentido del humor que reduce al absurdo las pretensiones de los machos y los patanes” (85).

No es de extrañar entonces que la admiración que siente Monsiváis por Novo encuentre su paralelo al norte de la frontera en la solidaridad y activismo político de los gays norteamericanos. Cita con aprobación a Daniel Harris en The Rise and Fall of Gay Culture (1997):


A los homosexuales los atrajo la imagen de la Perra... en parte por su lengua malvada, su habilidad para alcanzar a través del diálogo, a través de su ayuda verbal, sus respuestas velocísimas, ese control sobre otros que con frecuencia los gays no obtienen sobre sus propias vidas. La fantasía de la vagina dentata malévola, rebosante de puñaladas traperas, siempre alerta, siempre dispuesta a demoler al oponente con una frase pasmosa, es la fantasía de una minoría sin poder que se afirma a través del lenguaje, no de la violencia física […] La ironía se convirtió en el arma mortífera por excelencia en el arsenal gay antes de la revuelta de Stonewall en 1969 (Harris, citado y traducido por Monsiváis en SalvadorNovo 41).


En los años 30, Novo escribe una columna, “La semana pasada”, en la revista Hoy. Para Monsiváis, la columna


[está] extraordinariamente bien escrita y documentada, [es] muy ácida, contiene retratos de políticos, recuentos de actividades presidenciales y noticias de relieve. Auxiliado por un equipo de reporteros jóvenes y ambiciosos… Novo se vuelve el crítico más eficaz del régimen de Lázaro Cárdenas (1934-1940), gracias a la capacidad de síntesis, la ironía y el vértigo narrativo (114).


Es difícil no ver en Novo un modelo a seguir y su obra periodística posteriormente viene a ser el prototipo de “Por mi madre, bohemios”, apropiadamente ajustado a las necesidades de su época contemporánea:


Para mí, Novo es la posibilidad de la ironía, de la sátira, del buen humor, de la inteligencia, del periodismo culto, del malabarismo perfecto. Novo es el mejor prosista de México. Yo sí me considero un discípulo de Novo, lo que pasa es que él no ha de querer considerarme discípulo por lo mal que escribo (Monsiváis citado en Poniatowska 2).


Pero aunque ambos practican el uso del lenguaje contra el abuso del mismo y dirigen su sátira irónica a la hipocresía del discurso oficial, una diferencia crucial es la noción de la ironía como existencia en Novo versus la ironía como arma política y desmitificadora en Monsiváis. Monsiváis dista de Novo en su defensa de los más desamparados de la sociedad mexicana, mientras que Novo, sin duda bajo una censura más agresiva todavía de la sociedad clerical y machista, se refugia en la burguesía y la élite artística: “A Novo el humor, y un humor salvaje y procaz, lo distancia de la amargura de lo real” (39) . Para Monsiváis, por el contrario, la atroz manipulación y explotación de las clases bajas por parte de sus líderes y pontífices (tanto religiosos como “seculares”) lo impela a hacer de esta situación nacional el objeto y la fuente de inspiración de su propio proyecto artístico-escritural. No obstante, semejante sátira requiere de un lector con ideas afines, de lo contrario, no tiene fuerza performativa, no logra cambiar nada. Así el destinatario ideal del humor de Monsiváis es el lector sagaz, culto, y social-demócrata. Se requiere de él cierto nivel de sofisticación para descodificar los juegos verbales y las referencias intertextuales políticas y culturales. Se forma de esta manera una comunidad de conciudadanos descreídos, abstencionistas de la retórica del discurso estatal y los lugares comunes del poder.

Mediante la yuxtaposición y democratización de voces, el humor iconoclasta es un arma de los débiles, pero un arma que se vuelve mortífera en manos de Monsiváis que ridiculiza la teatralidad, la pomposidad y el estilo declamatorio de las élites políticas y económicas de un estado paternalista y corrupto y de una jerarquía eclesiástica obsesionada por salvar almas y reprimir la sexualidad. Veamos cómo se logra esto.

 

“Por mi madre, bohemios” es todo un juego de voces. Allí encontramos:

  • La voz del declarante que se desprende de la voz colectiva de la gente de bien o la gente poderosa de la cual se genera su discurso.
  • La voz de Monsiváis mismo que hace la selección de textos, inventa las glosas punzantes, elabora el juego verbal y las citas intertextuales.
  • “La R” (la Redacción), la voz incorpórea, el desdoblado de Monsiváis, y sus signos estilísticos: “but of course”; “NO COMMENT”, “PARA DOCUMENTAR NUESTRO OPTIMISMO”. La R es el abogado acusador descreído e irónico que habla por el pueblo, a veces sarcástico, a veces asombrado y admirativo de la creatividad de los vuelos retóricos y dobleces de sus declarantes, los que mueven las palancas en México. La R puede expresar fielmente la voz de Monsiváis, pero también a veces finge ignorancia, asombro, inocencia o estupor para intensificar el efecto humorístico frente a las bobadas del declarante.
  • La voz silenciada del pueblo que reclama justicia.
  • La voz de lo “no dicho” –la verdad de una situación tergiversada, cuyas sutilezas a veces pasan casi desapercibidas, por la voz del declarante.
  • Un sin fin de voces en forma de citas parafraseadas y guiños intertextuales de otras voces a través de la literatura e historia occidental
  • Finalmente hay una voz implícita del lector ideal (y quizás no ideal) con quien el autor busca establecer un diálogo democrático. Todas estas voces entran en diálogo, o mejor dicho, “plurálogo”, una carnavalización de posturas, registros, valores y reputaciones –cada quien saca sus propias conclusiones según su orientación.

La voz narrativa, “la R”, dialoga directamente con el lector o con el declarante. Los comentarios pueden ir en letra cursiva, mayúsculas o entre paréntesis. El blanco favorito de la columna siempre han sido los voceros, funcionarios y líderes del PRI y el servilismo que los adulaba. Junto con la jerarquía eclesiástica, la clase empresarial y la burguesía moralista, representan en conjunto una fuerza conservadora que sirve para mantener el estatus quo de dominación clasista. La columna suele comenzar con el habitual dicho monsivaisiano –“Para documentar nuestro optimismo”– que desde ya ironiza la consternación de la voz del comentarista y del lector acostumbrados a la estupidez de un declarante que viene a continuación. Luego viene el encabezado que, en contra del orden esperado, precede la declaración citada. Esto tiene el efecto de preparar al lector para que de inmediato pueda sopesar las afirmaciones. Además, invita a una segunda lectura para verificar y admirar la certeza del encabezado burlón:

 

Y EL BARON MUNCHAUSEN CONTO LA HISTORIA DEL HOMBRE QUE PENSO QUE LA LUNA ERA DE QUESO, Y SE LA COMIO, DEJANDO A OSCURAS A LA TIERRA. Y TODOS LE APLAUDIERON AL BARON PORQUE SU RELATO ADEMAS DE CIERTO ERA CREIBLE.

“El PRI no es el partido oficial, es el partido del pueblo en el poder”.

Líder del Senado Emilio M. González. Nota de Alfredo Márquez. El Financiero, 17 de septiembre de 1990, Por mi madre, bohemios, p. 185.

UNA EXCELENTE Y NOVEDOSA DEFINICION DE COSMOPOLITA

“—¿Cómo entender las versiones de que Morelos es refugio de narcotraficantes y secuestradores?

Morelos es un estado cosmopolita, por lo tanto decir que tal persona, que tal corriente política, cultural o delincuencial no tiene un lugar en el estado, sería tanto como desconocer la realidad. En este pluralismo (Sic que se amplía) caben todos, desde boxeadores hasta María Félix, de manera tal que no somos un excluyente tajante de la presencia de secuestradores y narcotraficantes”.

Gobernador de Morelos Jorge Carrillo Olea. Reforma, 6 de febrero de1998.

MI NO SABE. MI SOLO ATIENDE DEMOCRATIZACION DEL PRI. MI NACIO AYER. MI NO RECIBIR TODAVIA ACTA DE NACIMIENTO.

“Desconozco si Gerardo de Prevoisin, -ex director de AeroMéxico- donó 8 millones de dólares para las campañas del PRI en 1994”.

Líder histórico del PRI Mariano Palacios Alcocer. Reforma, 16 de junio de 1998.

El lector acostumbrado a semejante credulidad partidaria del discurso del PRI se deleita con la infantilización de las declaraciones de parte de “la R”. A veces la intervención sólo toma forma de un encabezado chistoso. A veces todo un diálogo y un juego de intertextualidades se desprenden de las intervenciones:

 

¡UN NUEVO ESPIA ENTRE NOSOTROS! Y NOSOTROS QUE NOS QUEJABAMOS DEL EXCESO DE BONDAD EN LAS CAMPAÑAS.

“Los viajes de Vicente Fox a Estados Unidos son sospechosos, me tienen preocupado. Da la impresión de que está pactando la venta de Pemex [compañía nacional-estatal que tiene el monopolio sobre el petróleo]. Si es así nos debe informar a qué precio y con qué compañía (Pues qué solidario el declarante con los negocios de su adversario. La R.) No sólo es asunto económico, qué conviene o no vender, si todo fuera económico vendería uno la conciencia, los principios y éstos no se venden, no está uno en oferta o en subasta”. (Pues ahora ya localizamos la causa de la pobreza de la mayoría de los mexicanos. A ningún comprador le interesan ni su conciencia ni sus principios. ¿No podría hacer algo el declarante para que éstos adquiriesen un precio en el mercado, el que fuese?)

Candidato del PRI a la Presidencia, Francisco Labastida. La Jornada, 6 de mayo de 2000. Por el regreso del Catecismo del Padre Ripalda: Carlos Monsiváis.

El humor aquí no surge sólo de los comentarios sarcásticos intercalados para socavar la ingenuidad e insinceridad del declarante, sino también de la ironía de lo no dicho –la realidad subyacente que contradice la declaración, ya que Monsiváis y sus lectores saben muy bien, por supuesto, que justamente de la venta de conciencias y principios es de lo que se trata y desde hace décadas. Igualmente insincera es la acusación de vender PEMEX ya que en mayo de 2000, Fox todavía no había ganado las elecciones: Monsiváis expone la maniobra priísta difamatoria. El encabezado en este caso tiene como intertextualidad las promesas de una campaña electoral más limpia y la referencia al espionaje y la limpieza es doblemente irónica: nadie se quejaba de la excesiva bondad de la campaña (de la intertextualidad que se relaciona con el mismo Francisco Labastida y ni hablar de cómo llegó a ser el candidato del PRI a la presidencia). Para rematar la broma, la R apela (irónicamente, but of course) al Catecismo paternalista del Padre Ripalda para que se instale la ética.

A veces el declarante se desconstruye a sí mismo a tal punto que la R se queda estupefacta y muda:

 

NO COMMENT

“He donado 73 millones de pesos a diferentes instituciones de asistencia social públicas y privadas, he apoyado campañas políticas de mi partido, he pagado el mármol que luce la Iglesia Jesús María, he cubierto el importe de energía eléctrica para varios templos católicos... Si aclaro esto es para que no se piense que tengo dinero en Suiza. Apenas conozco Xochimilco y Chiconcuac”.

Señora Guillermina Richo, priista desde los 12 años de edad, y dirigente de comerciantes ambulantes en el DF. Nota de Norberto Hernández Montiel. La Jornada, 10 de enero de 1990. Por mi madre, bohemios, p. 34.

En la siguiente declaración se repite el tema clasista del cuento de hadas en el cual el aristócrata se disfraza para conocer más de cerca a la gente “humilde”. Monsiváis aprovecha la cultura popular contemporánea para exponer la ridiculez del político, la cual parece no tener límites:

 

MY NAME IS ROMO, JAMES ROMO

“¿Cómo realizo mis ejercicios de autoinvestigación? (AutoStar). Hay ocasiones en que llego al extremo, contra lo que opinan los ayudantes dizque de seguridad, de tomar mi vehículo solo, ir a dialogar con los habitantes de una u otra colonia, o simplemente ir a verificar si una obra importante se realiza conforme a lo comprometido... Menos ortodoxo es el otro ejercicio de autoinvestigación. Una vez hasta me disfracé.

ADIVINE LECTOR. ¿SE PUSO PASAMONTAÑAS PARA QUE LOLITA DE LA VEGA LO CONFUNDIERA CON UN SUECO? ¿SE ATAVIO DE PRINCIPE PARA QUE LE SACARAN UNA FOTO EN “HOLA”? ¿QUE HIZO?

...Me puse un sombrero de esos que se usan por acá, lentes oscuros, y en la noche abordé un taxi (La R. se solidariza de inmediato con el compañero taxista. Con ese disfraz de seguro pensó que se trataba de un asalto). Al compañero taxista le pregunté qué opina de esto, qué opina de aquello. Se puede hablar con mucha confianza con los taxistas porque son lo que más saben de lo que pasa en una sociedad, en una entidad, en una ciudad y en una colonia (Y entonces, ¿por qué todos los próximos gobernadores no son taxistas? La R.). Al despedirme, me reconoció y dijo: “Usted es el gobernador del estado. ¡Ya me llevó la chin...!” (Si lo reconoció es que sí sabe todo lo que pasa en la entidad. La R.).

“No al contrario, yo te agradezco mucho que me hayas comentado las cosas que te pasan. Te espero tal fecha en mi oficina, y atendemos entonces el asunto que más le inquieta”. (¿Por qué se disfrazaba el gobernador?)

Gobernador de Zacatecas Arturo Romo. Entrevista de Oscar Hinojosa. El Universal, 4 de marzo de 1998.

A veces la crítica de la insinceridad del gobierno toma la forma de una extendida diatriba, pero a la inversa, al estilo irónico monsivaisiano. En las propuestas que están a continuación se busca una solución a la situación del levantamiento indígena en Chiapas. El humor negro es digno del Jonathan Swift de A Modest Proposal:

 

Propuestas para la Plataforma Básica del Grupo de Humanistas y Filántropos ansiosos de ayudar a Chiapas para que abandone su condición y su población indígenas.

1. Que se regañe en público y, con látigo, se fustigue en ausencia al gobierno de la República por no haber exterminado (por lo menos hasta la cuarta generación) a los indígenas levantiscos de enero de 1994. Estaban fuera de la ley y no eran banqueros. Fue un grave error político y moral dejarlos vivos.

2. Que se les niegue cualquier derecho al diálogo a los indios amotinados mientras no pertenezcan todos al Club de Industriales, y acepten que las injusticias sociales cometidas contra ellos se debieron al tono de su comportamiento, moreno oscuro y descalzo.

3. Que se extermine ahora mismo a los Patarrajada porque están fuera de la ley, por el hecho mismo de no nacer hablando francés e inglés y porque no seremos un país civilizado y globalizado mientras haya indios que nomás por estar vivos quieran derechos.

4. Que se acabe con las autonomías, incluidas la de movilidad física (de la movilidad social nunca han gozado, para nuestra fortuna), y que en caso de enfrentamientos se azote a los indios muertos antes de enviarlos a la fosa común. ¡Legalidad, Igualdad!

Si esto no se cumple, continuaremos mancillando la pulcra imagen del tan satanizado y tan admirable Carlos Salinas.

La Jornada lunes 22 de junio de 1998

Otro blanco predilecto de “Por mi madre” son los líderes sindicalistas. El trasfondo histórico es la cooptación del liderazgo de los sindicatos por parte del estado como manera de desactivarlos. La CTM ( Confederación de Trabajadores Mexicanos) es la organización laboral más grande y de más peso en el país que cuenta con la incorporación de miles de sindicatos y más de 5 millones de trabajadores. En 1997 (y a los 97 años) murió Fidel Velásquez su secretario general y uno de los políticos más omnipotentes del país. Cuando falleció todavía era jefe de la CTM, cargo que había ejercido desde 1941. Tenía fama de vendido y de perro faldero del PRI. Para ser reconocido oficialmente, cualquier sindicato tiene que registrarse con el Secretariado de labor y bienestar social, lo cual garantiza protección bajo el Código Laboral. Pero el precio de esta protección es que no se puede declarar en huelga sin el permiso del secretariado, so pena de multas del gobierno y despido de empleados. Naturalmente este arreglo es una receta para la manipulación y el soborno de los líderes sindicalistas aliados del PRI, y de hecho, el sistema se conoce por su corrupción y paternalismo:

 

EN EL PAIS NOMAS HAY DOS SOPAS, LA DEL SUPREMO GOBIERNO (Y EL MONOPOLIO DEL CARISMA), Y LA QUE SE TOMA EN CUCLILLAS EN LOS RECLUSORIOS, USTEDES ELIJAN.

“El Pacto es una medida que no agrada a los trabajadores, pero éstos saben, aunque tengan hambre, que no había de otra... El Pacto es un mecanismo en el que los sectores acuden para aportar y no para recibir (Premio ‘No me defiendas compadre’ al mejor exegeta de las frases oficiales)... No se debe aplazar más la recuperación en el poder adquisitivo de los trabajadores de la ciudad y del campo, pero no será mediante aumentos salariales como se resuelva este complicado problema... Hay que buscar soluciones más de fondo, y no optar por la más fácil o la más populista, que sería aumentar los salarios”. (Una muy conveniente sería enseñar a los trabajadores a no comer).

Señor Filiberto Ochoa Zaragoza, secretario de Acción Política de la CTM. Nota de Antonio Vásquez. Unomásuno, 31/5/90.

SI ESTA DECLARACION SUBLIME NO LO CONMUEVE HASTA LAS LAGRIMAS, SE DEBE A QUE USTED NUNCA RECIBIO INSTRUCCION RELIGIOSA Y NO TIENE OLFATO PARA LOS MILAGROS

“¿Por qué razón el gobierno buscaría debilitar a la CTM? Porque nunca han encontrado entreguismo. Se equivocan cuando piensan que si acaban con la CTM van a tener el mando total o que los obreros se van a someter. Nunca han podido someternos porque somos y seguiremos siendo una central de pelea de lucha por la emancipación de los trabajadores”.

Senador José Ramírez Gamero, emancipador hijo de un dirigente cetemista, ex diputado y ex gobernador de Durango. Nota de Francisco Arroyo, El Universal, 27 de diciembre de 1997.

NO ES VOTO CORPORATIVO DESDE LUEGO, SINO VOTO INFANTIL

“La CTM no practica el voto corporativo. La CTM orienta, se les manifiesta a los trabajadores qué es la Revolución; qué es lo que debemos defender, a favor de quién vamos a votar, por qué y por qué no vamos a votar a favor del PAN”.

Líder cetemista de Puebla, Adolfo García Camacho. Nota de Alejandro Herrera y Andrés Ortega. Unomásuno, 10 de abril de 1998.

La mentalidad empresarial también se destaca por su vacuidad, y al igual que el control que ejercen los líderes sindicalistas sobre la clase obrera, los empresarios trabajan para conservar las estructuras socio-económicas jerarquizadas . Monsiváis hace de sus declaraciones obras de arte al desprenderlas de su contexto original e insertarlas en un contexto paródico. Al ponerlas en dicho contexto descomunal, cobran una vida cómica e irracional:

 

AL CONTRARIO. LOS TRABAJADORES PREFIEREN QUE SE AUMENTEN LOS PRECIOS A LO LOCO, PARA ASI NO CAER EN LA TENTACIÓN DEL CONSUMISMO, Y LLEGAR MAS PRONTO AL CIELO.

“Los trabajadores no están hartos de tanto aumento de precios. Sí lo están de sus representantes sindicales”.

Señor Luis Enrique Grajeda, director del Centro Patronal de Nuevo León, Nota de Pedro García, Excélsior, 25 de septiembre de 1990.

ES MAS, DE ACUERDO CON ESTA LOGICA, DIOS CREO LA RIQUEZA SOLO PARA QUE LOS EMPRESARIOS TUVIESEN ALGO QUE HACER.

“Los empresarios deseamos el bienestar social de todos los que dependan de nosotros. Creo que los empresarios somos un medio del que Dios se vale para la administración de la riqueza temporal”.

Empresario duranguense Alfonso Fernández de Castro. La Jornada, 4 de mayo de 1990, Por mi madre, bohemios, p. 112.

LO QUE TIENE UNO QUE OIR, QUE LEER Y, SOBRE TODO, QUE ENTENDER

“El futuro de México está en la modernización de los partidos de izquierda, pues los panistas salieron más rateros que los peores pillos priístas (No es por contradecirlo mi distinguido, pero esa hazaña no es cualquier cosa. Si es cierto, hay que llamar de inmediato al Libro de Records Guinness. La R.)... Ni siquiera (el gobierno) ha terminado con los acuerdos de los derechos indígenas que han sido violados desde Hernán Cortés hasta el subcomandante Marcos”. (¡Ya ven, el pinche pasamontañero es de Extranjia y para colmo gachupín!).

Señor Eugenio Canales Clariond, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Nota de Gustavo Chavolla Nava. El Universal, 6 de marzo de 1998.

¿Y CUAL FUE LA ENORME LIMITACION HISTORICA DE JULIO CESAR, NAPOLEON Y EMILIANO ZAPATA? EXACTAMENTE! ERAN ANALFABETAS EN MATERIA DE COMPUTACION.

“Antiguamente los grandes guerreros, valerosos, honrados, leales, carismáticos, eran los que conformaban el espíritu y grandeza de los pueblos. En la actualidad, los grandes administradores de las mejores empresas son los que están conformando la filosofía y los valores de los pueblos, la riqueza de las naciones. La imagen de IBM, de Banamex, de Cemex, es la imagen que tienen en la sociedad las personas que trabajan para esas firmas (“El logo de mi empresa es mi conciencia”, dirá algún Sócrates del porvenir al hablar con un Alcibiades. La R.); es la imagen que su alta dirección les ha proyectado, viven con la filosofía y los valores de la alta dirección. Son las empresas líderes las que están conformando las naciones. Ya no pueden eludir esta responsabilidad. Las naciones son lo que sus empresas son”. (Por eso, en el año 2000 vamos a elegir al Gerente de la República).

Señor Edmundo Resenos Díaz, jefe del departamento de doctorado e investigación de la Escuela Superior de Contaduría y Administración del IPN. El Financiero, 11 de abril de 1995.

Otro pilar de control social siempre ha sido la iglesia católica tanto por su colusión con el estado como con los capitanes de la industria capitalista. Los clérigos recurren a un código medieval sobre la sexualidad, incluso para con el uso de los condones, lo cual ha sido muy nocivo para las campañas contra la SIDA:

 

DE ACUERDO, EL CONDON ES UNA NIMIEDAD PORQUE LA VIDA NO VALE NADA.

“...¿Qué piensa usted del uso del condón?

Estoy a favor del amor humano y no del amor animal. (No sabíamos que los condones fuesen una especie en extinción. La R.) Lo que estaría de acuerdo es que eleváramos la discusión, que habláramos de amor humano y no de amor animal. Lo que más acerca a los hombres y mujeres es Dios, por lo que no es correcto hablar de nimiedades. No hablemos de nimiedades (como el condón) cuando lo que debemos de elevar es el discurso”. (Así lo dijo).

Nuncio papal Justo Mullor. Nota de Fabián Muñoz. El Norte, 13 de marzo de 1998. Selección de textos: Alejandro Brito. Quema de nimiedades para facilitar la espiritualidad: Carlos Monsiváis.

Esta moral tiene sus aliados entre elementos de la burguesía que respalda el control que la iglesia ejerce sobre la las clases populares. He aquí la respuesta de dos damas de la alta sociedad sobre la venta de condones en la universidad:

 

Y ENTRE LOS CONDONES QUE DEBEN ELIMINARSE, SE ENCUENTRA DESDE LUEGO EL CONDON UMBILICAL. (EL CHISTE ES MALISIMO, PERO LA CARTA QUE SE REPRODUCE A CONTINUACION, LO EXIGIA A GRITOS). “A quien corresponda: Por medio de la presente, nos interesa hacer llegar esta petición al cuerpo directivo de la Universidad Autónoma de Querétaro: La experiencia misma nos dice que el hombre está naturalmente sexuado, razón por la cual el sexo es parte integral de la persona (De asombro en asombro, la R. culpa a la experiencia de tan nefando conocimiento). De esto se deduce que el sexo es algo natural en el hombre (en la mujer ya es harina de otro costal. La R.), y por lo tanto tiene su propio proceso natural que se da en el acto sexual, consiguiendo implícitamente el placer (explícitamente, sólo la santidad. La R.) y la posibilidad de procreación; quitar uno de estos dos procesos ya está siendo algo antinatural. En este caso los condones están coartando la posibilidad de embarazo y con eso se cosifica a la persona ya que se le está usando como un medio únicamente de placer (*Arrepiéntete, lector; haz acto de contrición, lectora. La R.). Propiciar la promiscuidad queriendo evitar sus consecuencias con el condón me parece que es indigno en un ambiente universitario en donde el saber y la verdad es lo que debe prevalecer (Se alude a un aparato de venta de condones en el baño de hombres de la Facultad de Psicología). Está comprobado que la promiscuidad es una de las causas principales del sida, y el condón no es seguro, para botón de muestra tenemos el caso de la UNAM (¿Le falló el condón a la UNAM? ¡Qué desgracia! ¿Y con quién follaba? La escandalizada R.). Por las razones dichas pido a las autoridades académicas una brigada de salud sexual (para atender a la UNAM de seguro. La R.) y la desaparición de la venta (casi regalo) de los condones en la Facultad de Psicología”. Señoras María Eugenia Hegowisch y Benigna Esquivel Rendón, en carta del 6 de agosto de 1995, enviada a la Universidad Autónoma de Querétaro.

En lo siguiente, “La R” repite el discurso del obispo palabra por palabra en caso que el lector dude de la idiotez del discurso sobre la sexualidad. La repetición recalca lo espinoso que es semejante discurso para los clérigos ya que la argumentación no es sólo risible, sino indescifrable –un catálogo de imprecisiones:

 

A CONTINUACIÓN ALGUNAS PRECISIONES:

I. El sexo

El sexo, es decir, la existencia de personas caracterizadas por la diversidad de su sexo. (Dice: ‘El sexo, es decir, la existencia de personas caracterizadas por la diversidad de su sexo’), no es algo malo, vergonzante ni menos pecaminoso”.

II. Sexualidad o actividad sexual

“El sexo como capacidad de interrelación y de actividad sexual fundamenta la sexualidad (Dice: ‘El sexo como capacidad de interrelación y de actividad sexual fundamenta la sexualidad’). También es querida por Dios la sexualidad”.

III. El placer

“A la luz de nuestra fe, el placer no es, no constituye la finalidad del dinamismo sexual. El placer, imaginado, es un estimulante, ciertamente fuerte estimulante del dinamismo sexual, y a la vez, va unida, normalmente, a la actividad sexual, ordenada y anárquica”.

Obispo de Ciudad Neza, José Melgoza Osorio. Extractos del documento “Sida: el mal del siglo”, del 2 de enero de 1990. Por mi madre, bohemios, p.65.

El discurso represivo sobre la sexualidad se entronca perfectamente bien con las respuesta conservadora de la iglesia a la modernización y la tolerancia de estructuras sociales alternativas:

 

Y SI HAY MUCHOS TIPOS DE FAMILIAS, QUIERE DECIR QUE LA TOLERANCIA SE DIVERSIFICA Y DEJA DE SER SINONIMO DE PERDON POSTUMO “Y lo que es peor, hay iniciativas para remplazar el término familia en el documento, por el de familias. El plural está concebido para acomodar otras formas de familias fuera de la estructura tradicional de madre y padre (casados por las leyes de Dios) e incluye a padres solos, familias polígamas y unidades encabezadas por personas del mismo sexo”. Vocero papal Joaquín Navarro Valls. La Jornada, 10 de septiembre de 1995.

El control sutil de la iglesia sobre los creyentes populares se extiende a prácticas del catolicismo popular que involucran la auto-flagelación, ya que semejante fervor refuerza y solidifica la fe en los que puedan buscar una salida más revolucionaria a su condición desesperada de explotados y marginalizados:

 

AZOTATE QUE HAY VIDRIOS, Y LOS VIDRIOS SON UNA ESCALA MISTICA.

“Las procesiones son formas de expresar la fe, y las procesiones de laceración son válidas porque son manifestaciones de fervor, es ofrecer a Dios un sacrificio”.

Obispo Ramón Godínez, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Nota de Fabiola Guarneros. El Universal, 10 de abril de 1995.

Los lazos entre la iglesia y los negocios se ponen al descubierto en el papel pacificador que desempeña la iglesia en proyectos de inversión. Según la iglesia, la clase trabajadora tiene que reprimir sus reclamos de justicia socio-económica:

 

CLARO QUE NO SE CONTRADICE EL DECLARANTE, QUE NOMAS HACE TRES MESES CALIFICO EL PROYECTO DEL CLUB DE GOLF COMO “UN REGALO Y BENDICION DE DIOS”. “Si no lo quieren (al club de golf), adelante. A mí lo único que me importa es que se tengan trabajos dignos, no la instalación del club de golf o de cualquier otra empresa”’. Obispo de Cuernavaca Luis Reynoso Cervantes, luego de una querella con los comuneros de Tepoztlán, a los que, académicamente, llamó “gente sin estudios o ignorantes (...) que ofendieron a su obispo y a Jesucristo”. Nota de Julio C. Aranda. El Universal, 28 de octubre de 1995.

Conclusión

“Por mi madre, bohemios” ya no se escribe aunque Monsiváis continúa en su papel de crítico férreo de la realidad nacional. Aunque la columna era sumamente humorística y anti-solemne en su nivel comunicacional manifiesto, el mensaje profundo era serio: un acto político que sirvió para galvanizar el rechazo de una burguesía nacional autocomplaciente a favor de la sociedad más abierta y democrática. Con un humor que azotaba, corroía e intimidaba, “Por mi madre, bohemios” era la voz de resistencia. Así daba lecciones morales contra la mentira de los políticos, el clero, los empresarios y los profetas del neoliberalismo que intentan ejercer su dominio sobre la conciencia de las clases populares--de los profetas desiertos vienen. Lo que se evidencia en “Por mi madre, bohemios” no es sólo la crisis institucional del México contemporáneo, sino también la sociedad civil emergente que busca independizarse tanto del estado como del mercado, pero que tiene que lidiar con una crisis de representación, dominada ésta por el engaño, el rumor, la cursilería, y el fraude moral que vacían un discurso público disfuncional.

La columna atentaba contra el abuso del poder en todas sus formas y en todas partes, y exponía la manera como ese poder se plasmaba (y se plasma todavía) de manera insidiosa y maligna en la textura del lenguaje de los que mandan, y lo hacía recurriendo a un estilo que sobrecargaba con ambivalencia semántica la ideología del discurso de la dominación hasta tal punto que éste se derrumbaba bajo su propio peso retórico. Como la taimada araña, Monsiváis enmaraña el discurso del poder en su red lingüística, y al re-contextualizarlo, lo desnuda y desarma, exponiendo sus contradicciones inherentes, su hipocresía. En “Por mi madre, bohemios” el contrapunto de voces dobladas colocaba todos los discursos en el mismo nivel donde se veían obligados a defenderse y justificarse--jaque mate.

Pero la ironía de Monsiváis no es un vehículo para su propio autobombo o su alejamiento de la realidad. Todo lo contrario: muestra la necesidad de transformar esa realidad en dirección positiva; es una postura tanto ética como estética que no se puede equiparar con el humor sereno y desapasionado tan característico de gran parte del postmodernismo en el “primer” mundo. La situación precaria de la mayor parte de la población mexicana hace que semejante humor sea altamente perverso, el tipo de humor elitista que uno asocia con el esnob burgués indiferente a las tragedias del mundo. Es decir, la ironía debe ser herramienta de la democracia y no un fin en sí. En Monsiváis nunca se pierde de vista este propósito primordial. Mientras la parodia y la ironía crean un efecto de distanciamiento del objeto ironizado, sea éste discurso o persona, en Monsiváis provoca la tendencia contraria--el movimiento hacia los menos afortunados con sentimiento de solidaridad.

Finalmente, y en caso que se piense que la cursilería es monopolio de los políticos, he aquí una perla de la actriz mexicana, Selma Hayek:

 

Y EN AQUELLA LE DIO A DIOSITO POR PROMOVER EL MODELO DE ANITA EKBERG, JAYNE MANSFIELD Y DOLLY PARTON.

“Cuando era niña tenía miedo de que no me crecieran los pechos. Me decían La Nadadora, porque nada por delante, nada por atrás. Entonces visité una iglesia con mi madre. Yo al entrar puse una mano en el agua y dije: Diosito, dame pechos y me toqué y me hizo caso”.

Actriz Salma Hayek. Nota de Notimex. Novedades, 21 de septiembre de 1997.

Con testimonios así se van a morir de hambre los cirujanos plásticos. ¡Cierro mi alegato!

 

End notes

1. http://www.arzp.com/monsivais/monsurls.html Volver

2. Las crónicas que quizás mejor demuestran la destreza humorística de Monsiváis son Días de guardar, México: Era, 1970; Amor perdido México: Era, 1977; Escenas de pudor y liviandad México: Grijalbo, 1988; Los rituales del caos, México: Era, 1995. Volver

3. Nuevo Catecismo para indios remisos, México, Siglo XXI, 1982; Edición Ilustrada, México: Era, 1996. Volver

 

Bibliografía

Bloom, Edward y Bloom, Lilian (1979) Satire’s Persuasive Voice, Ithaca: Cornell University Press.

Colebrooke, Claire (2004) Irony, London & New York: Routledge

Egan, Linda (2001) Carlos Monsiváis: culture and chronicle in contemporary Mexico, Tucson: University of Arizona Press

Hutcheon, Linda (1985) A Theory of Parody, New York & London: Methuen

Monsiváis, Carlos (1970) Días de guardar, México: Era.

—— (1977) Amor perdido México: Era.

—— (1982; 1996) Nuevo Catecismo para indios remisos, México, Siglo XXI.

—— (1988) Escenas de pudor y liviandad México, D. F.: Grijalbo.

—— (1993) Por mi madre, bohemios, México: Ediciones La Jornada.

—— (1995) Los rituales del caos, México, D. F.: Era.

—— (1996 [1982]) Nuevo catecismo para indios remisos, México, D. F.: Era.

—— (1997) Mexican Postcards, London: Verso.

—— (2000) Salvador Novo: lo marginal en el centro, México, D. F.: Era.

Poniatowska, Elena (2000) “Monsiváis: cronista de un país a la deriva”, La Jornada Semanal 305, Jan. 7 2000, pp. 2-6.

Rorty, Richard (1989) “Remarks on Deconstruction and Pragmatism” en C. Mouffe (ed) Deconstruction and Pragmatism, London: Routledge, pp. 10-18.

Swift, Jonathan (1995 [1729]) A Modest Proposal and Other Satires, New York: Prometheus Books

 

Last updated June 27, 2006