Delaware Review of Latin American Studies
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Vol. 12 No. 2 December 30, 2011

 

Adiós Tiempos
Don Francisco Tzul


Hay un tiempo,
un gran tiempo de vivir mejor,
donde yo doy un ejemplo:
cuando un árbol deja de existir.

Existiendo, lastimadas divinas
que el árbol recibe,
el recibir de las resinas de
un pasar de neblinas del amanecer.

Un día al atardecer me dijo un compañero,
“Vamos amigo, vamos, que la noche se acerca,”
Y yo con mis espuelas sembradas hice un bañadero1
donde la luz del día volvió y la resina escurrió.

En cuanto, un mes de noviembre
llegué a un destinado campamento.
Luego llegó diciembre
diciéndome, “Soy mes de chicle.”

En este caso añadí, “Compañeros chicleros, yo soy
único en mi vida, pero diciembre
me enseñó su fortaleza.
Compañeros, debemos de ser obreros.”

¡Oigamos! Los pájaros anuncian un nuevo verano pero en
más justicia2 para pagar las cuentas de un nuevo día.
En el pueblo nos toman como baches,
Sigamos, amigos, siendo chicleros y con esos seremos capaces.

Cuando un miércoles al amanecer
los trinos de las aves se anunciaban,
luego añadí yo en pleno golosa,
“Chicleros en hambre, chicleros con dinero,
pero lo que más lució fue el enjambre.”

En seguida, Dios, montaña y hombre
que el mes de enero sea fructífero
para los pobres que sufren de hambre.
En la sabia3 se anota la asimilación y la paz.

De septiembre a enero, como dice el refrán,
es tiempo de oro.
Donde en el mes que los chicleros cantan
en coro, porque se alivian en una nueva vida.

Árbol de chicozapote
que ayudas al arriesgado chiclero,
por eso son hermanos
que se ayudan uno a otros.

Viejos tiempos de goloso
que de nuevo nos volvemos a mirar,
pero no te hagas de esperar.
En el año pasado tú me diste un recado,
pero te dejo recompensar.

Ahora somos pájaros trepadores,
porque significa alivio,
no solo para trepar,
también para chiclear.

Nos parecemos a hombres monos,
pero le rogamos a San Antonio
que nos quite del camino los demonios
y que esté siempre, San Antonio.

San Antonio fue fiel
amigo de los chicleros
que decía los cuentos
y ahora yo digo.

No hay competencia compañeros.
Es mejor tener existencia para evitar
peligros fúnebres
que no tienen caso.

Los peligros fúnebres son peligrosos
pero se siente gozoso el que descansa de una vez.
Pero el que sufre es el que no muere.

Chicozapote, tú lo das y a veces lo quistas,
porque la culpa de mecate4 y mecatines
es el que respalda el chiclero,
pero lo que más quiero que respaldes
es mi vida, que si la cortan, no retoña.

Espuelas que cubres la planta del pie,
Espuelas que respaldas al chiclero
Porque el chicozapote
Da el pan que tomas a sus faldas.

Sus faldas al tomar no son buenas.
Hay que tener rencor
para estar bien
en toda su biografía.

Compañero chiclero, bien estás,
pero te falta una cosa:
Que no hay que entrar en esa raza
para no dejar mal la casa.

Esa es una buena idea amigo,
porque los chicleros
corren peligro en altos árboles,
pero en realidad más se sienten
ágiles monos junto a la exportación.

Es una tremenda importancia chiclero.
Palo huesudo que el chiclero deja al zapote,
corriente blanca que se desliza en la torturación,
y el hombre se entusiasma pero no se fija de la mortalidad del palo.

Notas:


1 “Y yo con mis espolones hice un bañadero” se refiere a que está picando el árbol para sacar la resina. Sembradas o introducidas.

2 “En más justicia”: Es decir, hay que picar más árboles y trabajar duro para pagar las cuentas de un nuevo día. Hay que trabajar más cuando el chicle no corre debido a la falta de lluvia. Y en esos días, un chiclero que no cumplía con su contrato no podía salir del monte.

3 En la sabia (la resina del chicle) se nota la paz porque los chicleros están felices.

4 El mecate es la cuerda o soga que usan los chicleros para subir a los árboles.




Last updated December 30, 2011