Los emigrantes salvadoreños en EE UU salvan la economía de su país
JUAN JOSÉ DALTON
,
San Salvador
El millón largo de salvadoreños que reside, en su mayoría ilegalmente, en EE UU, ha enviado este año a sus familias en El Salvador unos 1.200 millones de dólares, según el Banco Central de Reserva (BCR). Una cantidad que equivale aproximadamente a cinco veces los ingresos por la venta de café, el primer producto de exportación, y que han salvado a la desfalleciente economía del país.
Funcionarios y parlamentarios estadounidenses manifestaron recientemente su preocupación ante la posibilidad de que a través de este rubro de ingresos externos, en El Salvador se estén haciendo operaciones de lavado de dinero procedente del narcotráfico internacional, lo que el Gobierno de Armando Calderón ha negado, aunque ha manifestado su disposición a realizar las investigaciones que se consideren pertinentes.
Este dinero, denominado popularmente envíos de pobres-dólares, constituye desde 1991 el rubro de ingresos externos más importante con que cuenta esta pequeña nación que tiene una población de 5,9 millones de habitantes, la mitad de la cual vive por debajo de los niveles de pobreza. El año pasado, las remesas familiares llegaron a 1.000 millones de dólares. Es decir, este año crecieron un 20% con relación a 1996.
El Salvador es uno de los países latinoamericanos catalogados como «expulsores» de su población. En la década pasada, la causa principal de la expulsión de salvadoreños era el conflicto armado, vigente desde 1980 hasta 1992. En la actualidad, las causas son de orden socioeconómico, especialmente producto del alto costo de la vida, el desempleo, la marginación y los elevados índices de delincuencia como secuelas de la guerra.
© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid