El Gobierno argentino promete la reforma de la ley de obediencia debida
FRANCESC RELEA,
Buenos Aires
Gobierno y oposición se acusaban ayer mutuamente por el bochornoso espectáculo ofrecido el miércoles en el Congreso argentino, donde tras horas de discusiones estériles se acabó suspendiendo el esperado debate sobre la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. No habrá debate, pero el Gobierno, en un gesto de dudosos fines, se apresuró a anunciar la presentación de un proyecto de ley de reforma del Código de Justicia Militar, que comprende una redefinición de la obediencia debida.
![]() presidenta de las Madres de Mayo (Ap). |
Por lo visto y oído las últimas semanas en Buenos Aires, no es atrevido afirmar que ni Gobierno ni oposición querían realmente el debate, en la medida que la cuestión de las violaciones de los derechos humanos difícilmente podía garantizar réditos políticos, sino que amenazaba con abrir fisuras internas tanto en el peronismo como en la Alianza de radicales y el Frente País Solidario (Frepaso). El ex presidente Raúl Alfonsín, cuyo Gobierno aprobó las polémicas leyes, lo expresó claramente tras la suspensión del debate: «Dejemos algunos temas fundamentales, como el de derechos humanos, fuera de la competencia partidaria». No es previsible que este deseo se cumpla. Enfrascadas en una guerra de descalificaciones, las dos principales formaciones políticas actúan como si Argentina estuviera en campaña electoral.
Más allá del simbolismo que tendría un debate parlamentario para condenar la impunidad, los efectos prácticos de la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida exigidos por los familiares de los desaparecidos son escasos. Para lograr lo que piden las Madres de Mayo -que los responsables y autores de los crímenes de la dictadura militar no sigan en libertad- «habría que apartarse del Estado de Derecho», comentó a EL PAÍS el juez León Carlos Arslanian, quien fue presidente de la Cámara Federal, el tribunal que juzgó a las juntas militares. «El coste sería terrible, porque generaríamos una inseguridad brutal. No podemos olvidar que a lo largo de la historia el principio de cosa juzgada y la irretroactividad de la ley penal ha costado miles de muertos y muchos sacrificios».
F. R.,
Buenos Aires
«El mundo estaría más tranquilo habiendo tantas mujeres corajudas. Son 20 años de tristeza, pero nunca se han rendido. Las Madres dan al mundo una esperanza grande». Estas fueron las primeras palabras de Bono, líder de U2, en la visita que realizó la banda irlandesa de rock a la sede de las Madres de Plaza de Mayo, en el barrio de Congreso. Los U2 darán tres conciertos en Buenos Aires.
Hubo besos y abrazos entre las madres de desaparecidos y los otros integrantes del grupo. «No sabemos lo que significa el rock and roll, pero sabemos lo que significa la libertad», dijo Bono. Hebe de Bonafini, de las Madres, le respondía: «La lucha de las Madres no sólo es por nuestros hijos desaparecidos, sino para que todos los jóvenes del mundo vivan en libertad. Ustedes son muy libres y por eso los amamos».
Los U2 participaron en la grabación del tema Mother of the disappeared (Madre del desaparecido), que formará parte del vídeo 20 años-20 poemas (Eric Clapton, Vittorio Gassman, Silvio Rodríguez, Luciano Pavarotti, entre otros), con motivo del 20º aniversario de las Madres de Mayo.
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