El conflicto de las Malvinas marca la futura visita de Menem al Reino Unido
AGENCIAS,
Buenos Aires
El conflicto de las Malvinas parece que va a protagonizar la visita oficial que el presidente argentino, Carlos Menem, realizará el año próximo al Reino Unido, al menos en lo que se refiere a la política interior argentina. El posible tratamiento de la cuestión durante la visita ya ha provocado que Menem puntualice a su canciller, Di Tella, y que el ex presidente Raúl Alfonsín vierta duras críticas sobre el actual ocupante de la Casa Rosada y el objetivo de su viaje al país con el que Argentina se enfrentó en 1982.
Guido di Tella había señalado que no se tocaría dicho asunto, aunque luego se matizaron sus palabras en el sentido de que no hay que esperar avances significativos. Alfonsín atacó duramente a Menem asegurando que una visita al Reino Unido sin tratar el asunto de la soberanía sobre las islas no tiene sentido y para enrevesar las cosas el embajador argentino en el Reino Unido tuvo que desmentir que Londres hubiera puesto como condición a la visita que no se hablara una palabra de las islas.
«Lo que puedo afirmar es que no puede quedar excluido de la conversación un tema como Malvinas. Creo que en ese caso no se debería realizar ese viaje», dijo Alfonsín al referirse a la invitación cursada el pasado martes por Londres.
La visita oficial al Reino Unido es una vieja aspiración de Menem que se remonta al inicio de su gestión al frente de Argentina en 1989. Menem será el primer jefe de Estado argentino en pisar suelo británico desde la guerra de 1982. El Gobierno argentino confirmó ayer que durante la visita no habrá una negociación formal sobre la soberanía de las islas, pero si se tratará el tema. «Normalmente los presidentes no viajan para negociar; será una visita que simbolizará el estado de las relaciones argentino-británicas después de 15 años», declaró Rogelio Pfirter, embajador argentino en Londres.
Menem se modera
Durante la campaña electoral que llevó a Menem al poder en 1989 éste declaró en repetidas ocasiones que había que recuperar las Malvinas, incluso a costa de más derramamiento de sangre. Sin embargo, tras su llegada al sillón presidencial ha moderado su postura, ha reforzado los tratos comerciales con el antiguo enemigo e incluso ha sido anfitrión de miembros de la familia real británica, eso sí, insistiendo en que las Malvinas debían volver a la soberanía argentina -de forma pacífica- para el final de su mandato, en 1999.
Mientras tanto, el comercio entre ambos países crece a un ritmo de un 30% anual y el Reino Unido se ha convertido en el tercer mayor inversor en Argentina.
Sin embargo la oposición argentina insiste en que el tema Malvinas debe ser el punto central de la visita y arremete contra di Tella, que practica la llamada política de seducción que incluye el envío de felicitaciones navideñas, libros y videos a los 2.000 habitantes de las islas que viven bajo pabellón británico. No obstante el canciller contraataca y asegura que se han obtenido importantes progresos en las conversaciones bilaterales, y pone como máximo logro el tratado para la exploración conjunta de los recursos petrolíferos en el Atlántico Sur.
Di Tella anunció ayer que Menem y el primer ministro británico, Tony Blair, hablarán «sin condicionamientos», lo que supone que las Malvinas pueden ser incluidas en la agenda del viaje. Sin embargo Danto Caputo, que fuera ministro de Exteriores con Alfonsín, opinó que el viaje a Londres pudo ser pactado «a cambio de silenciar las reivindicaciones argentinas».
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