40.000 pinochetistas agasajan al ex dictador mientras miles de estudiantes lo repudian
MANUEL DÉLANO,
Santiago
La persistencia de dos rostros muy diferentes en la sociedad chilena quedó nuevamente en evidencia el miércoles, cuando el jefe del Ejército, el general Augusto Pinochet, celebró con 40.000 de sus partidarios y los militares su 82º cumpleaños mientras en las calles de Santiago y otras ciudades del país miles de jóvenes protestaban contra el ex dictador, en actos que culminaron con 120 detenidos, 26 heridos leves y violentos choques con la policía.
![]() dos estudiantes que protestaban contra Pinochet (Reuters). |
Los incidentes más violentos ocurrieron en la noche del miércoles, en el centro de Santiago, cuando jóvenes convocados por federaciones universitarias marcharon por la avenida Alameda, la principal de la capital, para desear un «infeliz cumpleaños» a Pinochet. Los jóvenes coreaban la consigna «jamás, jamás, jamás olvidaremos a ese asesino llamado Pinochet».
Grupos de manifestantes ocuparon la avenida interrumpiendo el tránsito, y una unidad de los carabineros intervino para desalojarlos con chorros de agua y gases lacrimógenos. Jóvenes encapuchados, que replicaron lanzando cócteles mólotov y piedras, formaron barricadas y rompieron señales de tráfico, rejas y cubos de basura, lo que generalizó los disturbios en varias calles del centro, con piquetes de manifestantes y policías que se enfrentaban en medio de enormes atascos.
Un periodista de una emisora de radio fue herido al ser golpeado en una pierna por una granada lacrimógena que, según testigos, un policía le arrojó a corta distancia. Otras 25 personas, entre ellas siete carabineros, resultaron lesionadas. En estos incidentes hubo más de 100 detenidos.
Incidentes semejantes se registraron en Concepción, 500 kilómetros al sur de la capital. Dirigentes juveniles y de los partidos oficialistas protestaron ayer por la represión contra los manifestantes. El ministro del Interior, Carlos Figueroa, solicitó un informe al cuerpo de Carabineros y dijo estar preocupado por las quejas que recibió por la actuación policial. En dicho informe, los mandos de los carabineros reconocieron que hubo excesos en la represión de los manifestantes.
Banquete de homenaje
Entretanto, en un exclusivo centro de reuniones de la capital, Pinochet cenó acompañado por su esposa, hijos y nietos en un banquete de homenaje organizado por la Fundación Presidente Augusto Pinochet al que asistieron 1.400 personas. Homenajes paralelos, a los que asistieron unas 40.000 personas, se efectuaron en otras ciudades del país. La crema del pinochetismo -militares, políticos de la derecha, ex funcionarios de la dictadura y empresarios- estaba de fiesta.
Vestido con uniforme blanco, Pinochet escuchó emocionado cómo los asistentes le cantaban de pie dos veces el cumpleaños feliz . Uno de los animadores más populares de la televisión condujo el festejo y bromeó con el general. En su discurso -que leyó con una sola salida de guión, y para recordar que poco antes del golpe de Estado de 1973 su esposa le pedía que actuara contra el Gobierno de Salvador Allende- Pinochet afirmó: «Lo que afecta a un miembro del Ejército, afecta a todos los miembros del Ejército». El ex dictador criticó a los sectores que atacan a los militares: «¡Debe saberse que tenemos perfecta conciencia de quiénes son los que se mueven de acuerdo a esas destructivas pretensiones y qué es lo que persiguen en definitiva!». Poco antes, dos directivos de la Fundación Pinochet alabaron su liderazgo para salvar a Chile del marxismo.
Ayer, la víspera de su visita a Ecuador, varios intelectuales de este país interpusieron una demanda contra Pinochet por la muerte de tres ecuatorianos y la desaparición de un cuarto tras el golpe de 1973.
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