México firma un acuerdo de libre comercio con Nicaragua
SONIA GONZÁLEZ
,
Managua
México, que desde 1994 unió su destino a EE UU y Canadá al firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC), volvió ayer sus ojos al sur. El presidente Ernesto Zedillo suscribió en Managua un ambicioso acuerdo comercial, celebrado con música de mariachis en una verbena popular, que entrará en vigor el próximo 1 de julio y dará acceso inmediato y preferencial a la mayoría de las exportaciones nicaragüenses. Este pacto, dijo Zedillo, que ayer finalizó su breve visita oficial a Nicaragua, contribuirá a construir una asociación privilegiada de México y Centroamérica.
Se trata del segundo acuerdo de este tipo que México suscribe en América Central, después del de Costa Rica, y tras sufrir críticas más o menos disimuladas en la región por la preferencia que las administraciones mexicanas han otorgado a sus relaciones con los vecinos del norte. Las negociaciones comerciales con El Salvador, Honduras y Guatemala podrían culminar el año entrante, sugirió Zedillo ante el presidente nicaragüense, Arnoldo Alemán, redondeando de esta forma la relación con la región.
Concluye así un largo y complejo proceso de negociaciones que empezó en 1991.
El pacto es muy importante para la castigada economía nicaragüense, cuyas autoridades calculan que el primer año de vigor del acuerdo les podría reportar unos 25 millones de dólares adicionales en divisas, que Managua necesita con desesperación. El comercio bilateral suma ahora 70 millones de dólares.
El mayor esfuerzo lo ha puesto México, ya que Managua no está para muchos sacrificios. Zedillo ha aceptado liberar de aranceles importantes cuotas de productos nicaragüenses: carne (5.000 toneladas), leche en polvo (la misma cantidad), fríjoles (3.000 toneladas) y queso (1.000). A lo largo de los próximos 15 años, que es lo que durará el desmantelamiento de los aranceles, también será México quien asuma el coste mayor. A partir de julio del año que viene, el 90% de los productos nicaragüenses entrarán libres de impuestos a un mercado de casi 100 millones de habitantes. Al revés, de México a Nicaragua, sólo se verá beneficiado el 45% de las exportaciones.
Se trata, dijo Zedillo, de «un paso de gran trascendencia en el fortalecimiento de la relación bilateral», y se declaró convencido de la capacidad de ambos países para aprovechar las oportunidades del libre comercio para reducir los desequilibrios socioeconómicos.
© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid