Un micrófono en un anillo, clave para liberar a los rehenes de la Embajada de Japón en Lima
EFE,
Buenos Aires
![]() MRTA visten camisetas con su imagen (Reuters). |
El periódico, que cita «en exclusiva un informe de inteligencia», señala que Giampetri, uno de los 72 rehenes, se comunicaba constantemente con los encargados de preparar la liberación de la sede diplomática, a quienes les detallaba los movimientos de los miembros del comando asaltante del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
El 17 de diciembre del año pasado, un grupo del MRTA asaltó la residencia del embajador de Japón en Lima, Morihisa Aoki, y secuestró a unas 600 personas que asistían a una recepción en homenaje al cumpleaños del emperador Akihito. Los cautivos fueron liberados paulatinamente hasta que finalmente el comando guerrillero se quedó con 72 rehenes.
Los 72 prisioneros tuvieron que esperar 126 días para ser liberados. El pasado 22 de abril, un comando de élite de las Fuerzas Armadas de Perú irrumpió en la vivienda diplomática y rescató con vida a 71 de los 72 rehenes, en una acción en la que murieron un magistrado, dos militares y los 14 miembros del MRTA.
Según el informe, el anillo, de origen estadounidense, que fue introducido en la residencia al menos 30 días antes de la operación militar, tenía una pequeña batería que debía cambiarse una vez por semana y que proveía el miembro de la Comisión de Garantes, quien no fue identificado.
«Son 14 y están plenamente armados», comunicó Giampetri, un experto en operaciones especiales, el pasado 22 de marzo y agregó: «Y nosotros estamos desprovistos de cualquier arma que pueda ayudarnos».
Según informa el diario bonaerense, el documento revela que la ejecución del plan de recuperación de la sede diplomática hubiera sido imposible sin los datos que dio el almirante. El informe precisa que los servicios de espionaje consideraron vital para la operación el momento en el que los guerrilleros jugaban al fútbol, momento, finalmente, en que fueron sorprendidos por la incursión militar. Los detalles de esos recreos fueron descritos por el militar en sus comunicaciones.
Un juego mortal
«Hace veinte minutos, cuatro de ellos están jugando al futbito, y los jefes se quedaron abajo. Hay dos hombres de guardia en el primer piso», informó Giampetri el pasado 25 de marzo, menos de un mes antes de la recuperación de la sede diplomática.
El almirante, quien era identificado con las letras «M» (marino) y «G» (Giampetri), espió incluso las comunicaciones secretas de los jefes del MRTA, Néstor Cerpa Cartolini y Roly Rojas.
«La frecuencia por la que hablan con los periodistas es uno, cinco, nueve, siete, ocho», detalló el militar en sus comunicaciones con los servicios de espionaje, según revela el informe al que ha tenido acceso el diario.
Según Clarín, Giampetri confirmaba que sus mensajes eran bien recibidos cuando desde los altavoces colocados por las fuerzas de seguridad a las afueras de la residencia se escuchaban los acordes del himno de la Marina o de otras marchas de esa fuerza.
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