El País Digital
Lunes
1 diciembre
1997 - Nº 577

Herederos de Mas Canosa

La desaparición del líder divide aún más a la oposición anticastrista

MAURICIO VICENT

Miembros de la Fundación Cubanoamericana
junto al féretro de Mas Canosa (Reuter).
La muerte, el pasado domingo, de Jorge Mas Canosa, líder del grupo anticastrista con mayor influencia en Miami y Washington, ha abierto un abanico de sombras sobre el porvenir de tal bandera política y sobre el reparto de la herencia de su liderazgo.

Aunque la Fundación Nacional Cubanoamericana que dirigía el fallecido -sin claro sucesor- parte con ventaja en esta carrera, no es el único grupo que combate al régimen de Fidel Castro. La oposición, el anticastrismo, nació en el propio año de 1959, poco tiempo después de que los primeros exiliados cubanos llegaran a Estados Unidos. Empezaron a florecer en Miami los primeros partidos políticos y grupos del exilio. Al comienzo eran sólo unas decenas, la mayoría pequeños y de ideología muy conservadora, fundados con el objetivo primordial de derrocar a Fidel Castro y también con el afán de disputarse una cuota de poder en el futuro gobierno cubano, cuando llegase el deseado momento de volver a la isla.

Algunos de aquellos grupos estaban integrados por políticos y funcionarios del anterior gobierno de Fulgencio Batista. Otros, por hombres -e incluso guerrilleros- que apoyaron a Fidel Castro en su lucha insurreccional y colaboraron con el nuevo régimen hasta que se desencantaron, al tomar la revolución un rumbo más radical. Unas pocas agrupaciones se aglutinaron alrededor de antiguos dueños de fincas e industrias expropiadas, pero, fenómeno curioso, no prosperaron en Miami los viejos partidos tradicionales cubanos, de raíces republicanas.

La división del exilio comenzó ya en aquellos tiempos. Los grupos armados como Alpha 66, que propugnaban la violencia como método de cambiar el sistema político en Cuba, proliferaron en los primeros años. Pero, a medida que fue pasando el tiempo -y sobre todo después del golpe psicológico provocado por el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos-, el exilio se fue acomodando en Estados Unidos, si bien los grupos anticastristas siguieron multiplicándose como hongos.

Cuando en 1981 Jorge Mas Canosa creó la Fundación Nacional Cubanoamericana, el universo político del exilio estaba formado por más de dos centenares de pequeñas asociaciones anticastristas. El peso político de éstas era prácticamente nulo, y sus actividades se reducían a reunirse en determinadas fechas señaladas para gritar y denunciar a Fidel Castro, «el sátrapa del Caribe», a poder ser alrededor de una buena mesa.

La entrada en escena de la Fundación no cambió este panorama ni eliminó la atomización del exilio, pero sí logró darle un tono más conservador y poder real en Washington. Después de la desintegración de la URSS, surgió un fenómeno nuevo, impensable hasta entonces: la creación de una serie de organizaciones que abogan por un diálogo con el Gobierno cubano para propiciar transformaciones democráticas en Cuba. Enseguida, fueron calificados por el resto de «dialogueros».

Hoy en Estados Unidos viven cerca de un millón y medio de cubanos, y el exilio sigue estando muy dividido. Éstos son ahora los grupos más importantes en el mapa político del exilio:

• FUNDACIÓN NACIONAL CUBANOAMERICANA La más poderosa. Fue fundada por Mas Canosa y un grupo de hombres de negocios de Miami en 1981. Tiene miles de militantes -50.000, según sus datos- y su influencia en Washington es notable. Ha hecho valer sus puntos de vista en el Congreso. Logró, por ejemplo, la creación de Radio y TV Martí, así como la aprobación de la ley Torricelli y de la ley Helms-Burton.

Rechaza cualquier forma de diálogo con el Gobierno cubano y pide la salida del poder de Fidel y Raúl Castro, como pasos previos para la celebración de elecciones libres y la reinstauración de la economía de mercado.

Recomienda la preparación de programas por parte de exiliados que pudieran utilizarse para organizar y dirigir un Gobierno de transición. Tras la muerte de Mas Canosa, no se percibe ningún líder capaz de sustituirlo, aunque, en cualquier caso, todas las opciones posibles siguen siendo de línea dura.

• CUBA INDEPENDIENTE Y DEMOCRÁTICA Su líder es Huber Matos, ex comandante de la revolución que se rebeló contra Castro y cumplió 20 años de cárcel. Fundada en el año 1980, busca la salida del poder de Castro mediante una revuelta popular encabezada por miembros disidentes del Ejército. Posee una radio en Miami. Su influencia es escasa.

• PLATAFORMA DEMOCRÁTICA CUBANA Está integrada por tres partidos, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), la Unión Liberal Cubana (ULC) y la Coordinadora Social Demócrata (CSD). La PDC es miembro de la Internacional Demócrata Cristiana. Hasta hace poco, su líder era José Ignacio Rasco (compañero de Castro en la escuela de los jesuitas de Belén), y desde hace algunos meses es Rafael Sánchez. Carlos Alberto Montaner, vicepresidente de la Internacional Liberal, preside la ULC. El presidente de la CDS es el ex preso político Bernabé Fernández. La Plataforma ha pedido la celebración de negociaciones con el Gobierno de La Habana para organizar elecciones democráticas en Cuba, y también la celebración de un encuentro nacional que incluya al Gobierno cubano, los exiliados y los disidentes. Su área de influencia es Europa y Latinoamérica.

• JUNTA PATRIÓTICA CUBANA Refleja la tradicional línea dura del exilio. Aboga por la lucha contra Fidel Castro sin «influencias extranjeras«, y alega representar a unos 200 grupos del exilio, entre ellos las agrupaciones más violentas, como Alpha 66 y una facción de la Brigada 2506 (nombre de la brigada que protagonizó la invasión de Bahía de Cochinos).

• COORDINADORA DE ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS Dirigida por Ramón Cernuda. Representa a cuatro organizaciones de derechos humanos dentro de Cuba, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, de Elizardo Sánchez. Apoya por realizar el cambio a través del diálogo con Fidel Castro.

• MUNICIPIOS DE CUBA EN EL EXILIO Presidida por Juan Ruiz. Es tradicionalista y rechaza el diálogo con Castro. Su capacidad de movilización popular en Miami es relativamente grande.

• CAMBIO CUBANO Su líder es Eloy Gutiérrez Menoyo, quien después de luchar contra Batista y luego contra Castro pasó 22 años en una cárcel cubana. Aboga por un diálogo con Fidel, con quien se entrevistó en La Habana en el año 1995, para llevar la democracia a Cuba. Actualmente vive en Miami y ha sido amenazado por los grupos más ultraconservadores en varias ocasiones.

En la misma órbita política de la Fundación, se mueven además los congresistas cubanoamericanos por el Estado de Florida Lincoln Díaz-Balart e Ileana Ross, principales auspiciadores de la política de línea dura contra Castro en Washington.

© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid