El País Digital
Miércoles
18 marzo
1998 - Nº 684

Aznar propone en Bolivia liberalismo y cohesión regional como vía de desarrollo

J. M.LARRAYA / ENVIADO ESPECIAL, La Paz
España estrena modales de potencia económica en América Latina. La creciente presencia de empresas españolas -bancos, eléctricas, constructoras y de telecomunicaciones- en estas tierras en busca de mercados emergentes se trasluce en los discursos que el presidente del Gobierno español, José María Aznar, ha pronunciado en su visita de tres días a Bolivia, en los que ha predicado la bondad de las reformas económicas liberales y de la integración regional como mejor vía de escape a la pobreza.


El presidente de Bolivia, Hugo Banzer, coloca
a Aznar el Gran Collar Condor de los Andes (EFE).
Globalización y competencia son las palabras claves. La gran amenaza es la presencia subterránea del narcotráfico, un poder real en muchas sociedades latinoamericanas.

La integración de un país pobre como Bolivia, penetrado por la corrupción y víctima de una endémica inestabilidad política, en organismos regionales como el Mercado Común del Sur (Mercosur) es uno de los objetivos que alienta la diplomacia española, y europea, en busca de un marco más amplio que ofrezca estabilidad y garantías a sus inversiones.

Aznar, que habló ayer ante el Congreso Nacional de Bolivia antes de emprender viaje a Uruguay, segunda escala de la gira que concluirá este fin de semana en Chile, lo dejó bien claro. «España», como miembro de la Unión Europea, «necesita de una estrecha conexión entre los dos continentes para ser ella misma». Por ello confesó el interés con que se prepara la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que reunirá el próximo año en Brasil a los mandatarios de la Unión Europea con los de Iberoamérica y el Caribe.

El Gobierno español parece haber abandonado la retórica de España como puente entre Europa y América Latina y, como defiende el comisario europeo Manuel Marín, asume su privilegiada relación cultural en las grandes autopistas que son los nuevos bloques económicos regionales.

El narcotráfico, la principal amenaza

J. M. L., La Paz
La presencia del narcotráfico, con su poder político y económico, fue abordado por José María Aznar en su discurso ante el Congreso boliviano, en el que lo definió como la mayor amenaza para la integración regional. El narcotráfico, advirtió, puede «repercutir en la irrenunciable autonomía de sus instituciones, en el crecimiento económico y en la salud moral» de la sociedad boliviana.

España, en línea con la política de la UE, defiende una aproximación diferente a la de Estados Unidos, que como potencia hegemónica extiende certificados de buena o mala conducta a los Estados en función de su lucha contra el narcotráfico. Aznar, que se entrevistó con el ex presidente Jaime Paz Zamora, líder del segundo partido del país, el socialdemócrata MIR, defenderá, en la cumbre que la ONU va a celebrar en junio sobre este problema, que sea un organismo multinacional el que descertifique la conducta de los Gobiernos, en lugar de una potencia como EE UU, que actúa de forma unilateral.

Antes de acudir al Congreso, Aznar visitó el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, una iniciativa boliviana que España ha apoyado en el marco de las Cumbres Iberoamericanas.

Horas después, Aznar comprobó el contraste entre La Paz y la ajada pero apacible capital uruguaya, Montevideo, sede del Mercosur, y con una larga tradición democrática, interrumpida por los militares entre 1974 y 1983. Allí fue recibido por el presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti.

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