El País Digital
Martes
11 noviembre
1997 - Nº 557

Detenidos en Francia cuatro etarras, entre ellos dos ex miembros del 'comando Madrid'

JESÚS DUVA, Madrid
Con la detención de María Jesús Arriaga Arruabarrena, ex miembro del comando Madrid de ETA, la policía francesa enmendó ayer un fallo cometido por sus colegas españoles hace cuatro años. Entonces la activista logró eludir la vigilancia a que estaba sometida en torno a su piso de Madrid y huir a Francia con su hermano Rufino, relacionado con el mismo comando. Los dos Arriaga fueron capturados ayer en Orleans. Junto a ellos cayeron otros dos miebros de la banda.


El coche bomba que ETA usó en 1995
para atentar contra Aznar. (M. Flórez)
Jorge Martínez Aedo, vinculado al comando Vizcaya, y Javier González Irastorza, relacionado con el comando Donostia, fueron también ayer detenidos junto con los hermanos Arriaga. Los cuatro iban armados. El ministro del Interior, Jaime Mayor, se negó a echar las campanas al vuelo. «Vamos a tener días difíciles», pronosticó.

Las fuerzas de seguridad francesas culminaron ayer la segunda parte de la redada que habían iniciado la semana pasada con la detención de tres etarras, entre ellos José Ramón Naveiro Gómez, Gabarra, al que Interior sitúa en la estructura directiva de la organización terrorista.

Fuentes policiales enmarcan esta operación en las investigaciones abiertas hace meses con la finalidad de capturar al jefe de los comandos ilegales de ETA, José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri , que por el momento no se ha conseguido. «Ésta de ahora no es una operación fallida ni pensábamos que pudiera llevarnos hasta la cúpula de ETA», aseguró el ministro Jaime Mayor Oreja.

Rufino Arriaga, de 40 años, es quizá el más destacado de los etarras aprehendidos, ya que la policía tiene sospechas de que puede estar relacionado con el atentado que estuvo a punto de costar la vida el 19 de abril de 1995 al hoy presidente del Gobierno, José María Aznar.

Rufino estuvo integrado entre 1994 y 1996 en el comando Madrid, como lo demuestra el hallazgo de una huella dactilar suya en un piso franco del número 51 de la calle del Doctor Fleming y el hecho de que en abril de 1994 alquilase, bajo identidad falsa, otro piso en la calle de Orense. En la primera vivienda se halló un rudimentario plano a mano sobre la calle de José Silva, donde un potente coche bomba estuvo a punto de asesinar al presidente Aznar.

El 20 de mayo del año pasado, tras la explosión de un artefacto oculto en un contenedor de basuras que causó la muerte al sargento del Ejército Miguel Ayllón, en Córdoba, Rufino Arriaga fue identificado como uno de los individuos que merodearon por la zona horas antes del atentado. Sobre la base de las declaraciones de un vecino, el juzgado de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional tiene decretada contra él una orden de busca y captura como presunto autor del asesinato.

Compañero de dos dirigentes

El etarra detenido ayer ya había participado en 1992 en el comando Madrid , integrado entonces por los hoy dirigentes José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri, y Soledad Iparraguirre Guenetexea, Anboto. Formando parte de la infraestructura de este grupo criminal estaba María Jesús Arriaga, hermana de Rufino, con la que éste huyó a Francia en octubre de aquel año al detectar que estaban siendo vigilados.

María Jesús Arriaga, de 41 años, capturada cuando se dirigía a la estación de Orleans, se había integrado en el comando Madrid en 1990 con la misión de montar una infraestructura para este grupo. Alquiló una vivienda en el número 71 del paseo de Extremadura (Latina), que fue utilizada como piso de seguridad de la organización terrorista. Para encubrir su relación con ETA, trabajó en la multinacional Canon y, con anterioridad, en una academia de idiomas de la calle de Bravo Murillo 52, por la que también pasó una alemana vinculada al comando Madrid. Cerca del piso de seguridad del paseo de Extremadura se produjeron varios atentados, entre ellos el que mutiló de una pierna a la joven Irene Villa y a su madre, empleada en una comisaría de policía.

A Javier González Irastorza, Barrojo, de 39 años, detenido cuando acompañada a María Jesús Arriaga, se le imputa pertenecer en 1995 a los grupos de apoyo al comando Donostia, integrado por Valentín Lasarte, Javier García Gaztelu y José Ramón Carasatorre. Interior atribuye a este comando el asesinato, entre otros, del presidente del PP en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez. Barrojo huyó a Francia en marzo de 1996, después de que la Ertzaintza detuviera a Lasarte e Idoia Arrieta Izaguirre.

Jorge Martínez Aedo, de 27 años, arrestado en un piso de Orleans junto con Rufino Arriaga, estuvo supuestamente integrado en la red de infraestructura del comando Vizcaya desarticulado en noviembre de 1994, tras la muerte de uno de sus integrantes en tiroteo con la Ertzaintza. Interior relaciona a este grupo con el asesinato de Joseba Goicoechea, sargento mayor de la policía autónoma vasca.

El ministro Jaime Mayor Oreja señaló que es probable que los cuatro detenidos estuvieran encuadrados en el aparato de logística de ETA, aunque fuentes policiales barajan la hipótesis de que se estuvieran preparando para reintegrarse a los comandos ilegales. Mayor declaró que estos arrestos suponen «un avance muy importante en la búsqueda de la paz y la normalidad en el País Vasco y España», aunque pidió que «no se echen las campanas al vuelo» porque «la lucha antiterrorista es larga, difícil y exige tenacidad».

Los etarras se ocultan cada vez más cerca de París

J. D., Madrid
«ETA está hoy en Francia mucho más repartida que hace años; hay una subida hacia el norte», dijo el ministro del Interior. Las detenciones más recientes se han producido en La Rochelle y Orleans, ciudades próximas a París, donde presuntamente se esconde la cúpula terrorista.

En el piso descubierto ayer, la policía encontró numerosos billetes de tren, que vienen a demostrar que los terroristas se mueven en puntos desde los que se puede llegar a la capital francesa en apenas una hora. Han abandonado en parte las viejas bases de Bretaña y el País Vasco francés.

En poder de los cuatro arrestados ayer no se han hallado documentos importantes, pero sí fotos de personas que se supone forman parte de los comandos de liberados (a sueldo) que hasta ahora no estaban fichados. En lo que va de año han sido detenidos en Francia 32 miembros o colaboradores de ETA. Pero «no es tranquilizador haber detenido a personas del antiguo comando Madrid», según Mayor, que teme próximos atentados.

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