El País Digital
Lunes
6 octubre
1997 - Nº 521


'23 bajo sospecha'

El Tribunal Supremo juzga la larga mano de ETA en Herri Batasuna

GENOVEVA GASTAMINZA

Los miembros de la Mesa Nacional de HB en
una rueda de prensa el pasado abril (Efe).
Cuando ETA asesinó, el 23 de enero de 1995, al teniente alcalde de San Sebastián y dirigente del PP Gregorio Ordóñez, hasta el mundo independentista radical, que se encontraba en pleno debate sobre la utilidad de la lucha armada, quedó conmocionado por una perspectiva nueva: pudo ver como en un espejo que el futuro que se avecinaba era el militarismo puro, la supeditación a las directrices de ETA. La nueva etapa era una vuelta de tuerca por la que KAS ponía en funcionamiento a sus organizaciones, especialmente a la juvenil Jarrai, para incorporarlas a los proyectos desestabilizadores de la organización terrorista. El peso específico de Herri Batasuna, la única organización legal que, junto con la central sindical LAB, tiene el mundo de ETA, comenzó su declive. De su ejecutiva fueron barridas las voces críticas, eliminados los pocos dirigentes históricos moderados que advirtieron la imposibilidad de hacer política desde una formación puesta al servicio de una estrategia de pura agitación.

Tal es el contexto de la imagen sin precedentes que podrá verse hoy en la sala de plenos del Tribunal Supremo. Los 23 componentes de la Mesa Nacional sentados en el banquillo, casi todos liberados que viven de su trabajo político, ciudadanos de biografías cada vez más oscurecidas por la férrea distancia que imponen a la prensa y porque, en varios casos, acaban de ser incorporados a la dirección para cubrir los agujeros que han dejado los purgados, escenifica como ninguna otra el fracaso de la línea de dejación política y seguidismo de ETA que ha llevado a cabo el actual equipo de dirección de Herri Batasuna desde que fue elegido en diciembre de 1995.

En contra de lo que algunos anunciaron y otros muchos temieron, el procesamiento de toda la ejecutiva de algo que es más que un partido no ha despertado, ni en Euskadi ni en el extranjero, las reacciones de solidaridad que los radicales esperaban ante esta actuación de la justicia. Los 20 hombres y tres mujeres que protagonizan este primer juicio histórico contra el brazo político de ETA parecen enfrentarse en total soledad a la leve sombra de cárcel que para ellos se vislumbra.

El mismo episodio que les lleva al banquillo acusados de colaboración con banda armada -la cesión de un espacio electoral de HB para que se emitiera un vídeo de ETA- revela la supeditación del frente político del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) a la inercia de su frente militar. Ese enfeudamiento ha impedido a los dirigentes de HB prever las consecuencias de su desafío a la justicia y del hartazgo que la sociedad vasca siente frente a la violencia de ETA y de los alevines del vandalismo callejero, la kale borroka . Más aún tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco.

Los 23 procesados -para quienes el fiscal solicita seis años de cárcel a cada uno por un presunto delito de colaboración con banda armada- llegaron a la ejecutiva de HB en diciembre de 1995, después de un debate que duró todo ese año, en el que las posiciones de ETA contenidas en la ponencia denominada Oldartzen se impusieron por la fuerza a través de KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista). Su aprobación, sin que se admitiera una sola de las 88 enmiendas presentadas, barrió de la dirección a los críticos, como Íñigo Iruín, Patxi Zabaleta o Begoña Garmendia. El diseño de la organización terrorista sólo tenía como objetivo la desestabilización, que pensaron conseguir con una táctica combinada de acciones de sabotaje y amedrentamiento, destinadas a «socializar el sufrimiento» y mantener vivo el conflicto político en la calle.

ETA desarrolló a lo largo de 1995 su plan de atentados de impacto con los intentos de asesinar al entonces aspirante a presidente del Gobierno, José María Aznar, y al rey Juan Carlos. En esta situación, KAS y Jarrai, como fuerza emergente, se impusieron en la nueva ejecutiva de HB presentada en diciembre. Los hombres de KAS coparon las secretarías sectoriales, y los que además eran de Jarrai, los puestos de organización del aparato.

Desde entonces, Herri Batasuna se ha superado a sí misma. Sus dirigentes aprendieron a discurrir durante 20 años por el filo de la ilegalidad, utilizando las garantías que el propio sistema democrático les ofrece para combatirlo; pero el impulso desestabilizador de estos dos últimos años les ha llevado a cometer un grave error de cálculo y a descarrilar fatalmente. La dirección de HB de los años ochenta era prepotente porque se consideraba capaz por sí misma de meter miedo en el cuerpo social, pero la HB de los años noventa ha visto invertirse la situación: es mucho más débil y necesita de ETA para que el miedo cale en los ciudadanos.

Estos son los 23 acusados que, marginado todo debate sobre la actuación política de la coalición en que se encuadran, habrán de responder de lo ocurrido. Y no sólo ante la justicia, ya que, incluso si se libraran de volver a la cárcel, queda la amarga constatación de la incapacidad del MLNV para movilizar a sus bases. De hecho, la Mesa de HB será renovada totalmente el mes que viene.

Los procesados

1. TASIO ERKIZIA
(Lesaka, Navarra, 1943). Fue salesiano, y es el único ex cura que queda en la dirección de HB, coalición a la que pertenece desde que se fundó, en 1978. En las postrimerías del franquismo, destacó como víctima de un episodio grave de torturas, ya que sufrió un conato de violación con un palo a manos de un policía. Ha ocupado cargos públicos, como teniente alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y parlamentario en Vitoria. Pero no ha dejado de vivir en Santutxu, un barrio obrero de Bilbao donde sigue simultaneando la enseñanza con la política. Es licenciado en Psicología y fue director de la ikastola El Karmelo. En la actualidad, es parlamentario en Vitoria. A pesar de que en privado se suele mostrar más moderado, Erkizia ha asumido con frecuencia el papel de portavoz de posiciones graníticas.

2. ITZIAR AIZPURÚA
(Deba, Guipúzcoa, 1943). Fue una de las mujeres juzgadas en el proceso de Burgos, el gran juicio que, en 1970, marcó el punto culminante de las simpatías antifranquistas hacia ETA, y resultó condenada a 15 años de cárcel. Amnistiada en 1977, esta profesora de piano participó junto con su marido, Jokin Gorostidi, juzgado y condenado a muerte en el mismo proceso, en la fundación de Herri Batasuna. Ambos pertenecieron a la Mesa Nacional , hasta que Gorostidi, que era responsable de finanzas, fue depurado en 1992 por presiones de ETA. Itziar Aizpurúa continúa en la Mesa. Es parlamentaria en Vitoria y una mitinera enrabietada. Aunque el paso del tiempo podía haber templado su ímpetu, Aizpurúa sigue manteniéndose en la línea dura.

3. TXOTXE (MARÍA JOSÉ) ANDUEZA
(Vitoria, 1962). Esta veterana militante de HB, rostro conocido del feminismo en versión radical abertzale, estudió peritaje mercantil, pero se dedicó a ejercer el periodismo desde 1990 como redactora política del diario Egin en Álava. Pasó a ser, poco tiempo después, responsable de prensa de HB en esa provincia y dirigente nacional del movimiento feminista Egizan, integrado en el MLNV. Accedió a la Mesa Nacional en 1995. Es de KAS.

4. KARLOS RODRÍGUEZ
(Balmaseda, Vizcaya, 1956). Titulado en Química Industrial, es delegado sindical de LAB en el Banco Bilbao Vizcaya, donde trabaja como analista de organización. Dentro de la dirección de HB, se ocupa del área socioeconómica, tras haber desplazado de dicho cargo, en 1992, a un histórico del proceso de Burgos como Jokin Gorostidi. Encabezó la candidatura de HB al Ayuntamiento de Bilbao en 1995 y ejerció de portavoz municipal durante un año, hasta que cedió su cargo a un preso de ETA.

5. GORKA MARTÍNEZ
(Venezuela, 1948). Es responsable de relaciones internacionales de la Mesa Nacional y uno de los hombres fuertes en la sombra. Con fama de doctrinario y tipo duro, Martínez, hijo de exiliados de la guerra que llegó al País Vasco en 1959, fue concejal en Portugalete y trabajó en la empresa Dragados y Construcciones, S. A. Hizo su carrera política en HASI, el partido prosoviético incluido en el MLNV que desapareció en 1988 al pretender su máximo dirigente, Txomin Ziluaga, disputar a ETA la dirección política del movimiento. Martínez se situó entre los ortodoxos recalcitrantes que no cuestionó el dirigismo de ETA.

6. JUAN PEDRO PLAZA
(Hernani, 1969). Entró en la Mesa Nacional como máximo responsable de Jarrai, el nuevo poder juvenil emergente dentro de la izquierda abertzale. Plaza es también de KAS, y miembro de Ikasle Abertzaleak, la organización estudiantil próxima a ETA.

7. JUAN MARÍA OLANO
(Gaintza, Guipúzcoa, 1955). Como responsable de las Gestoras pro Amnistía, la organización del MLNV que se ha hecho cargo durante estos años de la atención y asistencia al colectivo de presos desde una vertiente organizativa interna y no familiar, representa la larga mano que HB tiende a los presos de ETA.

8. JON IDÍGORAS
(Amorebieta, Vizcaya, 1937). Ha sido la imagen de HB desde los años ochenta, en los que fue portavoz oficial y dirigente con tirón mitinero y con una cierta desfachatez. También fue el diputado que tuvo que dar la cara en el Congreso. Se inició en el movimiento obrero de los años 50 y fue cofundador de LAB, el sindicato abertzale. Es miembro de la Mesa Nacional desde la fundación de HB en 1978. Aunque ha sido fiel portavoz oficial de la línea dura impuesta por ETA, Idígoras no ha ocultado estos últimos años en privado su preferencia por posiciones más dialogantes, que nunca han prosperado. En la mesa de la renovación elegida en 1995, los jóvenes cachorros quisieron retirarlo, pero se impuso su carisma como referencia necesaria para todo un mundo que se va desgajando. Idígoras representa la coherencia y el sacrificio que se exige a la militancia. Ha estado encarcelado en varias ocasiones, la última en 1996, durante tres meses. Sufre una enfermedad crónica respiratoria que le ha alejado de la actividad diaria. Le ha sido reconocida la incapacidad laboral permanente, y cobra como ex diputado una pensión mensual de 250.000 pesetas.

9. MATI ITURRALDE
(Salvatierra de Álava, 1959). Médico de profesión, trabaja en el servicio vasco de Salud de la localidad alavesa de Labastida. Fue escogida por exclusión de otras opciones para encabezar la lista de candidatos al Parlamento de Vitoria, donde resultó elegida. Hace dos años pasó a formar parte de la Mesa Nacional de HB por Álava.

10. JOSÉ LUIS ELKORO
(Elgeta, Guipúzcoa, 1935). Es el empresario de HB, la coalición en la que milita desde su fundación. Está casado y tiene cuatro hijos. Como alcalde de Bergara, lideró durante la transición política el movimiento de alcaldes vascos que tuvo un decisivo papel en la despenalización de la ikurriña . Por su condición de industrial -es propietario de dos empresas de troquelados y tornillería en Bergara y Beasain-, es el presidente del consejo de administración del diario Egin desde 1980. Ha sido senador de HB y un embajador cualificado para las cuidadosas relaciones exteriores que tanto cultiva la coalición radical. En l993, fue designado por ETA miembro del frente negociador, junto a Rafael Díez Usabiaga, el secretario general de LAB, y Karmelo Landa. Elkoro ha dedicado a esa tarea innumerables viajes secretos a Santo Domingo, Francia, Argentina y otros países.

11. ALBERTO DE LORENZO
(Pamplona, 1965). Vinculado a Herri Batasuna desde muy joven, es maestro industrial y profesor de lengua vasca en la coordinadora de alfabetización y euskaldunización de adultos, AEK.

12. JOSEBA ÁLVAREZ
(San Sebastián, 1959). Es hijo de José Luis Álvarez Emparanza, Txillardegi, filólogo y uno de los fundadores de ETA. Está casado y tiene dos hijos. Es concejal del Ayuntamiento de San Sebastián y responsable del área de euskera y cultura, educación y deporte de HB. Ha estudiado Magisterio, pero su trabajo es la política aplicada a temas relacionados con la reivindicación del euskera que lleva a cabo como un auténtico gendarme de las esencias vascas. Miembro de KAS, sus posturas siempre han sido inflexibles y radicales. Cuando ETA mató a su vecino de despacho, el concejal del PP Gregorio Ordóñez, permaneció inmutable. Fue él quien leyó el comunicado justificatorio de HB, en el que se despachaba el asesinato como prueba de la «existencia del conflicto».

13. JOSÉ MARÍA OLARRA
(Tolosa, Guipúzcoa, 1957). Es el rostro y la voz más graníticos de la coalición. Sus advertencias equivalen a amenazas y sus intervenciones públicas parecen declaraciones de guerra. Ex militante de ETA y de las Gestoras, Olarra pertenece a la dirección de KAS y está considerado uno de los dirigentes más influyentes de HB. Trabaja como distribuidor de libros en la editorial Elkar. Olarra fue la pieza clave en la negociación del conflicto de la autovía de Leizarán.

14. MIKEL ARREGI
(Zestoa, Guipúzcoa, 1969). Apodado Ertxin, es el responsable de organización de Guipúzcoa, tarea en la que está apoyado por Rufi Etxeberría, coordinador de la Mesa Nacional. Pertenece a KAS.

15. JOSEBA MARTÍN
(Basauri, Vizcaya, 1963). Es responsable de organización de Vizcaya y militante de LAB. Su hermano Jesús es uno de los presuntos miembros del comando Vizcaya que se encuentran en paradero desconocido desde la reciente desarticulación del grupo, tras el tiroteo en que murieron dos de sus miembros, el pasado día 24, en Bilbao. Es miembro de KAS.

16. RUFI ETXEBERRÍA
(Irurtzun, Guipúzcoa, 1959). Es el responsable de Organización, el máximo dirigente, y tiene una autoridad interna indiscutida. Casado y con dos hijos, fue miembro legal (no fichado) de ETA, y entre 1981 y 1983 estuvo en la cárcel. Cumplida la condena, militó en HB, a cuya Mesa Nacional pertenece desde 1988. Aunque se sabe poco de él, ha contado que una experiencia vivida a los 12 años influyó decisivamente en su militancia: «La Guardia Civil buscaba a mi vecino; no le encontraron y, como venganza, detuvieron y torturaron a sus hermanas». Es reservado, de pocas palabras. Pertenece a KAS.

17. KOLDO CASTAÑEDA
(Estella, Navarra, 1963). Ha sustituido a Roberto Sampedro, fallecido meses atrás, al frente del área de comunicación de la Mesa Nacional. Su predecesor tenía una línea de actuación externa, en la que HB lanzaba periódicamente sus mensajes, que ha desaparecido con Castañeda. En los últimos meses, las ruedas de prensa de HB se realizan con estricto control de los periodistas asistentes y se mantiene el veto a diversos medios de comunicación.

18. KARMELO LANDA
(Ea, Vizcaya, 1952). Desde que sucedió a Txema Montero como europarlamentario, este licenciado en Filosofía ha hecho una carrera meteórica en HB, pese a que procede del EMK (Movimiento Comunista), no tan bien visto en la izquierda abertzale. Accedió a la Mesa Nacional, fue elegido parlamentario de Vitoria y designado por ETA miembro del «frente negociador», junto a Rafael Díez Usabiaga y Jose Luis Elkoro. Antes de dedicarse a la política, a la que aplica un talante desabrido e iluminado, fue profesor de Literatura vasca de la Facultad de Periodismo de la Universidad del País Vasco.

19. FLOREN AOIZ
(Tafalla, Navarra, 1966). Es responsable de organización de Navarra y comparte con Jon Idígoras la tarea de portavoz de la Mesa Nacional, un cargo al que llegó a la edad de 25 años, lo que indica la precocidad política de este navarro que, de estudiante, ya fue un delegado de curso algo empollón, de los que resultan preferidos del profesor. En los Escolapios de Tafalla, le recuerdan como un chico modelo, aplicado e inteligente. Nieto de un carlista recalcitrante, Aoiz se hizo con las riendas del movimiento juvenil Jarrai, desde donde desembarcó, en 1992, en la Mesa Nacional con ambición renovadora. Como portavoz, ha tenido que dar la cara por la línea de dureza y desestabilización que ha impuesto ETA. Lo ha hecho sin inmutarse, con un punto de chulería. Es de KAS.

20. ADOLFO ARAIZ
(Tafalla, Navarra, 1961). Tiene el aspecto y los ademanes de no haber roto un plato, pero su condición de radical y ortodoxo no la pierde ni cuando ejerce su profesión de abogado, en muchas ocasiones al servicio de las Gestoras pro Amnistía. Casado y con dos hijos, de hábitos hogareños, Araiz es parlamentario en Navarra, y ha sido durante años el responsable del área jurídica de HB, cuando dejaron ese hueco Iñaki Esnaola e Íñigo Iruin.

21. ANTTON MORCILLO
(Hernani, Guipúzcoa, 1965). Militante de KAS (Koordinadora Abertzale Socialista), Morcillo se hizo fuerte al acceder en 1995 a la Mesa Nacional tras retirarse su predecesor Iñaki Ruiz de Pinedo, veterano abertzale discrepante con la línea de desestabilización que ha seguido HB. Morcillo es licenciado en Geografía e Historia y, desde 1995, portavoz de HB en el Ayuntamiento de Vitoria. Fue recibido con cautela por el resto de los concejales de la corporación municipal, a quienes se advirtió que tuvieran cuidado con el nuevo edil, porque «es el que se encarga de poner las cruces». Una hermana de Morcillo escondió en su casa de Andoain (Guipúzcoa) a los miembros del comando Donosti que dirigía Valentín Lasarte.

22. KOLDO CELESTINO
(Bilbao, 1960). Responsable de política institucional de HB, Koldo Celestino fue concejal del Ayuntamiento de Bilbao.

23. AMAIA BAO
(Barakaldo, Vizcaya, 1962). Es maestra de profesión y secretaria de organización del Comité Nacional de Acción Nacionalista Vasca (ANV), el histórico partido surgido en los años veinte de una escisión del PNV y el único que aún perdura de los que integraron la unidad popular de Herri Batasuna cuando se fundó en 1978, a partir de la llamada Mesa de Alsasua.

Un remedo de sociedad

EL PAÍS
La estructuración interna del mundo de ETA, agrupado bajo el cartel de Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), ha adoptado diferentes fórmulas a lo largo del tiempo, pero ha mantenido la aspiración fundacional: constituirse en el embrión de la nueva Euskadi para liberarla de la opresión española y -muy en segundo término- francesa. La originaria organización en frentes de los años sesenta y primeros setenta, inspirada en las revoluciones argelina y cubana -frente militar, político, cultural y obrero-, dio lugar más tarde a un sistema más complejo, pero que tendía igualmente a reproducir un esquema de sociedad militante.

El cambio sustancial viene dado por la afirmación de ETA militar -la única existente a partir de 1981- como referente básico e ineludible de la comunidad del rechazo, del conglomerado de siglas y colectivos que en Euskadi se automarginaron, a partir de 1979, de la vía constitucional y estatutaria.

El esquema organizativo de los años ochenta aparece configurado por ETA como brazo armado, Herri Batasuna (Unidad Popular, en euskera) como organismo de masas para la acción política e institucional -esta última muy reducida-, las Gestoras pro Amnistía como engarce entre los presos de la banda y la sociedad vasca, y una constelación de grupos y organismos dirigidos a recrear todas las manifestaciones de la sociedad vasca y a dirigirlas para sus fines, siempre que le resulta factible.

De esta concepción arranca la puesta en marcha de su sindicato, LAB, de su organización juvenil, Jarrai, y de organismos de intervención en todas las áreas sectoriales que son de interés para el mundo de ETA: el feminismo (Egizan), los grupos antinucleares y ecologistas (Eguzki), los estudiantes (Ikasle Abertzaleak), el euskera, la insumisión y -paradójicamente-, el antimilitarismo y los movimientos vecinales y populares, sin olvidar sus propios medios de comunicación.

La Koordinadora Abertzale Sozialistak (KAS), integrada por ETA, LAB, Jarrai, Egizan, ASK y HASI -el partido prosoviético que desapareció en 1988 al pretender su máximo dirigente, Txomin Ziluaga, disputar a ETA la dirección política del movimiento- aseguraba la coordinación entre ETA y el conjunto del MLNV.

Sin embargo, la inercia militarista de ETA le conduce a controlar con mano de hierro todo el movimiento, para lo cual impone a principios de los noventa, un reforzamiento de KAS, que adopta la forma de una especie de comisariado político encargado de impedir desviaciones y, sobre todo, el cuestionamiento de la lucha armada. La consecuencia es la pérdida de protagonismo del brazo político, Herri Batasuna, de donde van siendo depurados todos los que muestren alguna reserva a la prevalencia de los métodos violentos: Iñaki Esnaola, Txema Montero, Patxi Zabaleta...

El último cambio organizativo se produce en noviembre de 1995, con el fin de sustentar la estrategia definida en la ponencia Oldartzen. La aplicación de la kale borroka, la violencia callejera, y de la «socialización del sufrimiento« exige configurar el KAS local como ente que aglutina y supervisa todas las luchas sectoriales de una localidad o barrio.

Un puñado de militantes liberados (a sueldo) de KAS garantizan la coordinación por comarcas (eskualdes) y provincias (herrialdes), mientras que es el llamado KAS central, un órgano muy restringido, el que marca las grandes líneas estratégicas al tiempo que mantiene la interlocución con la cúpula de ETA.

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