El País Digital
Viernes
6 marzo
1998 - Nº 672

La Cámara de EE UU permite por un sólo voto la autodeterminación de Puerto Rico

JAVIER VALENZUELA, Washington
Al siglo exacto de la conquista de la isla, el Congreso de Estados Unidos ha comenzado el proceso de descolonización de Puerto Rico. La Cámara de Representantes aprobó en la madrugada de ayer por la más corta mayoría -209 votos frente a 208- la celebración este año de una consulta de autodeterminación en Puerto Rico cuyos resultados serán vinculantes para el Gobierno de Washington. Puerto Rico ya ha celebrado dos consultas sobre su futuro -en 1967 y 1993-, pero ambas fueron convocadas por las autoridades de la isla y tuvieron carácter de mero sondeo.


El delegado puertorriqueño en el Congreso
(izqu), abraza al presidente del Parlamento
de Puerto Rico después de la aprobación
del referéndum para la isla (Ap).
La próxima votación sería la primera aprobada por el Congreso de EE UU, que se compromete a abrir un período transitorio de diez años para aplicar la voluntad de los boricuas si ésta es contraria al mantenimiento de la actual situación de Estado Libre Asociado. No obstante, el Capitolio se reserva el derecho a pronunciar la última palabra.

El alcance de la decisión de la Cámara de Representantes, que ahora debe ser aprobada por un muy reticente Senado, es enorme. La Cámara califica oficialmente de «colonial» la situación de Puerto Rico y se compromete a considerar la posibilidad de que opte por la independencia o decida convertirse en el primer Estado oficialmente hispano de la Unión.

Antes de votar sobre la consulta, la Cámara rechazó la propuesta del republicano Gerald Solomon de proclamar el inglés lengua oficial de EE UU. Puerto Rico, según fue aprobado por 265 votos a favor y 153 en contra, será sometido a los mismos criterios idiomáticos que el resto de los Estados. La Constitución de EE UU no establece ninguna lengua oficial y concede a los Estados plena libertad al respecto.

Puerto Rico, de decidir la plena integración, se incorporaría a EE UU como un Estado donde el castellano es junto al inglés la lengua oficial. Eso sí, la Cámara recomendó a Puerto Rico promover la enseñanza del inglés para que todos sus habitantes dominen esa lengua a los 10 años de edad. «Es una victoria para la democracia y una derrota de la exclusión», declaró Bill Clinton al conocer el resultado de la larga y apasionada sesión parlamentaria del miércoles. El presidente se había pronunciado en público a favor de que el Congreso permitiese a los puertorriqueños decidir sobre su futuro y en contra de imponerles restricciones a su lengua y cultura tradicionales.

El debate y la votación, retransmitidos en directo en Puerto Rico, fueron recibidos por los boricuas con reacciones contradictorias. Un portavoz del gobernador Pedro Roselló, partidario de la plena integración en EE UU, declaró: «El ganador de esta noche histórica es el pueblo de Puerto Rico». El opositor Partido Popular Democrático, favorable al mantenimiento de la actual situación, se felicitó por el corto resultado de la votación y anticipó que la ley morirá en el Senado.

Puerto Rico dividió internamente a los dos partidos norteamericanos. Todos los demócratas menos 31 votaron a favor de autorizar la consulta; todos los republicanos menos 43, en contra. Los que se opusieron expresaron el temor de que Puerto Rico opte por ser el 51º Estado, algo para lo que, dijeron, «no está preparado» EE UU.

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