El derechista Carlos Flores, favorito en las quintas elecciones democráticas de Honduras
PACO GÓMEZ NADAL,
Managua
Ley seca y poco entusiasmo. Los hondureños no se mostraron precisamente animados con las elecciones presidenciales que se celebraron ayer y en las que se preveía un elevado índice de abstención. El clima no ayudó: lluvia y niebla en gran parte del país. Tampoco hubo marchas espontáneas, como en comicios anteriores. El candidato del Partido Liberal, el derechista Carlos Flores, partía como principal favorito en los comicios y, según las encuestas a pie de urna realizadas por dos emisoras de radio, aventajaba por 18 puntos a su rival, Nora de Melgar, del Partido Nacional.
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La apatía de los ciudadanos contrastaba con la euforia de políticos y medios de comunicación. El despliegue de la televisión y la radio fue el mayor que se recuerda en Honduras y los mensajes trataron, ante todo, de animar a la población a participar en la «fiesta cívica».
El presidente del Tribunal Nacional de Elecciones (TNE), Guillermo Casco Callejas, destacó la normalidad con la que estaban transcurriendo las votaciones, aunque reconoció el retraso en la apertura de algunas mesas debido a problemas logísticos. Los observadores internacionales, apenas un centenar, confirmaron la normalidad a la que ayudó la nueva modalidad de «voto domiciliario»: la posibilidad de los ciudadanos de ejercer el voto en su zona de residencia.
Otra de las novedades de estas elecciones (las quintas desde que Honduras volvió a la democracia en 1981) es la aparición de la izquierda, legalizada hace cuatro años y aglutinada en torno al Partido de Unificación Democrática. Su candidato a la presidencia, el escritor Matías Funes, denunció ayer ataques a sus candidatos e implicó directamente a Roberto Suazo Córdova, ex presidente liberal en el período 1982-1986 y principal apoyo del candidato oficialista Carlos Flores. Funes dijo ayer que dos candidatos a alcalde de su formación política han recibido amenazas de muerte y uno de ellos fue víctima de un atentado en la ciudad de La Paz, donde Suazo tiene importantes negocios. Los hechos tienen un precedente peligroso en el asesinato político de Carlos Escaleras, candidato de la izquierda a la alcaldía de Tocoa, el pasado mes de octubre. La Unificación Democrática mantiene aún la esperanza «de dar una sorpresa al bipartidismo».
Mientras se conoce el ganador de estas elecciones, Carlos Roberto Reina, actual presidente de Honduras, aprovecha hasta el último minuto defender su polémica gestión. Ayer, tras votar en un colegio electoral de la capital, Reina insistió en la necesidad de una «revolución moral», aquella que prometió en 1993 y que, según los analistas, fue incapaz de poner en marcha.
Flores es el sustituto natural del actual presidente aunque tiene en su contra la popularidad de Nora de Melgar, ex alcaldesa de Tegucigalpa, y lapreferencia de las votantes por ésta última en un país en el que el 54% de la población es femenina.
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