Caracas, lunes 21 de abril, 1997

Reformas económicas de América Latina son correctas pero insuficientes

Las políticas ejecutadas en América Latina evitaron males mayores, pero 'se necesita completar los procesos y elevar el nivel educativo'

El Universal

Caracas.- 'Sin las reformas estructurales que se han realizado en la economía en los distintos países latinoamericanos, el ingreso per cápita en América Latina sería de 19% inferior y el potencial de crecimiento llegaría tan sólo al 2,5% anual', esta conclusión se desprende de un análisis sistemático presentado el pasado mes de marzo durante las reuniones anuales del Banco Interamericano de Desarrollo, realizadas en Barcelona, España.

Este tipo de evaluación, realizada por Eduardo Lora y Felipe Barrera de la oficina del economista jefe del BID, habría sido imposible hasta ahora por la ausencia de indicadores directos sobre las principales variables de política estructural. 'Utilizando un índice cuantitativo recientemente elaborado, que refleja el estado de las políticas en las áreas comercial, financiera, tributaria, de privatizaciones y laboral, este estudio ha calculado por primera vez los efectos que cada una de estas áreas de reforma estructural ha tenido sobre el crecimiento permanente y transitorio, sobre la productividad y sobre la inversión por países y en la región en su conjunto en la última década'. En el documento presentado ante el BID se señala que 'sin las reformas, la productividad conjunta del trabajo y el capital habría continuado cayendo como venía ocurriendo desde los años setenta y la inversión se habría estancado en niveles cercanos al 15% del PIB'.

Sin embargo, en el informe presentado se reconoce que 'las reformas aplicadas hasta ahora son insuficientes para regresar a las tasas de crecimiento del orden del 5% que fueron usuales en el pasado, y menos aún para lograr los niveles superiores al 7%, comunes en los países del este de Asia. Desde este punto de vista la situación es peor. Tasas mayores requieren completar los procesos de reforma y elevar en forma significativa los niveles educativos de la fuerza de trabajo'.

Las reformas estructurales han acelerado el crecimiento total de la región en tres puntos por año, de los cuales, 1,2 puntos son de naturaleza permanente, gracias a los aumentos que han generado sobre la productividad y la inversión. La productividad ha respondido especialmente a las reformas comerciales y financieras, mientras que la inversión ha sido estimulada por estas dos reformas y por las privatizaciones, según indica la investigación de Lora y Barrera.

'La estabilización macroeconómica, que a menudo ha acompañado a las reformas estructurales, ha contribuido a recuperar el crecimiento en unos 0,7 puntos anuales, pero con un impacto muy modesto sobre el crecimiento permanente. Una vez agotados los efectos transitorios de las reformas y la estabilización, en ausencia de nuevas reformas el crecimiento de la región tendería a estabilizarse en torno al 3,7% anual', indica el documento presentado en marzo.

Impacto de las reformas

La reforma comercial ha sido el área de mayor incidencia en estos resultados. Su efecto ha sido muy alto en el crecimiento total como en el permanente. Esto se debe, no solamente a que ha sido el área donde más se ha avanzado, sino también al hecho de que las distorsiones comerciales reducen severamente la eficiencia económica. La ganancia de crecimiento permanente atribuible a las reformas comerciales, según los cálculos de los investigadores, es de 1,3%, es decir, más que el total de ellas.

La reforma financiera ha ejercido un efecto considerable sobre el crecimiento total y permanente. Se calculaque ha contribuido a elevar el crecimiento permanente en 0,7%, confirmando también la importancia asignada al desarrollo financiero en estudios a nivel mundial, según los redactores del documento.

Otras áreas de las reformas han sido analizadas por losinvestigadores. 'Los efectos en otros sectores han sido muchos más modestos, pero la reforma tributaria y las privatizaciones han contribuido de todas formas al crecimiento total, porque han tenido efectos transitorios de importancia. El más notable para el promedio de los países ha sido el generado por las privatizaciones: 0,8% puntos adicionales de crecimiento por año en el período 1992-1995.

Buena combinación

En el análisis presentado por Lora y Barrera se establece que la combinación de los programas y reforma estructural 'impidió que se profundizara la crisis en los niveles de ingreso per cápita de la región que ya era apreciable a mediados de los ochenta. Buena parte de los efectos de ambos fenómenos deban considerarse como ganancias transitorias, o de recuperación del crecimiento'.

Concluyen los investigadores que 'el efecto permanente de la estabilización macroeconómica fue muy inferior al de las reformas estructurales. Esto implica que las distorsiones que se generaban con las inflaciones promedio de América Latina a mediados de los años 80 eran de menor importancia que las que estaban produciendo las restricciones comerciales, financieras y de otra índole estructural. El hecho de que los países hayan dado la mayor prioridad a la estabilización macro, para proceder sólo después y, a menudo gradualmente, a realizar las reformas, no implica, sin embargo, en modo alguno, un error de política. La estabilización temprana puede no sólo haber sido indispensable para recuperar el crecimiento, sino que puede haber sido indispensable para haber creado el espacio político y técnico necesario para poder iniciar el proceso de reformas'.

Puntualiza el documento que, según los resultados obtenidos, se sugiere que una mayor eficiencia del aparato estatal puede amplificar los beneficios de las reformas. 'Paradójicamente, aunque las reformas han tenido como propósito ampliar la función del mercado, ha aumentado también la necesidad de contar con un aparato estatal más eficiente y transparente, para facilitar el funcionamiento de los mercados'.

Los mejores ejemplos, indica el informe presentado ante el Banco Interamericano de Desarrollo, son la necesidad de supervisión bancaria para hacer eficaz las reformas financiera, o el fortalecimiento de la administración tributaria para mejorar la neutralidad y transparencia de los sistemas tributarios ya reformados. Pero la eficiencia del Gobierno no puede ser modificada velozmente.

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