El Diario de Hoy, 22 de marzo de 1997
Tema para meditar
Semana Santa en familia
Por Pbro. Óscar Rodríguez B, s.d.b.
La Semana Santa, o como se le llamaba antiguamente, 'Semana Mayor', son los días en que se conmemoran los grandes acontecimientos de nuestra redención: la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Se les llama santos, porque son santos los misterios que en ella celebramos.
Estos días constituyen un acontecimiento que para nadie pasa inadvertido; quizá para muchos sea sólo una semana de descanso físico y mental que ciertamente caen bien al cuerpo y tonifica el espíritu. Lo malo sería que se dieran vacaciones olvidándose de Cristo, que con su muerte en la cruz nos trajo la salvación.
El pueblo judío celebraba cada año una fiesta nacional que les recordaba la liberación de la esclavitud a la que estaban sometidos en Egipto. Era la Pascua Judía. Para nosotros los cristianos, las celebraciones pascuales consisten un hacer presente el "Plan Salvífico de Dios" que, al llegar la plenitud de los tiempos, muere en una cruz y resucita gloriosamente. A esta celebración le llamamos el 'MISTERIO PASCUAL'.
Esta Semana, tan rica en contenido religioso, es una ocasión propicia para que la vivencia cristiana de estos hechos históricos enriquezcan a la familia al igual que en el antiguo pueblo de Dios que, al celebrar la Pascua judía, lo hacía dentro del contexto familiar teniendo como cabeza al padre y a la madre.
La Semana Santa está formada por los últimos días del tiempo cuaresmal, es decir, del Domingo de Ramos hasta el Jueves Santo por la tarde, y por el TRIDUO PASCUAL, que conmemora la pasión, la muerte y resurrección de Cristo. El DOMINGO DE RAMOS es un día de contrastes, ya que se conmemora la entrada triunfal de Jesús como Rey y Mesías de Jerusalén, y se anuncia su pasión y muerte en la misma ciudad.
Las palmas y ramos de olivo que se llevan este día nos recuerdan aquel recibimiento triunfal. Los días lunes, martes y miércoles conmemoramos diversos momentos relacionados con la misma pasión y glorificación de Cristo. El JUEVES SANTO se celebran aquellos acontecimientos que el mismo Cristo vivió en la Cena de despedida como son: la institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y el mandamiento del Amor.
Fue en esa Cena cuando se hizo Eucaristía, Sacramento de Amor y les pidió a sus discípulos que 'se amaran los unos a los otros" (Jn. 13,34). Este día es llamado 'Día del amor fraterno' ocasión propicia para vivirlo en familia y examinar nuestras actitudes como cristianos, ya que el AMOR se traduce en acciones. Muchas veces da la impresión que en nosotros hay más egoísmo que amor. El odio, la violencia y la venganza han encontrado en la sociedad y en algunas familias un camino para solucionar los conflictos dejando una estela de rencores que originan situaciones peores.
Cristo dijo a sus discípulos y lo sigue diciendo a cada uno de nosotros: 'La señal por la que conocerán que son discípulos míos será que se amen los unos a los otros'(Jn. 13,35). El VIERNES SANTO es un día que centra la atención en el misterio de la Cruz, pues en ella se refleja el sufrimiento de Cristo. La ausencia de candelabros, luces y manteles en todos los altares, simboliza el momento que se está viviendo este día de todo un Dios que muere en una cruz perdonando a sus verdugos.
Toda manifestación de fe externa este día, tales como Vía Crucis, procesiones y costumbres populares, deben reflejar el único misterio que se conmemora que es la muerte del Redentor en la Cruz. El SÁBADO SANTO se considera como una permanencia de Cristo en su sepulcro, es día de silencio y oración en espera de la resurrección del Señor.
La solemnísima VIGILIA PASCUAL que se celebra el sábado por la noche es la más importante de todo el año. Con esta noche inicia el último día del Triduo sagrado. Una larga, pero hermosísima ceremonia llena de luz y esplendor y que comienza con el rito del fuego y el canto solemne del Pregón Pascual, preludia la inmensa alegría que experimenta la humanidad por el triunfo del Redentor.
Se escucha la narración de la historia de la salvación contenida en el génesis, éxodo y los Profetas para terminar con el anuncio de la resurrección en el evangelio. A la luz de la resurrección de Jesús adquieren sentido su vida, sus palabras y sus hechos, vive entre nosotros, vive en todos aquellos que Él ama y garantiza nuestra futura resurrección, pues como dice el Apóstol Pablo: 'Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe' (I Cor. 15,17). El DOMINGO DE PASCUA RESURRECCIÓN en que, como ya se ha manifestado, celebramos la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, celebramos la Fiesta de la Luz, es muy importante que en familia se comparta la fe en el Resucitado y de manera especial se manifieste la alegría y la paz que Él trae.
De esa manera podemos testimoniar al mundo el gozo de la nueva luz y la salvación que hemos recibido del Resucitado.