El Diario Hoy, Ecuador, 16 de marzo de 1997
Aclarando amanece
La estafa de la propaganda electoral
Por Carlos Sandoval
El pueblo salvadoreño concurrirá nuevamente a las urnas el próximo 16 de marzo para renovar la Asamblea Legislativa y los Concejos Municipales. No hay duda de que esta elección reviste una gran importancia para nuestro país no solamente por el hecho de ser una de las más confrontativas, sino también por la imprevisibilidad de sus resultados.
Ninguna encuesta pudo señalar un claro ganador para el próximo domingo. A pesar de la importancia que tiene la propaganda como recurso para inclinar las preferencias del electorado en un determinado sentido, su función fue muy pobre y ramplona. En lugar de una propaganda de ideas -o de altura como se dice falsamente- afloró la violencia física y verbal, las acusaciones y contraacusaciones, los regateos mutuos y las injurias personales. Predominó la gastada y tradicional guerra de imágenes.
Por ello es preocupante que la ciudadanía vaya a depositar su voto el próximo domingo sin tener una idea clara y segura sobre quiénes son los candidatos más idóneos y los programas más convenientes. Ni sabe por qué vota ni para qué vota ni por quién vota. Ninguno de los partidos presentaron propuestas claras para sacar al país de la crisis socio-económica ni sobre la manera de encarar el porvenir.
ARENA, por ejemplo, se dedicó a acusar al FMLN de ser el culpable de la presente crisis debido a la destrucción de la infraestructura económica y social que ocasionó su 'guerra popular prolongada'. Y, el FMLN, por su parte, se concentró en pasarle la factura a ARENA por la pobreza, la violencia, la corrupción y la carestía de la canasta básica. Por ello los anuncios del FMLN alentaron el voto de castigo, el voto 'revanchista' (ahora puedes desquitarte) contra ARENA y éste, a su vez, pidió la reflexión para no caer en los esquemas inhumanos del pasado.
Pero lo que solicitaba el electorado no era un circo desbordante de excesos demagógicos, sino un debate para conducirlo a la selección de opciones. No hace falta ser un cientista social para darse cuenta de que la propaganda efemelenista impactó más que la arenera.
A pesar de la denuncia que presentó el PD, a última hora, sobre horrorosos y espeluznantes delitos cometidos por sus antiguos compañeros tales como asesinatos, secuestros, ajusticiamientos y venta de armas de guerra, el golpe no fue muy efectivo. Unos ignoraron estos hechos por obcecación ideológica y otros, por ese mecanismo que los psicoanalistas llaman 'transferencia psicológica' por medio de la cual las personas tratan de proyectar sus sentimientos de culpa sobre cualquier chivo expiatorio: el padre, el maestro, el gobierno.
Para la 'mara', el culpable de su vida díscola es la falta de hogar; para el mal alumno, las deficiencias del maestro y, para los marginados, las medidas económicas del gobierno y la ausencia de programas sociales. Pero nunca nadie asume, en lo personal, la culpa de su fracaso. El culpable siempre es el otro. Esta operación de transferencia psicológica fue muy bien aprovechada por la propaganda del FMLN.
Por su parte, ARENA no pudo realizar una contrapropaganda inteligente, oportuna y persuasiva para hacer ver que muchos de los problemas económicos que padecemos no se originan en el país sino en el extranjero, como el de las alzas inmoderadas de los combustibles, las fluctuaciones de los precios del café en el mercado internacional, el escaso turismo extranjero, etc. Tampoco ridiculizó las ofertas populistas del Frente que pueden hundir al país en el caos económico y social.
Únicamente se limitó a echarle la culpa de la crisis por sus actividades militares del pasado. Pero lo que a la gente le preocupa no es tanto el trasiego o la tenencia de armas de guerra, como el precio de las tortillas, frijoles, arroz, leche, carne, etc. Como dice sabiamente el refrán, 'barriga llena, corazón contento'. Esta campaña política, pues, no ha sido cívica, sino de circo. No hubo debate de ideas ni confrontación de propaganda. La ideología fue la gran ausente de la contienda, a pesar de la importancia que tiene en la formulación de programas de gobierno. La contienda fue, fundamentalmente, una lucha de fuerzas políticas y no un debate de pensamiento.
Y en este campo de las ideas, ARENA tenía una ventaja sobre el FMLN porque el neoliberalismo se ha impuesto al socialismo. El marxismo no solamente ha hundido a los pueblos en la miseria, la escasez y el atraso, sino también en la discriminación y la falta de libertad. Cuba es ahora uno de los países más pobres y atrasados del mundo. Si revisamos la Declaración de Principios de los partidos políticos que participan en la actual contienda electoral veremos que el más vago, más contradictorio y más abstracto es el del FMLN.
Uno no sabe cuál es su ideología. Porque eso de declararse democrático no dice nada. Todos somos democráticos o pretendemos serlo. La democracia no es una ideología sino una manera de elegir a los gobernantes y una forma de convivencia social. Por eso hemos dicho que el FMLN es un partido camuflado.
El cambio que ofrece es una incertidumbre porque no se sabe cuál es el modelo de sociedad que trata de construir. Por las declaraciones de sus dirigentes sabemos que unas veces defienden un 'socialismo social' (Schafik Handal); otras, un 'socialismo reformado' (Salvador Sánchez Cerén); y otras, una vaga sociedad democrática. Para el FMLN se cuidó mucho de no hablar sobre este tema, como lo había venido haciendo durante la mayor parte de los años de guerra y lo reafirmó públicamente en el VI Encuentro del Foro de Sao Paulo.
En este Foro, en donde asistió más de un centenar de partidos de izquierda y guerrilleros marxistas, se proclamó que el 'socialismo reformado en la alternativa al neoliberalismo'. Sánchez Cerén dijo concretamente que 'a medida que las políticas capitalistas fracasen, se abre la posibilidad de avanzar hacia el socialismo' (La Prensa Gráfica, 29-07-96).
ARENA ignoró completamente esta confesión comprometedora, tal vez porque considera que este tema es muy académico y poco pragmático. Es más, a pesar de que el Frente criticó acre y duramente el modelo neoliberal nunca se preocupó por rebatirlo. No tomó en cuenta que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Casi estoy seguro, por eso mismo, de que la mayoría de electorado le tema más al neoliberalismo que al marxismo. No han querido entender que la ideología es la esencia de un partido, lo que inspira, moviliza y motiva a sus correligionarios y, en definitiva, lo que decide la forma de encarar los problemas sociales, económicos y políticos.
La falta de ideología, las contradicciones y la demagogia de la 'oferta legislativa' del FMLN las puso de manifiesto El Diario de Hoy en varios editoriales, pero ARENA no quiso sacar provecho de esa debilidad del adversario y, en su lugar, se preocupó más por revivir el pasado. Y lo más grave de todo es que ignoró la política de modernización del gobierno, la privatización para reactivar la economía, las obras sociales realizadas y el orden impuesto en las finanzas públicas.
Paradójicamente también defraudó al Gobierno del Presidente Calderón Sol. No hay duda de que esta campaña ha sido una estafa más al electorado porque él es quien la paga, soporta y consume.