Por Segundo E. Moreno Yánez
La coca (Erythroxilum coca) es un arbusto de origen amazónico,
cuyo hábitat natural es la vertiente oriental de la Cordillera
de los Andes. Como "planta sagrada", según referencias
arqueológicas, la coca es conocida en Andinoamérica desde hace
2.500 años y en Perú y Bolivia las hojas de coca son
utilizadas como los estimulantes té o café en las sociedades
occidentales. "Mascar coca" no produce alucinaciones, cura los
malestares estomacales y el "soroche" o mal de altura y, en la
religión tradicional, cumple un papel ritual en honor a la
"Pachamama". Desde antes del Incario, eran conocidas sus
propiedades terapéuticas, como el uso de aceites de coca para
la trepanación de cráneos y para el alargamiento artificial de
los mismos. Con la invasión española, las plantaciones de
propiedad del Inca fueron distribuidas entre algunos
conquistadores y, con la explotación de las minas de plata de
Potosí, se produjo el primer "boom" comercial de la coca, ya
que su uso aumentaba el rendimiento laboral de los indios
forzados a trabajar en las minas. Mientras en el Norte andino
(Ecuador) la coca fue sustituida por la caña de azúcar y
desapareció hacia finales del siglo XVII, en el Alto Perú
(Bolivia) se convirtió, después de la plata, en la segunda
fuente de ingresos de la Corona Española. La catedral de La
Paz fue construida gracias a un impuesto sobre la coca y
muchos comerciantes españoles construyeron, a su vez, grandes
fortunas. "Algunos, dice Cieza de León en 1553, están en
España ricos con los que hubieron de valor de esta coca
mercándola y tornándola a vender".
La cocaína, droga alucinógena, como pone de relieve una
publicación de IEPALA (1994), no es un "producto andino", sino
un típico resultado de la "ciencia occidental". En 1858 el
químico A. Nieman aisló uno de los alcaloides que contienen la
coca: la "benzoil-metil-ecgonina", comúnmente conocida como
"cocaína". Desde 1884 se aplicó este producto químico como
anestesia local en la cirugía, año en el que también Freud
recomendaba la cocaína para aliviar la tensión nerviosa y la
fatiga. Mientras en los Andes las hojas de coca eran usadas en
la dieta alimenticia de la población, el subproducto químico
occidental se consumía con fines recreativos en la "alta
sociedad" europea y en la gran burguesía norteamericana,
mientras financiaban intervenciones militares para obligar a
los chinos a consumir el opio vendido por sus compañías
mercantiles.
Angelo Mariani, químico paisano de Napoleón, fue el primero en
hacer negocio con la cocaína, al lanzar al mercado, en 1863,
un vino cocainado llamado, en honor a de su autor: "Vin
Mariani". La competencia le hizo la empresa farmacéutica
Parke-Davis con la cocaína vendida en cigarrillos y en otra
bebida alcohólica llamada "Coca Cordial". En 1895 el gringo
John Smith Pemberton inventó el símbolo norteamericano por
excelencia: la bebida "Coca Cola", como medicamento contra el
dolor de cabeza y como estimulante. Su secreto radicaba en que
la nueva bebida contenía cocaína la que, desde 1906, cuando la
cocaína comenzó a ser ilegal en los Estados Unidos, fue
reemplazada por la cafeína. Actualmente un kilogramo de
sulfato de cocaína cuesta en Perú o Bolivia unos 5.000
dólares; al llegar a Colombia ya vale 15.000. La cocaína pura
extraída de ese kilogramo se vende a los mayoristas
norteamericanos entre 40.000 y 60.000 dólares y ellos la
venden adulterada al consumidor entre 200.000 y 500.000
dólares. Los países consumidores obtienen las mayores
ganancias en el "tráfico de la muerte" y allí es donde se
realiza "el blanqueo" de los narcodólares y el suministro de
los productos químicos para la transformación de la pasta
básica en clorhidrato de cocaína. El valor monetario del
tráfico de drogas ha superado al comercio internacional del
petróleo y solo es inferior al comercio de armas. En este
"negocio redondo" ¿quién debe otorgar un "certificado" de
buena conducta y a quién?