La Jornada 6 de enero de 1996

Se enfocarán sobre TLC, corrupción, migración y narco:, dice

David Aponte ¤ Los partidos políticos de Estados Unidos ``van a utilizar temas de la vida nacional'', entre ellos la corrupción, el narcotráfico, la migración y el Tratado de Libre Comercio, en la campaña electoral para la Presidencia en 1996, dijo ayer el embajador de México en Washington, Jesús Silva Herzog.

Los escándalos políticos y los actos de corrupción detectados en 1995, han deteriorado la ``imagen y credibilidad'' de México en el vecino país. Esta situación va a ser utilizada en las campañas políticas de Estados Unidos, expuso.

Silva Herzog opinó que al gobierno mexicano le ``va a costar'' recuperar la credibilidad y restaurar la imagen de México en el exterior y ``seguramente los logros no serán inmediatos''.

En una larga entrevista con La Jornada, Excélsior y El Universal, manifestó que el programa de ajuste económico ha traído costos sociales ``traumáticos''. Sin embargo, México mantuvo en 1995 y mantiene actualmente la paz social, como un elemento fundamental en la vida de una nación.

El diplomático, el ex secretario de Hacienda, el político, habló del estado que guardan los vínculos con Estados Unidos, de la migración, narcotráfico y extradición, como los temas de mayor controversia en la relación bilateral; se refirió también a las campañas políticas en ese país y a la situación económica de México.

``Creo que primero tenemos que reconocer que la relación entre México y Estados Unidos es muy madura, en donde hemos sido capaces ambos países para establecer mecanismos de carácter institucional, que nos permiten resolver los distintos problemas que se nos plantean de manera muy frecuente en una agenda extraordinariamente compleja y diversificada que tenemos.

``El problema de migración lo hemos tenido hace muchísimos años. El problema del narcotráfico lo hemos tenido hace muchísimos años. Es muy claro que ahora vamos a entrar en una campaña presidencial en Estados Unidos y es muy claro que han pasado cosas en los últimos años, tanto allá como acá, que le dan a la relación un escenario distinto.

``Por decir algo en Estados Unidos, hoy en día, se vive un clima en donde hay tendencias muy claras en contra de la migración y este ha sido un fenómeno cíclico, pero que no estaba presente hace cuatro años. Hoy en día, tenemos iniciativas en el Congreso, en el Senado, actitudes por parte de la propia administración del gobierno estadunidense que claramente me indican que hay una etapa, un clima antinmigrante.

``Por el lado del narcotráfico, pues hay por parte de ambos partidos una clara idea de que hay que luchar en contra del crimen, y parte importante del crimen es el narcotráfico. Todo esto se va a acrecentar muy probablemente durante la campaña presidencial que ya inició desde algunas semanas.

``Sin embargo, creo que la relación madura, constructiva, cordial, amistosa que hemos logrado establecer, la vamos a poder mantener. Esto no quiere decir que no vaya a haber pronunciamientos que de alguna manera van a ser expresiones críticas a distintas cuestiones de la política o de la situación en México, pero que nosotros debemos primero entender que en muchos casos se va a tratar de tiempos de campaña política y que por otro lado lo que nos estimula a nosotros, es a decir nuestra verdad.

``Y lo voy a decir con dos ejemplos: en el tema migratorio tenemos que seguir insistiendo, una y otra vez, de que es un problema de carácter estructural, que responde por una parte a un exceso de mano de obra que tiene México, derivado de su alto crecimiento demográfico y de su poco crecimiento en los últimos años, de su propio poco crecimiento económico en los últimos años, y que por otro lado, en Estados Unidos existe una demanda real por ese grupo de trabajadores migratorios mexicanos.

``En un viaje a Carolina del Norte, le digo al dueño de un rancho: oiga qué haría usted si no tuviera la mano de obra mexicana que le ayuda a recoger el tomate y a empacarlo. Y de una manera muy contundente y muy sencilla, me dijo: `Yo estaría fuera del negocio'. De manera muy clara nuestra corriente migratoria hacia allá responde a una demanda de allá. Entonces tenemos que entender el problema y el fenómeno con ese criterio y no con un criterio meramente policiaco o administrativo.

``En el caso del narcotráfico hay una tendencia muy clara a poner toda la responsabilidad del problema en el que lo produce o lo transita, que es el caso nuestro. Se mencionan con mucha frecuencia el cártel del Golfo, de Cali, de Medellín, y yo he venido diciendo en Estados Unidos y bueno cuándo mencionamos los cárteles que tengan apellidos sajones, el Smith, el Potoma... Entonces aquí también necesitamos una postura equilibrada, balanceada, seria y objetiva. Y eso es lo que vamos a tener con la responsabilidad básica en los próximos meses, si es cierto lo que pensamos que puede pasar, de que muchos de estos temas van a formar parte de la campaña presidencial.

``Creo que la relación la vamos a tener que mantener de un modo maduro, constructivo, amistoso, gracias a todos los mecanismos institucionales que hemos establecido y mucho de lo que se ha hecho en el pasado. Dije por ahí que caray, todavía no hemos podido descubrir la manera de cambiar la posición geográfica de un país dentro de un planeta, digo a pesar de todo el avance tecnológico. Somos vecinos y vamos a seguir siendo vecinos, y lo que tenemos que hacer es ver todos estos problemas, pero con un criterio y una actitud serena, objetiva y de mediano y largo plazo''.

-¿Cómo evitar estos ataques que de alguna manera ya se están dando por el proceso electoral?

-Diría a base de dos caminos básicos: uno o lo más importante es entender que son manifestaciones que son producto de una campaña político-electoral; segundo, tener capacidad para en el momento en que se haga tal o cual argumento, nosotros tengamos la capacidad de responder con nuestro punto de vista, y tercero, reconociendo que hay una relación madura, y ésta como en cualquier otro grupo humano, entre familia, marido y mujer, tiene que saber capotear algunos momentos de dificultad.

-¿El asunto de Mario Ruiz Massieu, es otro de los puntos...?

-Sabemos que ha habido una negativa a cuatro solicitudes de extradición y ahora se está planteando una solicitud de deportación, utilizando leyes de carácter migratorio... No sabemos qué es lo que vaya a pasar, lo que sí sabemos es que el gobierno de México, hizo un gran esfuerzo para tratar de lograr la extradición del licenciado Ruiz Massieu, y que en estos esfuerzos tuvimos la colaboración del Ejecutivo de Estados Unidos.

``Los jueces que vieron el caso consideraron que no había lo que se llama causa probable y negaron la solicitud. Nosotros vamos a seguir insistiendo en que el caso Ruiz Massieu debe someterse a las leyes mexicanas y esperamos seguir contando con la colaboración que hemos tenido, aun cuando el resultado de estas gestiones no lo podríamos asegurar''.

-¿De qué manera han afectado no la relación, sino el comportamiento del gobierno de Estados Unidos con el de México, los escándalos políticos, la crisis económica?

-Han hecho que la chamba del embajador de México en Washington sea una chamba de casi 24 horas. No cabe la menor duda que estos asuntos, que además nos fueron sucediendo el año pasado uno tras otro, han provocado un problema de deterioro de la imagen de México en Estados Unidos, así como lo han provocado muy claramente dentro de nuestro país. Eso es innegable y es un problema diría muy serio, porque vamos a tener que hacer un esfuerzo grande para restaurar esa imagen deteriorada y volver a ganar algo que cuesta mucho trabajo en crear, que es una buena dosis de credibilidad...Va a costar un esfuerzo y seguramente que los logros no van a ser inmediatos.

-Además de que se dieron elementos para la campaña electoral en Estados Unidos, para que México sea puesto en el banquillo de los acusados...

-Así es... Creo que la percepción de México es de un país muy importante con casi 100 millones de habitantes. Somos a pesar de la crisis, la economía número 12 en el mundo. Somos uno de los diez países en cuanto al valor de sus exportaciones. Hay una percepción de que somos un país importante. Pero bueno, todos esos problemas que tuvimos el año pasado sin duda que nos han afectado.

-¿De qué manera afectaría en el proceso electoral de Estados Unidos la oposición que hubo al paquete de ayuda financiera a México?

-Creo que si el presidente Clinton adoptó o tomó una decisión con un gran coraje político, convencido de que tomándola estaba defendiendo intereses estadunidenses, de su propio país, pero al mismo tiempo ayudando a un país importante, de importancia estratégica para Estados Unidos, sabemos que lo hizo dándole la vuelta un poco al Congreso y esto ha provocado que buen número de representantes a veces critican a México, porque de esa manera están criticando la decisión que el presidente Clinton adoptó. En buena medida creo que el impacto, la reacción de mucha gente al paquete financiero va a depender mucho de lo que suceda en nuestra economía en los próximos días.

En un despacho del área de conferencias de la Cancillería, Silva Herzog comentó que México tuvo logros importantes en materia económica en 1995, a pesar del programa de ajuste, ``que a veces no somos capaces de apreciar'', dijo

``El país está en paz, hemos logrado mantener la paz social. En algunas pláticas que tengo en Estados Unidos, les digo miren señores les voy a contar la historia de un país que perdió el ocho por ciento de su PIB, que tuvo que aumentar el IVA en un 50 por ciento, que el precio de los combustibles los elevó en un 50 por ciento, que el número de desocupados aumentó al doble de lo que teníamos al principio del ejercicio. ¿Qué pasaría aquí en Estados Unidos?, les pregunto. ¿Qué haría usted si le aumentaran el precio de la gasolina 50 por ciento de hoy para mañana?

``Yo no lo aceptaría (responden)...Bueno pues ese país es México. Ese país ha tenido la madurez para entender una crisis muy severa y para soportar de una manera digna y serena todas las medidas que hubo que tomar durante el año pasado.

``Pero ya los indicadores muestran que la curva empieza a subir. Si esto se consolida en el próximo trimestre, creo que la decisión del presidente Clinton de apoyar a México, en una decisión de gran coraje, se puede convertir en un activo importante en su campaña presidencial''.

-Con todo este panorama, ¿los estadunidenses no le preguntan sobre el costo social que ha tenido...?

-Es una pregunta obligada. Sigue normalmente de otra: ¿cuánto más puede aguantar la sociedad mexicana a este programa de ajuste? Pregunta que recibí durante mucho tiempo y de manera reiterada en el año de 1983, hace 12 años, cuando entramos en otro programa de ajuste. Obviamente que el costo social, el desempleo, la muerte de muchas empresas medianas y pequeñas, la inflación, la caída en el salario real, todo esto ha sido muy traumático y cuando vengo a México, a mí me ha impactado lo que uno ve, lo que siente, lo que le transmiten a uno las personas.

``No hay nadie en la familia o en sus amistades que no haya sido asaltado, que no le hayan robado su coche. Sin embargo todo eso, siendo cierto, es un país que ha logrado mantener durante el año pasado, en un momento verdaderamente difícil, la paz social. Tuvimos elecciones en 17 estados el año pasado; 12 mil posiciones electorales, en medio de una crisis. Digo, uno puede construir una imagen en la que uno debe sentir orgullo de ser mexicano y debemos volver a sentir el orgullo de ser mexicanos, porque ahorita traemos la conciencia muy golpeada, todo mundo anda con la cabeza baja, hasta el que voltea a ver el letrero''.

-¿Por qué ahora sí creer en la política económica, cuando en el sexenio anterior se creyó que se tenía la mejor y pasó lo que pasó?

-Es una pregunta que todos los mexicanos se hacen, hay que reconocerlo, no tiene una respuesta fácil. Primero porque en este mundo, en un país como el nuestro uno debe ser optimista, es un problema de actitud; segundo porque yo creo que hay bases que nos permiten pensar en que en 1996, no vamos a tener el deterioro que tuvimos el año pasado y que es posible, porque hay bases, que nos permiten pensar en un crecimiento moderado de la economía. Creo que sí existen las condiciones y lo estamos empezando a ver en distintos sectores, hay un ligero aumento en el número de ocupados, en la producción de acero, en la producción automotriz.

``No cabe duda que uno de los grandes problemas que tenemos en México en estos momentos es la credibilidad''.

-¿Hay observadores que digan que va a ser muy fácil que México se involucre en la campaña electoral de Estados Unidos?

-No es el involucramiento de México, es el hecho casi seguro que dentro de la campaña presidencial de Estados Unidos, se van a discutir temas que inciden de manera directa o indirecta con cuestiones importantes de México. Yo estoy absolutamente convencido que la migración va a ser un tema de discusión. Los republicanos adoptando una actitud mucho más radical y los demócratas un poco menos, un poco más flexibles; narcotráfico va a ser un tema; el TLC va a ser otro tema. Hace muchos años que México no tenía un superávit comercial con Estados Unidos y hoy lo tenemos. Todo eso va a ser motivo de la discusión política en los próximos meses; la corrupción va a ser otro tema de discusión.

``De tal manera que es casi seguro que por primera vez, según mi punto de vista, en la historia reciente de nuestro país, temas que inciden en la vida nacional van a ser objeto de la campaña política presidencial en Estados Unidos. Y eso nos obliga a tener una actitud muy cuidadosa, prudente, mesurada, entendiendo que muchos de esos pronunciamientos van a ser derivados de la campaña política, no verdaderamente del sentir de Estados Unidos, donde hay una sociedad terriblemente plural''.

-¿Qué hacer para contrarrestar el clima antinmigrante? Hay nuevas iniciativas en el Congreso.

-Creo que por un lado son decisiones de política interior de Estados Unidos. Nuestra única forma de intervenir es vía información. Este es un problema estructural, no hay que olvidar la aportación que hacen los trabajadores migratorios a las economías respectivas de cada uno de los estados de la Unión. El 84 por ciento de los trabajadores agrícolas en California, son mexicanos. ¿Qué pasaría si de repente no existe ese 84 por ciento de trabajadores migratorios en la agricultura californiana? Hay que transmitir esto. Lo mismo en el narcotráfico y lo mismo en la migración.

``Tenemos un grupo binacional sobre migración, estamos haciendo un estudio de largo plazo donde México ha estado insistiendo mucho en lograr la mejor estimación posible de las aportaciones de los mexicanos. No creo que se vaya a poder parar la corriente migratoria con mallas metálicas o con un actitud antinmigrante más inflexible. Quizá haya más roces, pero el número de mexicanos que va para allá, va a continuar porque es un fenómeno de carácter estructural. No hay máquinas que se hayan descubierto para recoger la uva, la manzana, el tomate y el trabajador estadunidense ya no quiere hacer esas tareas aunque les dupliquen el sueldo. Eso no se va a parar, a la economía no se le puede engañar''.


Fuente: http://serpiente.dgsca.unam.mx/jornada/1996/ene96/960106/herzog.html