Excelsior: Domingo 20 de Abril de 1997

Los Comicios de Julio Tendrán Carácter "Plebiscitario", Señalan

"La Labor Federal Condicionará las Preferencias Electorales de Varios Segmentos de la Población"

IRMA PILAR ORTIZ

Las preferencias electorales de importantes segmentos de la población estarán condicionadas o predefinidas por su percepción sobre el desempeño federal y del Presidente de la República, ya que los comicios de julio próximo tendrán un fuerte carácter "plebiscitario" en función del programa de gobierno, donde la economía prevalece como el referente dominante, aunque no único.

En el documento "Los votos tienen la última palabra", de circulación restringida entre la cúpula nacional del PRI y elaborado por los investigadores Guadalupe Pacheco y Federico Berrueto, se hizo el análisis del momento político que enfrenta el partido en el poder ante el reto de lograr la mayoría en la Cámara de Diputados.

Ahí se aconseja como estrategia política lograr que los ciudadanos consideren "que existe una recuperación económica en curso y que incluye beneficios futuros o potenciales a su persona; que la recuperación se acredita a la política gubernamental y que la continuidad de este proceso se asegura a través del voto por el partido en el gobierno".

Asimismo "que el voto opositor es incompatible con los beneficios potenciales que el elector identifica en el programa económico y de gobierno, además de que un gobierno de oposición no es capaz de asegurar la estabilidad económica".

En el documento de once cuartillas, del que este diario tiene una copia, se señala también que aunado a lo anterior, está la forma en la que políticas públicas en materia social e interna se entreveran para dar evidencia convincente no sólo de que se ha superado la crisis, sino que se ha emprendido un nuevo curso al Gobierno que asegura el cumplimiento de las expectativas, materiales y no, de los ciudadanos.

Los candidatos y sus actividades de proselitismo constituyen otro aspecto a destacar, pues tiene el potencial de modificar las tendencias acumuladas de los comicios locales. Aunque la imagen de gobierno tiene un mayor peso que el que puedan tener los candidatos, la elevada competitividad que se perfila para los comicios de julio próximo, pone de relieve la importancia de la imagen del abanderado y de las actividades que realicen como parte de sus estrategias de movilización política y electoral.

Al hacer una perspectiva de la posible votación del 6 de julio, los investigadores admitieron que las encuestas, en estos momentos, resultan poco útiles como herramientas, porque los resultados que hoy arrojan muestran la existencia de un numeroso segmento de electores que aún no ha definido su preferencia y no sabe aún por cuál partido votará. El tamaño de este grupo es de magnitud suficiente para modificar en forma significativa el resultado electoral en un sentido u otro.

E incluso, advirtieron a la dirigencia priísta sobre la confusión en la que a veces caen entre los votos leales y el potencial, por "eso ha sido frecuente encontrar en el PRI explicaciones a sus resultados adversos en el sentido de que "los priístas no salieron a votar", como justificación.

Por eso, hoy más que nunca en el caso del PRI su suerte y futuro más que depender de lo que el electorado le ha venido deparando en los últimos tres años, estarán determinados por las acciones estratégicas que emprenda en función de estas experiencias.

Al hacer un ejercicio de proyección sobre tendencias electorales, Guadalupe Pacheco y Federico Berrueto señalaron que las cifras indican que luego de una mezcla entre los resultados de la elección Presidencial de 1994 y los arrojados en comicios locales celebrados con posterioridad, para el 6 de julio de 1997 la votación posible podría ser: 45.50 por ciento para el PRI; 36.09 para el PAN; 15.12 por ciento para el PRD; y 3.38 por ciento para el PT.

Aunque otro escenario es aquel que se elabora si se considera sólo las votaciones más recientes en Guerrero, Coahuila, estado de México e Hidalgo. De acuerdo con esto, para el PRI sería 45.05 por ciento; PAN, 30.89 por ciento; PRD, 20.33; y PT, 3.73 por ciento.

En ambos casos el PRI mantiene el mismo porcentaje de votación, mientras que entre PAN y PRD se reparten en diferente proporción los sufragios.