* Siente "su Electricidad"; Audaces Reformas Políticas
* "La Democracia Debe ser Defendida Todos los Días"
* No Habrá Discriminación a los Inmigrantes, Promete
* Garantizará sus Derechos Humanos en el País del Norte
JOSE MANUEL NAVA
En ninguna otra parte del mundo el cambio es tan esperanzador como en México, expresó hoy el Presidente Bill Clinton, en el corolario de una visita de Estado de dos días, calificada de "altamente exitosa" por ambos gobiernos y en la que sentaron bases de cooperación bilateral a largo plazo en el espectro completo de las relaciones vecinales.
El Mandatario estadunidense pronunció un Mensaje al Pueblo Mexicano, en el Auditorio Nacional.
Ante el Presidente Zedillo y los empresarios de todo el país, afirmó que "la electricidad del cambio" se siente por todas partes, pero consideró que en ninguna otra parte es ese cambio tan esperanzador como aquí.
"Felicito al pueblo de México por haber llevado adelante audaces reformas políticas que llevarán en julio a las elecciones más competitivas de su historia. Nosotros sabemos por nuestro propio experimento de 220 años que la democracia significa trabajo duro, que debe de ser defendida todos los días, pero vale la pena el esfuerzo ya que produce más oportunidades panj el pueblo".
La visita presidencial fue calificada por la Casa Blanca como muy exitosa, medida en términos del "gran respeto" a la soberanía de los dos países y la capacidad paralela de encontrar "terreno común" y ciertamente una gran dosis de cooperación para resolver los problemas bilaterales que tienen un impacto directo sobre los pueblos a ambos lados de la frontera.
Los dos países lograron entendimientos básicos en materia de migración y narcotráfico, además de otras once áreas específicas, pero se encontraron en un "callejón sin salida" en el asunto de la seguridad para los agentes de la DEA que operan en México. A pesar de una insistencia poco común en el tema, el Presidente Ernesto Zedillo reiteró su negativa terminante a permitir que esos agentes operen armados en el país.
Sin embargo, los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron lanzar un gran operativo contra los activos y cuentas bancarias de los principales narcotraficantes.
Lo harán en ambas naciones, en un movimiento conjunto que marcará una nueva era de cooperación y línea dura contra el crimen organizado.
En su discurso, Clinton afirmó que Estados Unidos y México se encuentran ante un parteaguas tan esperanzador como cuando Hidalgo y Morelos encendieron la antorcha de la libertad en México, en el que la democracia ha llegado a todos los países del continente, excepto Cuba. "Décadas de golpes de Estado y guerras civiles han dado paso a la estabilidad, a la paz y a los libres mercados, a la búsqueda de la justicia social y de un ambiente limpio", declaró.
Clinton afirmó que había venido a México "para celebrar los lazos que unen a Estados Unidos y a México y ayudar a fijar un curso que los fortalezca, ya que la era de las posibilidades está ante nosotros en la medida en que entramos al siglo XXI".
Recordó que hace casi 22 años visitó México en su luna de miel con la señora Hillary Rhodam. "México está en nuestros corazones", manifestó y entusiasmó a su público cuando dijo en español y con bastante buen acento: "Me encanta México".
Clinton habló de la relación bilateral en su contexto continental, hizo una sólida promoción del Tratado de Libre Comercio y la importancia estratégica de ampliarlo a la zona de libre comercio de las Américas, habló del problema de la migración y de la plaga de las drogas.
El Mandatario dijo que, el año pasado, 160,000 mexicanos emigraron legalmente a Estados Unidos. Esas personas, dijo, siquieron las reglas del juego y "debemos asegurarnos de que nuestro sistema los trate con justicia y que les dé la posibilidad de realizar sus sueños y aspiraciones".
NACION DE INMIGRANTES Y DE LEYES
Pero Clinton fue claro en su rechazo a tolerar la migración ilegal. "Somos una nación de inmigrantes y de leyes... para mantener una política migratoria que sea justa, generosa, segura y ordenada, debemos tomar también acción efectiva para detener la migración ilegal. Así como aquellos que obedecen nuestras leyes son bienvenidos, aquellos que la violan deben atenerse a las consecuencias".
Declaró que la controvertida nueva Ley de Migración ayudará a su gobierno a detener la migración ilegal, pero dijo que su administración trabaja con el Congreso en Washington para "corregir algunos aspectos" de la legislación y restaurar beneficios sociales a los inmigrantes legales.
"Nos aseguraremos del respeto a los derechos humanos y buscaremos aplicar la ley en forma humana, con preocupación especial por los niños y la (cohesión) de las familias. No habrá deportaciones masivas y no habrá discriminación", declaró el Jefe del Ejecutivo estadunidense entre aplausos de los asistentes.
Paralelamente, dijo el Mandatario, Estados Unidos continuará apoyando los esfuerzos de México para generar nuevas oportunidades aquí mismo, de manera que nadie se sienta obligado a dejar sus hogares para poder ganar un salario para sostener a sus familias.
A final de cuentas, ésa es la respuesta central al problema migratorio, señaló.
LAS FUERZAS DE LA DESINTEGRACION
Clinton aseveró que los momentos actuales están llenos de grandes promesas pero también de grandes peligros, y consideró que es una "gran ironía" que las fuerzas de la integración global hayan también desencadenado poderosas fuentes de desintegración que usan las fronteras abiertas, la tecnología y comunicaciones modernas "para golpear el corazón mismo de las sociedades civilizadas, de nuestras familias de nuestras instituciones, de nuestras propias vidas".
Dijo que la mayor de entre esas fuerzas desintegradoras es el narcotráfico y el costo que pagan Estados Unidos y México por ese fenómeno es gigantesco.
En Estados Unidos, señaló, las drogas matan a 14,000 personas al año y cuestan a la economía nacional alrededor de 70,000 millones de dólares en el combate al crimen, el sostenimiento de prisiones, días laborables perdidos, personas heridas, vidas arruinadas y, cada año, las policías en Estados Unidos arrestan a un millón de personas por delitos contra la salud.
PROBLEMA COMUN
Las drogas, reconoció el Presidente Clinton, no son simplemente un problema mexicano y tampoco son un problema estadunidense, sino que son "un problema común", y recordó que Estados Unidos, con poco menos del cinco por ciento de la población mundial, consume una tercera parte de la producción mundial de cocaína, la mayor parte de la cual "proviene de México".
El dinero que gastan los estadunidenses en drogas -50,000 millones de dólares de acuerdo con algunas estimaciones- financia a narcotraficantes "que atacan a la policía (mexicana) y victimiza a sus instituciones... Debemos confrontar esta plaga juntos porque no podemos derrotarla solos. Mis amigos, la batalla contra las drogas debe unir a nuestros pueblos, no dividirlos", declaró entre otra ovación de los asistentes.
México, dijo el Mandatario, debe continuar su "valiente lucha contra las drogas" y reconoció que este país ha mostrado "avances reales" en erradicación de cultivos ilegales, que el gobierno ha adoptado sólidas medidas para combatir el lavado de dinero y el crimen organizado y ha multiplicado su capacidad de intercepción y aseguramiento, incluyendo el de más de diez toneladas de cocaína hace apenas unos días.
ASOCIACION DIGNA Y RESPETUOSA
La Casa Blanca, mientras tanto, señaló que la visita del Presidente Clinton subrayó el deseo de buscar una asociación con México "pacífica y próspera, caracterizada por el respeto y la dignidad".
El portavoz presidencial, Mike McCurry, dijo que Clinton se comprometió a trabajar cercanamente con el Congreso para revisar el proceso de "certificación" antidrogas, que puso en jaque a la relación bilateral en marzo pasado, a fin de asegurar que "los intereses de Estados Unidos avancen tanto desde el punto de vista económico como en la lucha contra las drogas y que hagamos eso (con México) en un ambiente de respeto".
McCurry dijo que aún es prematuro predecir el resultado de las consultas de la administración con el Congreso en materia de revisión de la "certificación", pero señaló que el Presidente Clinton "ciertamente" tiene la intención de continuar las conversaciones (con el Capitolio) de manera que queden reflejadas "sus preocupaciones en la lucha antidrogas en el contexto del proceso legal que es utilizado anualmente en la certificación".
Informó que no fue posible lograr un acuerdo sobre la liberalización del transporte carretero en los estados fronterizos, suspendida unilateralmente por Clinton en diciembre de 1995, y dijo que "vamos a tener que continuar nuestro diálogo sobre este asunto".
El portavoz presidencial señaló que "nuestras preocupaciones sobre seguridad son bien conocidas por el gobierno mexicano" y expresó que se utilizarán los mecanismos previstos por el TLC para abordarlas.
McCurry reportó que los Presidentes y las Primeras Damas han desarrollado una relación muy familiar. Tienen "mucho afecto mutuo, pero ello con respeto a los importantes propósitos que cada quien otorga al liderazgo de los dos países".
Sin embargo, hizo notar que "nuestros intereses de largo plazo no se fundamentan en relaciones personales, sino que están predictados por el avance de los intereses del pueblo de Estados Unidos".
En todos los casos en este viaje, ya se trate de migración, de asuntos económicos o comerciales, de la lucha contra las drogas o la protección del ambiente, ambos Presidentes han logrado encontrar fórmulas para acomodar sus intereses nacionales y hacerlo de tal manera que se incrementen las oportunidades a ambos lados de la frontera, dijo McCurry.