Copyright Venezuela Analitica, Revista Electrónica Bilingüe       Nº 12     Febrero 1997

En Venezuela los políticos nunca quiebran
Alejandro J. Sucre

Son los mismos políticos que han quebrado al país en los últimos 35 años los que ahora pretenden protagonizar el proceso de mejora económica durante el milenio próximo. A diferencia de lo que ha sucedido en el sector privado de la economía que, luego de haber incurrido en enormes perdidas en sus negocios, prácticamente ha cambiado la faz de los principales capitanes de empresas durante los últimos 6 años, nuestros políticos no cambian aunque sus resultados hayan sido mucho peores. Entre los resultados negativos de nuestros dirigente políticos tenemos:

  1. - en los hospitales públicos no hay medicinas, jeringas ni equipos básicos y sus cuerpos médicos ganan miserias por mes;
  2. - las escuelas y universidades publicas, además de que cesan clases meses enteros cada ano por huelgas de maestros igualmente subpagados, se ubican entre las peores del mundo;
  3. - en los tribunales de justicia casi no existen computadoras o maquinas de escribir eléctricas, archivos limpios, escritorios o ascensores que funcionen e impidan largos metros lineales de colas de abogados esperando su turno a la intemperie para entrar al Palacio de Justicia a cumplir con sus funciones;
  4. - las carreteras o vías publicas están prácticamente colapsadas y ponen en riesgo la vida de miles de automovilistas;
  5. - los servicios públicos siguen siendo de mala calidad y sus costos comienzan a superar a los de casi todos los países del mundo;
  6. - la moneda se ha devaluado un 10.000 % al igual que los incrementos en los precios en los últimos 20 anos; y
  7. - la producción total del país viene descendiendo y hoy llega apenas a US$ 65.000 millones.

El grado de primitivismo económico de muchos de nuestros actuales políticos y economistas hace que celebren como bombas y platillos que Venezuela cuente hoy con US$ 15.500 millones en reservas internacionales, sin percatarse que países como Taiwan están por encima de US$ 150.000 millones (con igual población y menos riquezas naturales) y que empresas como Microsoft - que cuenta hoy con apenas unos miles de empleados - tiene en caja chica US$ 9.000 millones, o que empresas jaboneras, del ramo electrodomésticos o automovilísticas que facturan mas de 2 o 3 veces lo que produce toda Venezuela ( con todo y el petróleo que individualmente representa una facturación de US$ 30.000 millones o 48 % del PIB total y apenas absorbe el 1% de la fuerza laboral del país).

En Venezuela todavía no se ha empezado a hablar de economía
Al contrario de lo que creen muchos analistas de nuestra economía, la política de ajustes denominada Agenda Venezuela no significa ningún verdadero avance para el país. Ninguno de los temas que en ella se discuten son fundamentales aunque se traten como tal. Hablar de fondos de estabilización macroeconomía, de cambios en el sistema de prestaciones sociales, del inicio de los fondos de pensión, de privatizaciones monopólicas fiscalistas y a cuenta gotas, revaluaciones del bolívar, superación del déficit fiscal, en un país donde el 50 % vive de la buhonería y el 30 % del personal empleado trabaja ineficientemente para el estado, resulta tangencial y no atacan el problema por sus causas primarias.

Esa enorme diferencia entre una empresa como Mitsubishi con 36.000 empleados que triplica la producción y facturación de Venezuela entera, demuestra - no solo el aplastante fracaso económico venezolano - sino además que nuestro país y particularmente muchos de nuestros economistas y líderes políticos no han nisiquiera comenzado a entender los aspectos claves del desarrollo económico. Esto me lleva incluso a concluir que en Venezuela todavía no se ha comenzado a hablar de economía, a pesar que los medios de comunicación parezcan saturados.

Todavía los venezolanos no contamos con un verdadero punto de partida para sacar adelante la economía. Y se comenzara a hablar en verdad de economía, el día en que nuestros empresarios, políticos y economistas comiencen a analizar como se construyen sociedades y empresas. Con esto no me refiero a solo el análisis de grandes empresa como Microsoft, ,Mercedes Benz, Daewoo, sino también a universidades , hospitales y alcaldías de fama internacional que por alguna razón - esa razón debe ser justamente el análisis a perseguir - han evolucionado prodigiosamente.

Comenzaremos a hablar efectivamente de economía, cuando nuestra dirigencia deje de improvisar y sistemáticamente elabore un proceso de análisis de las mas exitosas organizaciones en distintos ámbitos de una sociedad y apliquen lo que se denomina "ingeniería al reverso". Ingeniería al reverso significa descomponer o desarmar y poner al descubierto los valores, la visión, los sistemas administrativos, los controles internos, y todos los elementos bajo los cuales se construyen las organizaciones mas exitosas del mundo. Esto significa no solamente entender como funcionan las fabricas, sino también como funciona el Congreso en Alemania, en Japón, en los Estados Unidos. Igual con respecto a las gobernaciones y alcaldía y la manera como se descentralizan. Mientras no hagamos estos análisis microeconómicos, ,todo loo que se haga será en vano.

Hamburguesas en Moscú
¿Cómo McDonalds logro produciendo hamburguesas poner tiendas en la Plaza Roja de Moscú?. Esta seria toda una lección que hay que aprender de estas empresas: que espíritu hay dentro de esas sociedades, que procedimientos siguen, como se reparten los incentivos, como ocurre que las personas mas visionarias ocupan los puestos mas importantes para empujar al resto del personal sin quedar desplazados por envidias e intrigas. Esos son los elementos claves . ¿Por qué Galarraga gana US$ 22 millones en EE.UU, mientras un medico venezolano no gana ni para vivir?. En Venezuela seguiremos perdiendo tiempo mientras intentamos resolver los problemas macroeconómicos por la vía macroeconómica y no por la microeconómica.

Venezuela no es un país de oportunidades
Mientras nuestros dirigentes hablan de bandas para la fijación del tipo de cambio, bonos TEM para los excesos de liquidez, cualquier empleado en EEUU tiene todo el mundo para colocar sus productos e innovaciones , mientras los venezolanos tienen que emigrar para que ellos les den empleo.

Muchos líderes no tiene interés en discutir estos planteamientos microeconómicos, debido a que ello querría decir que estos debían también sujetarse a las normas y procedimientos necesarios para una mayor transparencia en el manejo de los recursos y sustentar función partidista al estilo de estas organizaciones en otros países. Esto quiere decir que si en realidad hubiese interés en reformar la economía, habría que comenzar también un proceso de reformas políticas. Tales reformas que implican la raíz política de los problemas económicos, implica que los partidos permitan el flujo de talento de nuevos líderes que puedan aplicar nuevos esquemas de administración de las organizaciones, dar nuevas respuestas y dar el ejemplo.

Si lo analizamos con detenimiento, en Venezuela se aplican los costos de la economía de mercado a los ciudadanos y a los pequeños y medianos empresarios, mientras que los partidos políticos se mantienen como monopolios y monopsonios. Monopolios, porque los partidos políticos son una especie de cartel del poder. Y monopsonios, debido a que los partidos políticos se convirtieron en los grandes empleadores, lo que llaman el clientelismo.

Todo esto quiere decir que en Venezuela, en realidad, no se pueden discutir y mucho menos aplicar con libertad las mejores ideas que podemos descubrir del componente de las grandes empresas del mundo. Las instituciones publicas - como escuelas, hospitales, empresas básicas, Congreso, Justicia, Alcaldías etc. - son dominadas y sirven de financiamiento a los partidos políticos y, por lo tanto, son impermeables a ser transformadas por las grandes ideas. Este primitivismo en nuestras instituciones políticas y nuestras leyes - por lo demás - determinan el grado de competitividad del resto de la economía.

En realidad es simple acometer la transformación económica de Venezuela. No se requiere dinero ni mucho tiempo, sino solo aplicar las mejores ideas posibles, muchas de ellas conocidas de lo que ya hacen en organizaciones similares en otros países y muchas otras veces podemos innovar nosotros mismos. Este tomar las mejores ideas, incluso lo hacen las mejores empresas el mundo cuando contratan expertos de otros países, se copian empresas competidoras y hasta tienen sepias industriales para ayudarlos a buscar mejores ideas.

En Venezuela no falta talento, solo no lo dejan actuar. Venezuela nunca dejara de ser un país sin oportunidades mientras haya tanta dificultad para implantar ideas, premiar a sus promotores y permitirles que crezcan. En Venezuela, mas bien tendemos a rodear al árbol que da sombra con espinas para robarle su energía. De esta forma, nuestros partidos le han robado la energía, la creatividad, y el estimulo a la sociedad al no aplicarse a si mismos las leyes de la economía de mercado. También hay que reconocer que la sociedad por omisión tiene gran culpa de esta situación. Sin embargo, los líderes tampoco tienen la excusa que mientras el pueblo no se resista y opine el pueblo siga sufriendo. Los líderes tienen que ser constructores de una sociedad y no solo a través de la predica sino también mediante el ejemplo.

Sin embargo, en Venezuela muchas veces vemos líderes que se lamentan por no poder llevarse a cabo una buena idea aseverando que no es viable políticamente. No se dan cuenta muchos líderes que precisamente su lucha debe ser el de hacer políticamente viable las buenas ideas. Un país donde no hay voluntad política para aplicar buenas ideas, es un país donde solo se aplican las malas ideas. Es un país sin oportunidades.

Cito el ejemplo de la huelga de hospitales reciente. Los ministros de economía y hasta el mismo presidente de la República presionan material y psicológicamente a nuestros médicos, profesores, jueces y demás empleados públicos para que trabajen, aun a sabiendas que estos no cuentan con la infraestructura mínima de trabajo y mucho menos con sueldos que les permitan vivir. Increíblemente, la Agenda Venezuela se sostiene en la misma falsa premisa que sirve de base al cuento popular que describe a aquel amo que intentaba enseñar a su caballo a vivir sin comer y cuando creía que ya lo había logrado, descubrió que el caballo había muerto.

Sus codiciosas cuentas políticas no les permiten analizar introspectivamente que están haciendo mal, sino solo les impulsan a arrinconar a todos los venezolanos - y hasta usar la fuerza publica - para encamisarlos y hacerlos cumplir con sus planes macroeconómicos. Sus audaces elucubraciones les indican que todavía es posible mantener la corrupción en los hospitales, tribunales, contrataciones publicas y escuelas de país (fuente perniciosa de financiamiento de varios partidos políticos) y mantener el gasto fiscal rígido (requisito para controlar la inflación) si tan solo se lograra sacrificar los sueldos de los funcionarios públicos. Solo se concentran en arrinconar mas a los ciudadanos, sin importar que los arruinados sean los médicos, los jueces, los educadores y demás profesionales de quienes dependerá el futuro del país, ni que hayan mejores sistemas de administración de las instituciones publicas que permitirían incrementar la productividad nacional.

La solución siempre es la misma - aunque haya fallado mil veces. Aumentar el gasto fiscal vía inflación e impuestos sin crear mejores servicios. Y esto es solo para mantener el financiamiento de algunos partidos políticos.

El desastre económico de Venezuela no puede verse solo como falta de libertad cambiaria ni pensar que vamos hacia una economía de mercado por la privatización de empresas publicas a cuenta gota. No podemos pensar que este espejismo de la Agenda Venezuela que poco a poco nos acerca al estado deseado que es el de la economía de mercado. Tenemos que pensar que cuando las malas empresas quiebran, sus directores cambian. Nuestros políticos hacen que todos perdamos y siempre son ellos los que emprenden los cambios, nunca quiebran. No hablemos de reformas de economía de mercado mientras no se la apliquemos a los partidos políticos.

Conclusión
El enfoque de: 1.- no privatizar como monopolios privados las empresas publicas sino de fondos de capitalización ciudadana donde el ciudadano común recibe acciones de las empresas publicas y el capital de trabajo y la operación los inversionistas extranjeros; 2.- de no hablar de descentralización sino de entregar las escuelas, los hospitales a sus operadores naturales a cambio de sus prestaciones sociales y financiar al usuario a través de vouchers; 3.- dacion en pago de activos inmobiliarios del estado para cancelar bonos de deuda publica nacional; y 4.- entregar a los venezolanos la industria petrolera , son todas medidas que apuntan hacia lo micro y que resuelven lo macro. Este esquema de políticas económicas, fortalecería el poder adquisitivo del venezolano al aumentarle su patrimonio, le provee mejor educación ya que haría que los maestros compitieran por atraerlos para también aumentar sus ingresos y los activos ociosos en poder del estado comenzarían a reflorecer en manos de los ciudadanos privados que hoy detentan bonos del estado. Incluso, este esquema micro serviría para que el venezolano común experimente algo que en nuestros 500 años de historia no ha ocurrido: el derecho de propiedad. Esta nueva experiencia del venezolano con el derecho de propiedad seria el comienzo de crear dolientes y la base para crear un sistema de justicia.

Aunque las mencionadas políticas publicas sustituirían las que componen la Agenda Venezuela exitosamente, no descarto que existan muchas otras soluciones mejores que las aquí expuestas. Lo que nunca podemos olvidar es que en la microeconomía esta el sacar a Venezuela adelante. Y bajo el enfoque micro nunca habrá privilegiados sino merecedores.


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