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El triunfador muestra sus cartas: Cinco túneles abrieron camino a la victoria sobre el MRTA
Fujimori confesó que no vaciló ``ni un segundo'' en dar la orden para el asalto a la residencia del embajador japonés, una vez que tuvo en su mano los elementos que garantizaban el éxito de la ``Operación Chavín de Huantar''
LIMA (AP-EFE-REUTER) - El presidente Alberto Fujimori dijo ayer que sus fuerzas especiales construyeron durante meses cinco túneles bajo la residencia diplomática japonesa para liberar a los rehenes.
En conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, y frente a una maqueta réplica de la residencia del embajador japonés, Fujimori explicó paso a paso la invasión de sus fuerzas especiales para liberar a los cautivos.
Reveló que los comandos de las fuerzas armadas estuvieron listos en los túneles desde el domingo pasado, a la espera de su orden para atacar.
Insistió nuevamente que las condiciones de los rebeldes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) eran ``imposibles de satisfacer''.
También dijo que los 14 cadáveres de los rebeldes estarían a disposición de sus familiares, si desean reclamarlos.
Fujimori dijo que los heridos de gravedad, entre los que se encuentra el canciller Francisco Tudela, se recuperan satisfactoriamente.
``De ninguna manera iba a aceptar la liberación de un solo terrorista y pienso que los gobiernos no deben ceder ante el chantaje terrorista'', dijo Fujimori.
Se ufanó de que la operación fue concebida para que los 72 rehenes fueran rescatados sanos y vivos. ``Fue una planificación milimétrica... que requería de ciertas condiciones, que se dieron a las 15.17 horas (del martes))''. Agregó que si hubiese habido mayor riesgo ``de dos o cuatro muertos, entonces la decisión no se hubiera tomado''.
Indicó que hasta la carga de explosivos plásticos en un túnel de tres metros de profundidad que emergió en la sala principal, fue medida de tal manera que no dañó el techo, para evitar herir a los rehenes que estaban en los cuartos en el segundo piso.
Fujimori dijo que además del túnel principal que desembocó en la sala, hubo otros cuatro cortos en diversos puntos de la residencia. En algunos de ellos, se abrieron varios boquetes para permitir la ubicación de los comandos en diferentes lugares.
``El lunes 20 comenzó la cuenta regresiva, pero el domingo los comandos ya estaban dentro de los túneles'', dijo Fujimori.
Indicó que los servicios de inteligencia conocían la ubicación de los terroristas y de la mayoría de los rehenes. ``Frente a esta situación, a las 3.17 horas, sin hacer mayor análisis, porque estaban dadas las condiciones óptimas, doy la orden de que se proceda,'', dijo el presidente.
Reveló que el jefe rebelde Néstor Cerpa estuvo en la sala donde su grupo jugaba futbolito y reveló que alcanzó a tomar su arma, antes de ser acribillado. La operación duró unos 15 minutos y que ``el resto fue de consolidación''.
CHAVIN DE HUANTAR
La operación ``Chavín de Huantar'', según expresó Fujimori, fue conocida sólo por él mismo y un reducido número de jefes de las fuerzas armadas y ejecutada por 140 hombres que permanecieron nueve horas en los túneles.
El nombre se inspiró en una ciudadela incaica cuya compleja arquitectura sembrada de túneles semejó para los militares el problema que debieron resolver para llegar hasta la residencia.
FUJIMORI SE CONSOLIDA
Las últimas encuestas reflejaban un vertiginoso descenso de la popularidad del presidente peruano y comenzaba a resquebrajarse la unidad en torno a la crisis de los rehenes entre el Gobierno y la oposición.
La imagen de Fujimori al frente de las unidades militares que rescataron a los rehenes en la tarde del martes desmintió, por otra parte, las informaciones según las cuales existía una pugna irreconciliable en el seno de las Fuerzas Armadas y entre esa institución y el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), que trabaja estrechamente con el presidente de la República.
Durante los más de cuatro meses que ha durado la crisis de los rehenes Fujimori tuvo que afrontar graves acusaciones y advertencias en los momentos en los que parecía decidido a usar la fuerza.
De forma casi unánime se auguraba una masacre si se intentaba liberar a los rehenes por la fuerza y se instaba a Fujimori a negociar con el MRTA, que exigía la excarcelación de más de 400 de sus militantes, presos en Perú.
Todos los comentaristas políticos en este país han coincidido en señalar tras la liberación de los secuestrados que Fujimori tiene ahora, más que nunca, camino abierto para su reelección en el año 2.000.
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