Pepe Vargas, director del Festival de Chicago

El cine es una herramienta para combatir los estereotipos

En una ciudad en la que se dan cita atractivas opciones culturales, este abogado, periodista y documentalista, jurado del Festival del Cine Venezolano, ha logrado consolidar una muestra cinematográfica latinoamericana que reúne películas de 20 países y a la que asisten cerca de 30 mil personas

María Jesús Montes

Nació en Colombia, se graduó de abogado en Argentina, residió en Chile, recorrió Centroamérica y paseó por México hasta que se quedó definitivamente a vivir en Chicago. El fundador y director ejecutivo del Chicago Latino Cinema, la organización que desde 1987 realiza el Festival de Cine Latino en esa ciudad estadounidense, representa la esencia de este encuentro fílmico: una amalgama de culturas hispanas. Actualmente está en Caracas para elegir el mejor largometraje del Festival del Cine Venezolano junto a Pilar Romero, Ednodio Quintero, Sergio Dahbar y Pablo Antillano.

Vargas se involucró con el Festival de Chicago desde su nacimiento, en 1985, cuando apenas 500 personas asistieron para ver una docena de películas. Dos años después empezó a consolidarse y el pasado mes de abril se realizó la edición número 13. A ella acudieron 30 mil personas, se proyectaron 48 filmes de más de 15 países latinoamericanos y se recaudaron 110 mil dólares en taquilla (aproximadamente 53 millones de bolívares).

``El surgimiento del festival fue una idea extraordinaria. La intención era que nuestra cultura llamara la atención y, paralelamente, crer una imagen que combatiera los estereotipos que se tienen de nosotros. Es más que un festival de cine. Es un evento cultural a través del cual mostramos unos valores diferentes y esto influye en el proceso de selección de las películas. No tienen que ser obras maestras, sino que deben contener un mensaje del país que representan. Por eso tampoco es un encuentro competitivo, sino amistoso'', apuntó Vargas.

-Cómo logran que el festival le interese a un público que tiene a Hollywood tan cerca?

-Es algo curioso y muy complejo. El cine extranjero en los Estados Unidos es un fenómeno totalmente desconocido. Se reduce a algunas películas francesas o alguna italiana o alemana, seguramente porque ganaron el Festival de Cannes o el de Berlín. Y que se exhiba un filme latinoamericano es casi un milagro. De allí la necesidad de tener un festival porque no toda la gente está intoxicada con Hollywood y desea otras cosas. Lamentablemente, es una pelea bastante difícil porque se libra contra el gran monstruo de Hollywood con toda su propaganda. En nuestro caso, cada vez asiste más gente al festival. Desde que cumplimos diez años la prensa nos toma en cuenta, los críticos opinan sobre nuestras películas y tenemos más promoción, también porque editamos 400 mil programas y los distribuimos dentro de los periódicos importantes.

-De todas las cinematografías que habitualmente se dan cita en Chicago, cuál considera más sólida?

-La de Argentina es de gran consistencia, sobretodo porque ha cambiado los temas políticos por otros más universales, como los que trata Eliseo Subiela. Chile vivió su momento, pero ahora ha descendido dramáticamente. España y Brasil también despiertan mucho interés, pero nuestra filosofía no es disminuir el cupo de películas de otros países para que asistan más de España, por ejemplo, que funcionan bien en taquilla. En los últimas cinco ediciones, hemos tenido dos o tres películas de Venezuela por año que son representativas y por ello es necesario programarlas.

La próxima cita del Festival de Cine Latino de Chicago será del 7 al 17 de abril de 1998. Mientras tanto, Vargas seguirá amasando un sueño. ``Queremos desarrollar un centro cultural, similar al Ateneo de Caracas, que refleje de manera sustancial la calidad de nuestra vida y la riqueza de esa cultura que compartimos los 600 millones de hispanos que vivimos en el mundo''.