El País Digital
Jueves
27 febrero
1997 - Nº 300


El Ejército mexicano se lanza a la caza del 'capo' de la droga Amado Carrillo

NEUS CABALLER , México
El Gobierno de México ha desplegado una intensa ofensiva militar en 11 Estados del país para capturar al principal capo mexicano de la droga, Amado Carrillo Fuentes, jefe del poderoso cartel de Ciudad Juárez y el hombre más buscado por los servicios secretos de EE UU. La operación, iniciada el viernes pasado, se produce tras la detención del zar antidrogas, general Jesús Gutiérrez Rebollo, acusado de proteger a los jefes de esta organización criminal y de ayudar a introducir los cargamentos de droga en Estados Unidos.

El Ejército se ha desplegado en las principales carreteras del norteño Estado de Chihuahua, principal centro de operaciones de la banda y vía de acceso a la ciudad estadounidense de El Paso (Tejas). Las presiones de la Casa Blanca se incrementan a pocas horas de que se dé a conocer la polémica lista de países sancionados por la Administración Clinton por no cooperar en la lucha contra la droga. El temor de Washington a que Gutiérrez Rebollo haya proporcionado información de «alto nivel» sobre la estrategia bilateral contra el narcotráfico añade más tensión a la intensa búsqueda del capo mexicano.

Carrillo, precursor del transporte de cocaína en grandes aviones y apodado por ello el señor de los cielos , cuenta con una extensa red de funcionarios, policías y militares a su servicio en varios Estados del país, según informes de la Procuraduría General de la República (PGR).

Desde el pasado lunes, un total de 2.000 agentes y militares enviados a la frontera norte vigilan los puntos claves de entrada de la droga en EE UU, principalmente en las capitales de los Estados mexicanos de Sonora, Baja California y Chihuahua. Más de 100 militares mantienen prácticamente cercada un área de 250 kilómetros alrededor de Ciudad Juárez, centro de operaciones del cartel de Carrillo, en busca de su lugarteniente, Enrique González.

El registro de la lujosa residencia en el Distrito Federal en la que habitaba el general Gutiérrez, propiedad del capo, proporcionó «importante información» sobre la organización criminal de Amado Carrillo. Los documentos encontrados han puesto al descubierto, según la PGR, una vasta red de nexos de altos funcionarios gubernamentales, jefes de policía, militares y jueces con los narcotraficantes de consecuencias aún imprevisibles. Según informes del Centro de Planeación para el Combate a la Droga (Cendro), la información hallada revela que el destituido jefe de la lucha antidroga, además de proporcionar protección a Amado Carrillo, cumplía órdenes del capo para desarticular a sus rivales: los hermanos Arellano Félix, jefes de la segunda gran mafia de la droga en México, el cartel de Tijuana.

© Copyright DIARIO EL PAIS, S.A. - Miguel Yuste 40, 28037 Madrid
digital@elpais.es | publicidad@elpais.es