Destituidos 300 policías relacionados con el ex jefe de la lucha contra la droga en México
SANTIAGO F. FUERTES
, México
El año pasado, varios altos funcionarios del Ejecutivo de Cárdenas dimitieron tras descubrirse sus nexos con el tráfico de estupefacientes. El gobernador panista contraataca ahora con los 300 despidos citados (las cifras hablan por sí solas de la magnitud de la corrupción relacionada con el negocio de las drogas), que parecen no ser más que el comienzo.
El Gobierno de Estados Unidos está manejando la certificación a México sobre sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico con una mezcla de cautela y oportunismo. El escándalo y la catarata de ceses e investigaciones de alto nivel que desató la detención de Gutiérrez Rebollo ha propiciado que Washington lance una serie de propuestas que en otras circunstancias hubieran sido consideradas como un insulto en un país tan celoso de su soberanía como es México. Estados Unidos ha solicitado que sus agentes antidrogas puedan atravesar la frontera del río Bravo cuando lo consideren oportuno y portando sus armas.
Mientras, el máximo responsable estadounidense en la lucha contra el narcotráfico, el general Barry McCaffrey, asegurá que México «aprobará» el examen -cuyo veredicto definitivo debe darse a conocer antes del sábado y que, de ser negativo, podría traducirse en severas sanciones económicas-, aunque sólo sea por razones estratégicas.
En otro orden de cosas, la justicia mexicana denegó en la noche del martes la libertad bajo fianza al general Gutiérrez Rebollo y a sus presuntos cómplices, los capitanes Horacio Montenegro y Javier García. Curiosamente y como ejemplo de la inextricable red de intereses que rodea el negocio de las drogas, también el martes, un juez concedió un amparo al presunto capo Amado Carrillo, por lo que ya no existe ninguna orden de detención en su contra en territorio mexicano.
Hace algunos meses, la Procuraduría se dio cuenta de que no había ningún proceso contra Carrillo, a pesar de que su nombre figuraba entre los más peligrosos y perseguidos delincuentes de México y del planeta.
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Las autoridades mexicanas están sometiendo a las fuerzas de seguridad pública relacionadas con el narcotráfico a una purga que ya le ha costado el puesto a tres centenares de policías del Estado de Jalisco. El pasado martes, el gobernador jalisciense, el conservador Alberto Cárdenas, enfatizó que se deshará de todos aquellos que hayan tenido algún tipo de relación con el general Jesús Gutiérrez Rebollo. El que fuera máximo responsable del combate contra la droga está encerrado en un penal desde la pasada semana por sus presuntos vínculos con el cartel de Ciudad Juárez.
Cárdenas, perteneciente al opositor Partido de Acción Nacional (PAN), ordenó también que se investigue a los policías municipales de todo el Estado. El general Gutiérrez Rebollo estuvo al mando de la Quinta Región Militar, en la que se incluye Jalisco, una de las zonas de mayor influencia de los carteles.
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