El País Digital
Viernes
25 abril
1997 - Nº 357

EE UU niega haber preparado a la policía peruana para el asalto a la embajada

JAVIER VALENZUELA , Washington
Mientras los políticos norteamericanos expresan su apoyo a la decisión del presidente Alberto Fujimori de emplear la fuerza, desde la Administración se niega taxativamente haber intervenido en la operación relámpago del martes. Pese a esas negativas oficiales, un antiguo agente del FBI dice que fuerzas de élite de la policía peruana fueron entrenadas en EE UU al comienzo de la crisis de Lima «para rescatar a los rehenes y matar a los terroristas», y quizás por ello para los especialistas en la lucha antiterrorista, las fuerzas militares peruanas lo hicieron de un modo «ejemplar». La CIA no hace comentarios.


Miembros de la unidad antiexplosivos peruana se
asoman a un agujero en el techo de la embajada.
La operación de rescate de los rehenes de la residencia del embajador japonés en Lima, afirman los expertos en EE UU, pasará a los «manuales» del combate contra el terrorismo como las operaciones realizadas en los años setenta por los israelíes para rescatar a los pasajeros de un avión secuestrado en Entebbe (Uganda) y por los alemanes para un objetivo similar en Modadiscio (Somalia). Todas las voces oficiales niegan la intervención exterior en la resolución del caso. Sólo Tokio, al dar gracias a Londres por sus «sugerencias y cooperación», deja abierto un resquicio. En el Reino Unido se especula con algún tipo de intervención del grupo de élite militar antiterrorista SAS, el que abatió en 1988 a tres miembros del IRA en una emboscada en Gibraltar. Ya en diciembre, al poco del secuestro, Londres dijo que enviaría expertos a Lima e Israel también ofreció comandos, pero los británicos han negado oficialmente su intervención y la Embajada de Perú en Tel Aviv dice haber declinado aquella oferta.

«Creo que hicieron un trabajo excelente, modélico», declara Paul Bremer, ex embajador para la lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado. Diversos miembros del FBI, la CIA y otras fuerzas policiales o de los servicios secretos norteamericanos aseguran que los peruanos han demostrado haber sacado «excelentes lecciones» de los principales casos internacionales de toma de rehenes: ganar tiempo para prepararse, pasar a la ofensiva en el momento en que los secuestradores están relajados o cansados, hacerlo por sorpresa y con abundante uso de explosivos y emplear tiradores rápidos. Y añaden que, además, han aportado «innovaciones propias» como la creación de una red de túneles y el partido sacado a los aparatos de detección y escucha.

¿Pudieron hacerlo solos los peruanos? Las fuentes oficiales norteamericanas afirman que sí. «Las fuerzas de seguridad peruanas realizaron la operación por sí mismas sin entrenamiento ni ayuda logística particulares de Estados Unidos», dice Keneth Bacon, portavoz del Pentágono. «En las primeras fases de la crisis tuvimos preparado un equipo para ayudar a los peruanos, pero ellos decidieron que no lo necesitaban». Y Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, se preguntó y se respondió: «¿Hemos proporcionado entrenamiento el equipo militar de asalto? No».

Viaje en diciembre

Un grupo de especialistas de diversos servicios de seguridad norteamericanos viajó a Lima en diciembre y por esas fechas un comando antiterrorista estuvo preparado en territorio de EE UU para volar en cualquier momento a la capital peruana. Pero, según Washington, unos y otros abandonaron la tarea a partir de la pronta liberación de los seis ciudadanos norteamericanos sorprendidos en la sede diplomática.

Robert Taubert, un ex agente del FBI, aseguró el miércoles que su país ha ido algo más lejos de lo reconocido oficialmente, que las fuerzas policiales peruanas disponen de determinado material norteamericano. Según Taubert, unidades de élite de la policía peruana fueron entrenadas en Estados Unidos al comienzo de la crisis de Lima «para rescatar a los rehenes y matar a los terroristas». No dijo cuántos ni dónde, pero precisó que siguieron un cursillo de cinco semanas entre diciembre y enero en el marco del programa antiterrorista del Departamento de Estado. El ex agente del FBI añadió que no sabe si los policías que él contribuyó a entrenar participaron en el asalto del martes.

En medios parlamentarios y militares también se especula con que especialistas militares de EE UU entrenaron a los comandos peruanos y les entregaron los aparatos que les permitieron escuchar y seguir a los secuestradores.

«Prácticamente no hay secretos», dice Philip Heymann, ex fiscal general adjunto en el Gobierno Clinton y profesor de antiterrorismo en Harvard. «Todos los países occidentales tienen equipos preparados para afrontar estas situaciones y sus técnicas y armas son semejantes». No obstante, Heymann es de los que creen que los peruanos han realizado «un ejercicio de libro de texto de cómo emplear la paciencia en un caso de toma de rehenes pese a todas las presiones internas y externas».

Soldados deshumanizados

L. P. , Lima
Los soldados de unidades élite del Ejército peruano que rescataron a los rehenes que permanecían en poder del MRTA desde el pasado 17 de diciembre, han sido comparados por el éxito obtenido con los comandos israelíes.

En el rescate participaron 140 hombres de las fuerzas combinadas de la Escuela de Comandos del Ejército, las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Marina (FOES) y el Grupo de Fuerzas Especiales de la Fuerza Aérea.

Ser un comando y recibir la boina negra que los caracteriza es la máxima aspiración de quienes ingresan a formar parte de las Fuerzas Armadas. Tras un proceso meticuloso de selección de los mejores soldados de cada una de las armas de las respectivas Fuerzas Armadas, los soldados son sometidos a un entrenamiento muy exigente.

El físico -la estatura, por ejemplo- y la rapidez mental son dos de los factores que más pesan en la selección. Varios se quedan en el camino y sólo unos pocos logran cada año la tan ansiado boina negra.

«Están entrenados para ser unas verdaderas máquinas de matar», explica Fernando Rospigliosi, experto en la materia. «Parte de su entrenamiento consiste en criar desde nacidos a perros para luego matarlos y comerse sus intestinos. Es una manera de 'deshumanizarlos'», concluye.

Estas unidades especiales no tienen mucha experiencia en operaciones conjuntas. La primera experiencia de este tipo lo tuvieron entre enero y marzo de 1995 durante la guerra con Ecuador. Y aunque cuentan con amplia experiencia en guerra contrainsurgente, es la primera vez que participan en una operación de rescate de esta envergadura. Según la prensa local, estos comandos comenzaron a prepararse a finales de diciembre. En un terreno en las afueras de Lima, simularon semana tras semana la operación denominada Chavín de Huantar, que finalmente fue ejecutada espectacularmente el pasado martes.

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