La comisión mediadora en Chiapas admite su impotencia
NAIARA GALARRAGA
, México
El origen de la crisis es, fundamentalmente, el complejo proceso de plasmar en la Constitución el único acuerdo logrado entre el Ejecutivo y los rebeldes. El documento sobre derechos y cultura indígena, firmado en febrero de 1996 en San Andrés Larráinzar (Chiapas), establece la necesidad de que la Carta Magna ampare los diversos y a menudo ancestrales sistemas que rigen la vida interna de las 56 etnias que existen en la República. La comisión pluripartidista elaboró una iniciativa de ley aceptada al principio por los zapatistas.
El presidente Ernesto Zedillo condicionó su respaldo: sólo diría sí al proyecto si se modificaba parte del texto. El subcomandante Marcos se negó. El tira y afloja se dio hace un par de meses.
La Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) inició entonces unos intensos debates internos para hallar una salida. El pasado miércoles reconoció su fracaso. El pronunciamiento hecho público viene a decir que han hecho todo lo posible y que no ha habido manera de dar con una fórmula conciliadora. Ahora, el Gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) «tienen la palabra».
Los mediadores admitieron que su iniciativa de ley indígena en los términos actuales sería rechazada por el Congreso. Sin el visto bueno presidencial, es evidente que la abrumadora mayoría del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder desde 1929, bloquearía el proyecto. La Cocopa solicitó sendas entrevistas con Zedillo y el subcomandante Marcos para instarles a proponer una «alternativa» que resucite la negociación. Ninguno ha respondido.
Los asesores del EZLN criticaron ayer a la comisión mediadora. Dijeron que su planteamiento es «ambiguo y contradictorio» y le pidieron que defienda la propuesta original.
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La reanudación del diálogo para la paz en Chiapas, roto desde hace más de seis meses, depende del Gobierno de México y de la guerrilla zapatista. La comisión legislativa que media en el conflicto, y que desde hace meses encabeza los esfuerzos para volver a sentar a las partes a negociar, se ha dado por vencida.
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