El País Digital
Jueves
24 julio
1997 - Nº 447

El ex contable del 'cartel de Cali' detalla cómo financiaron la campaña de Samper

ROSA TOWNSEND, Miami
Los narcotraficantes compraron fácilmente al presidente colombiano, Ernesto Samper, antes de que accediera al poder en 1994. Así, al menos, lo ha declarado ante la Corte Federal de Miami el ex contador del cartel de Cali , Guillermo Pallomari, quien ha descrito con todo lujo de detalles la ruta del dinero que partía desde una cuenta bancaria de Cali hasta las arcas de la campaña del entonces candidato a la presidencia del país.

«Ya tenemos presidente». Con esta frase triunfal, el jefe del cartel de Cali, Rodríguez Orejuela, abrió una reunión con la cúpula de su banda semanas antes de la elección de Samper y después de haberle ingresado cinco millones de dólares en la cuenta de su campaña. Según ha declarado el ex contable de los narcos , el entonces virtual presidente no se lo pensó dos veces y dio un sí inmediato a la propuesta de matrimonio lanzada por Orejuela a través de varios intermediarios.

El anuncio en vísperas de las elecciones de segunda vuelta a la presidencia en 1994 fue, según Pallomari, la culminación de un plan de sobornos a políticos para que firmaran leyes a favor de los narcotraficantes. Buscaban así prolongar una racha que había comenzado con éxito en 1991, cuando lograron que se revocara la extradición de colombianos exigida por EE UU.

El testimonio de Pallomari, que intervino el martes como testigo del Gobierno de Estados Unidos en el juicio contra cuatro presuntos narcotraficantes y dos abogados norteamericanos acusados de colaborar con ellos, especifica que varios de los miembros que votaron en la Asamblea Nacional en contra de la extradición también recibieron presiones y sobornos. Entre ellos, el ex presidente de ese órgano legislativo, Adolfo Navarro Wolf, quien ya se ha apresurado a negar los cargos. «No es cierto. Yo estaba en contra de la extradición y voté a conciencia», declaró horas después de conocer la acusación de Pallomari.

El presidente Samper no respondió a las acusaciones inmediatamente, pero la semana pasada se refirió al juicio de Miami como una repetición de los cargos de los que ya le había exonerado el Congreso colombiano. «Es la misma película, pero en inglés», señaló el jefe del Estado a la prensa colombiana, reiterando que todo había ocurrido «a sus espaldas».

Pero, según Pallomari, no fue así. El cartel de Cali se comunicaba con Samper a través del periodista Alberto Giraldo y del político Eduardo Mestre. Una vez que los narcotraficantes dieron el visto bueno, comenzaron a canalizar el dinero a través de una cuenta en la sucursal de Cali del Banco de Colombia, de donde se retiraban en efectivo montos por valor de 200.000 dólares. A continuación, los fajos eran empaquetados en cajas envueltas en papel de regalo por el propio Rodríguez Orejuela y Pallomari, quienes las trasladaban a un aeropuerto privado que uno de los miembros del cartel tenía en una finca cerca de Cali, desde donde salían a su destino final, Bogotá. Allí las recibía el periodista Giraldo, que las entregaba al tesorero de la campaña de Samper, Santiago Medina. El testimonio de Pallomari corroboró el que Medina y el ex ministro de Defensa hicieron el año pasado como testigos de la fiscalía colombiana.

El cartel de Cali también le ofreció dinero al contrincante electoral de Samper, Andrés Pastrana, quien rechazó la oferta, de acuerdo al recuento de Pallomari. «Miguel Rodríguez Orejuela comentó que Alberto Giraldo intentó persuadir también a Andrés Pastrana para que aceptara dinero del cartel , pero lo rechazó rotundamente. Samper, sin embargo, aceptó desde un principio», afirmó el ex contable.

La reacción de Washington a las declaraciones de Pallomari en Miami no se ha hecho esperar: «Tenemos grandes dudas sobre el comportamiento de Ernesto Samper durante la campaña presidencial, y serias dudas sobre el dinero que alimentó esa campaña. Era dinero sucio procedente de narcotraficantes y no queremos que Samper visite Estados Unidos», ha declarado Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado.

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