Nuevas caras en El Salvador ante la crisis de los partidos políticos
JUAN JOSÉ DALTON
, San Salvador
Las nuevas figuras son Héctor Silva, alcalde triunfador en esta capital por una coalición izquierdista en las pasadas elecciones de marzo, y Roberto Murray Meza, quien ingresó el lunes en el partido de Gobierno, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Ambos personajes tienen 50 años y obtuvieron sus títulos en Estados Unidos: Silva, como médico; Murray, como economista y administrador de empresas. Carismáticos y joviales. A la población en general le atrae su discurso moderado, que parece contener el mensaje de que en El Salvador habrá una nueva forma de hacer política alejada de la revancha ideológica residual de la guerra fría.
«Hasta el momento son cambios de hombres, y no de comportamientos políticos, pero pudieran ser una propuesta de recambio», estimó Rafael Guidos Béjar, politólogo y director del departamento de Sociología de la universidad jesuita UCA.
Murray, más conocido como Boby , es ahora el encargado del proyecto económico y social del partido gobernante. Preside el emporio cervecero La Constancia, fundado por su abuelo Rafael Maza Ayau, de origen español.
Renovación
«Es conveniente que los partidos se renueven e incorporen nueva gente. Creo que ARENA ha dado una muestra por iniciativa propia», dijo Murray, quien además es directivo de poderosas empresas, como Coca-Cola, Cementos de El Salvador y la financiera Credomatic, entre otras.
Guidos Béjar manifestó que es prematuro hablar acerca de una posible candidatura de Murray para las próximas elecciones presidenciales de 1999, pero añadió que ya debe estar en consideración. «El requisito parece ser que esté presente en la política partidista», dijo.
Tanto Murray como Silva han negado que aspiren a ser los candidatos presidenciales de 1999, pero el no parece no ser rotundo. El salvadoreño de a pie intuye que se avecina «una buena lid».
Boby dice que no tiene intención de hacer opacas a otras figuras de ARENA y que desea hacer una labor de equipo, pero lo cierto es que su personalidad coloca en la sombra a los antiguos caudillos del partido, cuyos orígenes están ligados a los escuadrones de la muerte que operaron durante la guerra civil.
Murray, sin embargo, cree que ARENA tiene que aprender a hacer política de otra forma, «adecuada y actualizada a la etapa moderna».
El Salvador, con 5,7 millones de habitantes, se debate entre la pobreza, que afecta a casi un 80% de la población, y el auge de la delincuencia, que sitúa a esta nación como una de las más peligrosas de todo el continente.
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Las nuevas caras aparecidas en el escenario público salvadoreño están revitalizando el sistema político, que ha permanecido en un letargo a causa de más de una década de enfrentamiento armado.