El País Digital
Domingo
6 julio
1997 - Nº 429

Los Clinton, los Reyes y los Aznar navegarán hoy en aguas de Mallorca

ANDREU MANRESA, Palma de Mallorca
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y su esposa, Hillary, llegaron ayer a Palma de Mallorca invitados por los Reyes. Pasarán tres días en la isla en visita privada, sin agendas ni protocolo, antes de incorporarse, el martes 8, a la cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid. Ayer visitaron, acompañados de Don Juan Carlos y Doña Sofía, el castillo de Ballver, desde donde se divisa Palma, su bahía y las colinas que rodean la capital balear. Tras la cumbre de la OTAN, los Clinton visitarán Granada antes de desplazarse, en viaje oficial, a Rumania, Polonia y Dinamarca.


Don Juan Carlos y Clinton ayer en
el castillo de Bellver (Associated Press).
«Nunca en mi vida, en Europa, había visto un castillo circular, una construcción tan bella como ésta, con dos plantas de arcadas», exclamó Clinton. Desde la terraza circular del Castillo de Bellver, sin prisas aparentes, a pleno sol, con el horizonte del Mediterráneo abierto y con una perspectiva nítida hacia la mitad de Mallorca, el mandatario estadounidense quedó sorprendido por el valor turístico de la isla y la serenidad del paisaje. El Rey comentó que Clinton le había dicho, irónicamente, que Bellver «era un buen lugar para instalar una oficina».


Don Juan Carlos y Clinton ayer en
el castillo de Bellver (Associated Press).

Una periodista estadounidense le espetó a Clinton, justo al lado de los fosos de Bellver: «Sería un buen lugar para una prisión». Y es que ayer hizo 180 años que allí fue fusilado el general liberal Luis Lacy, que intentó una revuelta contra el absolutismo. Poco antes, entre 1802 y 1808, estuvo seis años preso el gran enciclopedista, teórico de la enseñanza y ministro reformador Gaspar Melchor de Jovellanos. Don Juan Carlos y doña Sofía han preparado para sus invitados una agenda de descanso y recorridos culturales durante los tres días que permanecerán en Mallorca. Hoy, José María Aznar y su esposa, Ana Botella, los Reyes y la familia Clinton navegarán juntos a bordo del yate real Fortuna por el litoral de Mallorca y el parque nacional de Cabrera, si el Mediterráneo sigue apacible.

Los Clinton estuvieron más de tres horas con sus Majestades. Clinton, jovial y expresivo, se había abrazado efusivamente con los Reyes nada más llegar a Palma. Ambos matrimonios departieron en el aeropuerto, visitaron juntos Bellver y finalmente recorrieron el palacio de la Almudaina, donde se alojarán los Clinton. Don Juan Carlos y Bill Clinton se expresaron en público una notable cordialidad y complicidad. En el corazón de Palma, frente a la Catedral, varios centenares de personas aplaudieron a los Reyes y a sus acompañantes, que se trasladan por la isla con una caravana de casi veinte vehículos, con UVI móvil incluida.

El jumbo presidencial estadounidense Air Force One, en el que viajaban Bill y Hillary Clinton y su amplísimo séquito, aterrizó puntual, a las dos de la tarde, en la base aérea de Son Sant Joan donde los esperaban los Reyes y las autoridades locales. Otros cien mil turistas anónimos, que ocuparon setecientos aviones, entraron o salieron ayer de Mallorca, convertida en capital del turismo de masas del continente. La hija de los Clinton, Chelsea, arribó a Mallorca a media tarde, en vuelo regular desde una capital europea. El despliegue policial y el control impuesto por el Ministerio de Interior y los responsables de Seguridad de la Casa Blanca y la Casa Real es inédito en Palma. La ciudad, despejada y acicalada, parece tomada por zonas. Más de seiscientos estadounidenses participan en el operativo. Un crucero contra misiles de la VI Flota, un completo centro de mando militar, permanece anclado en el puerto desde hace más de una semana.

El presidente balear, Jaume Matas, aseguró, tras conversar brevemente con Bill Clinton y el Rey, que «el presidente estadounidense se ha maravillado por el relieve económico de un territorio tan pequeño».

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