Bánzer recibirá el apoyo de la izquierda boliviana para lograr la presidencia
JUAN JESÚS AZNÁREZ ENVIADO ESPECIAL,
La Paz
Para garantizar la gobernabilidad del empobrecido país andino deberá sumarse a esa coalición una tercera fuerza.
El acuerdo parlamentario más probable para investir jefe del Estado al general en la sesión del Congreso del próximo 6 de agosto es éste: ADN (Alianza Democrática Nacionalista, fundada por Bánzer), MIR y el movimiento populista Conciencia de Patria (CONDEPA), de la indígena Remedios Loza. «Cuando Bánzer nos apoyó fue una excelente experiencia de gobierno, y el pueblo lo reconoce. Hubo mayor estabilidad », destacó Paz Zamora a este enviado. «Los dos extremos del abanico político nos juntamos : hagamos un programa nacional, olvidémonos de lo que piensa cada quien; necesitamos traer inversiones, crecer».
El general de 71 años, fundador de la conservadora Alianza Democrática Nacionalista (ADN), y el fundador del izquierdista MIR, 58 años, han sido sucesivamente enemigos y aliados. Los dos prometen «humanizar» el liberalismo aplicado por el Gobierno del conservador Gonzalo Sánchez de Lozada. A partir del acuerdo de 1989, sostiene Paz Zamora, «en Bolivia cualquier acuerdo es posible».
No fue fácil la primera alianza de Paz Zamora con quien presidió el gobierno de hierro y experimentó después una transformación democrática que aplaude la mayoría y no creen sincera los sindicatos. El dirigente minero Guido Martínez ve días negros y más represión: «una vez presidente se va a mostrar el dictador que es. Los trabajadores van a gemir».
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El general Hugo Bánzer, ganador de las elecciones del domingo, prepara una actualización del «Acuerdo Patriótico» de 1989, por el que cedió sus votos al socialdemócrata Jaime Paz Zamora para facilitar su acceso a la presidencia. Él no pudo alcanzarla, al no disponer de aliados. Ahora es prácticamente seguro que Paz Zamora, el líder del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) que gobernó con el apoyo de Bánzer hasta 1993, corresponderá con el suyo en el Parlamento y el militar cumplirá su sueño: presidir un ejecutivo respaldado por las urnas, y no por las armas.