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Medellín, domingo 16 de febrero de 1997

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1997: ¿el peor año de Colombia?

1997: ¿el peor año de Colombia?


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Satanizada

En la tierra hay 144 países vinculados, en alguna forma, al narcotráfico. Pero Estados Unidos ha decidido satanizar únicamente a Colombia. Foto Archivo


Por Elizabeth Mora-Mass

NACIONES UNIDAS, NUEVA YORK. La administración Samper esperaba que, con las medidas que estaba tomando en contra de las bandas de narcotraficantes y el trabajo diplomático de funcionarios claves, 1997 sería un año relativamente tranquilo, que le permitiría trabajar en favor de los derechos humanos, el otro gran problema internacional del país.

Los expertos dicen que Samper y su equipo habían diseñado una estrategia internacional para presionar por la certificación, en la cual se tenía en cuenta no sólo la ardua lucha contra los narcos sino también el mantenimiento de la buena marcha de la economía.

Todo iba bien, hasta el pasado 13 de enero. La emergencia económica decretada por el gobierno y las penas dadas a Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela han cambiando el panorama.

Según coinciden en afirmar los analistas económicos y de asuntos latinoamericanos, 1997 será un año mucho más duro para Samper -y por ende, para Colombia- "Sólo la extradición de los líderes del cartel de Cali a los Estados Unidos, impediría la aplicación de las sanciones económicas", dijo George O'Brien, un experto en América Latina. "Con las irrisorias penas que les dio el juez sin rostro, Washington no puede exigir menos para cumplir con la 490".

Además el nuevo paquete económico parece no gustarle a nadie -por lo menos en Wall Street y Naciones Unidas-.

UN MAL EFECTO

En Wall Street, Colombia aparecía entre la lista de países recomendados para la inversión -por lo menos así lo decían firmas tan importantes como Salomon Brothers, que, en recomendación formulada para enero, trae también una nota que dice: "Los prospectos de un posible alivio en referencia a sanciones económicas y reducción en la incertidumbre política sugieren un superactivo mercado de valores".

Las negociaciones de inversiones colombianas tuvieron un gran movimiento, pero han estado muy lentas en las tres últimas semanas. "Las dos noticias -los cambios en la política económica y la leve pena a los capos del cartel de Cali- llegaron casi juntas y han tenido un efecto muy profundo en el mundo financiero", dijo cierto corredor de bolsa, que solicitó no ser identificado.

"Aparte de eso -continuó- los cambios en la política económica tampoco han gustado en Londres, por lo que muy posiblemente, la Unión Europea -una de las grandes aliadas de la administración Samper para que las sanciones económicas no fueran aplicadas el año pasado- pronto dirá que no le gusta la nueva política económica de Colombia".

En Naciones Unidas, los expertos creen que las medidas pueden afectar la buena marcha de la economía colombiana de los últimos años. "Son un desbarajuste", dijo un experto.

SIN RESPALDO

De igual manera, hay coincidencia en que la emergencia económica decretada por Samper y su equipo de colaboradores, tampoco tiene un respaldo de los organismos internacionales de crédito público como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, los cuales fueron fichas claves, en el pasado, para impedir las sanciones económicas.

Es que, en el fondo de todo, en el mundo financiero muchos se preguntan si las medidas eran realmente necesarias, o sólo son una forma de continuar con las políticas de la administración Samper, con el fin de lograr que uno de sus seguidores políticos (Horacio Serpa) sea electo para el próximo período presidencial.

"Lo que pasa", dijo el experto económico, "es que, desde aquí, todo apunta más a un juego político interno que a la real necesidad de hacer cambios para el bienestar del país".

Y es esto último -según dicen los analistas- lo que está dejando a la administración Samper sin amigos en el mundo económico.

LA CERTIFICACION

La otra espada de Damocles es la certificación. En todos los organismos de poder político y económico hay consenso en que -de no haber medidas radicales- Colombia será de nuevo descertificada por los Estados Unidos y la Proposición 490 tendrá que ser aplicada, aún si la administración Clinton no quisiera.

La Proposición 490 es la que reglamenta lo concerniente a la certificación por parte del gobierno de Estados Unidos para aquellos países que trafican con narcóticos. "El gran problema de Colombia es que las negociaciones de Samper con el cartel de Cali para la financiación de su campaña aceleraron la satanización de Colombia, convirtiéndola, a su vez, a través de la propaganda política impuesta por el gobierno de Estados Unidos y sus voceros oficiales, en la "única fuente oficial de narcóticos" del mundo, cuando en la Tierra hay 144 países vinculados en alguna forma al narcotráfico", dijo O'Brien.

Pero, en esta ocasión, lo que pesa mucho más es la reglamentación de la 490, la cual ordena suspender toda ayuda económica, y la oposición de Washington, para el país que sea descertificado por dos ocasiones consecutivas.

"Y, ahora, como el año pasado, -afirmó O'Brien- Estados Unidos tiene que salvar a México, a China y a las antiguas naciones de la Unión Soviética. Y ahí está Colombia, con Samper, su corrupción y todas sus culpas. Pero, en esta ocasión, la administración Clinton tiene razón. Las penas impuestas a los Rodríguez Orejuela son el hazmerreír en muchas reuniones políticas. Y Colombia tendrá que pagar el hecho de haber permitido que la situación llegara a esta altura".



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