Chile tercero en un ranking que avergüenza

La distribución del ingreso aparece como el talón de aquiles del modelo económico chileno, que a nivel macro exhibe indicadores que causan envidia en el continente.

Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ubicó al país como uno de los peores de la región junto a Brasil y Colombia en distribución de la riqueza. De acuerdo con estas cifras, el 10 por ciento más rico que en 1990 recibió el 39,2 por ciento del total, cuatro años después captó el 40,2 por ciento.

Lo más preocupante es que un análisis más detallado de las cifras permite apreciar que entre 1990 y 1994 los más ricos en Brasil redujeron su participación, a diferencia de Chile, donde la aumentaron (al igual que en Colombia).

En resumen, la suma de los ingresos que perciben las familias chilenas en los últimos seis años han progresado gradualmente, sin embargo, la distribución de la riqueza marca la curva regresiva.

Esta situación fue reconocida por el ministro de Planificación y Cooperación, Roberto Pizarro (en la foto), quien sostuvo que la brecha entre los más ricos y los más pobres "no se ha expandido mucho en los últimos años, pero se observa una mantención de mala distribución del ingreso".

Según la Cepal, en 1994 la brecha entre el 20 por ciento más pobre y el 20 por ciento más rico era de 12 a uno, mientras que Mideplán determinó que esa diferencia es de 14 a uno. En ambos casos, si se compara con los datos de 1990, hubo un retroceso. En términos simples, esto significa que hoy un hogar rico recibe 14 veces lo que recibe un hogar pobre.

El ministro Pizarro destacó, no obstante que hay un reconocimiento internacional a Chile debido a las cifras y programas aplicados en su lucha contra la pobreza durante esta década.

Las encuestas de Caracterización Socioeconómica (Casen) muestran que entre 1987 y 1996 la pobreza se redujo de 40 a 25 por ciento. Sin embargo, en términos absolutos, la cantidad de pobres permanece más o menos constante: 3,5 millones de pobres.

 Crecimiento no basta

 A juicio del Ministro Pizarro, las iniciativas y programas aplicados por el Gobierno "son perfectibles", y permitirían materializar una mejor distribución del ingreso. Junto con ello, enfatizó que la realidad actual del país supera considerablemente las metas exhibidas por otras naciones del continente, gracias a las medidas dispuestas por los dos últimos gobiernos.

Las soluciones que permitirán estrechar las diferencias en los ingresos apuntan, básicamente, a elevar los resultados en cuanto a la capacitación laboral, sobre todo, en la pequeñas y medianas empresas, con lo cual "crecerá la productividad y calidad y, por ende, aumentarán los salarios de los trabajadores".

Sobre esta base, advirtió que el estudio de largos años, tal como consignó el reciente informe de Cepal, "el crecimiento, a pesar de generar mayor empleo, no basta para acortar la brecha en la distribución de la riqueza".

A ningún sector extraña que el problema principal de las profundas diferencias derive de la concentración de la riqueza en pocas manos. El ministro Pizarro tampoco resta importancia a ello. Por eso sugiere que para que se produzca un cambio más relevante "es necesario un gran compromiso social y político nacional".

 Concentración

 Pizarro consideró que conspira contra la equidad en la distribución de los ingresos las dificultades de negociación salarial que disponen los trabajadores. Sobre esta base, dijo que en el Gobierno "creemos que hay que avanzar en los mecanismos de negociación colectiva", de modo que, sobre todo los sectores más rezagados, consigan mejoramientos de acuerdo con los aumentos de productividad de las empresas.

Otro énfasis que está poniendo la autoridad apunta a elevar la calidad de la educación. "Creemos que en esto deberá haber una respuesta a mediano y largo, ya que con una mejor educación hay mayor productividad y remuneraciones para el trabajador", precisó Pizarro.

Otras barreras por superar son las diferencias tecnológicas y de infraestructura entre sectores avanzados y atrasados, que se expresan a través de unidades productivas pequeñas y grandes, además de territoriales. Ejemplo de ello es la concentración de la modernización y tecnología que se da en grandes centros urbanos como Santiago y Concepción.

Dijo que como el Gobierno admite la existencia de grandes desigualdades en los ingresos de la población, para resolver estas dificultades, está perfeccionando sus políticas de fomento productivo, de manera que apoyen tecnológicamente a las pequeñas empresas; capaciten a sus trabajadores; que oriente mejor a las empresas que se emplazan en territorios más atrasados; al tiempo que está desarrollando iniciativas que permitan la instalación de nuevas empresas en zonas más postergadas.

 Disminuye pobreza en América Latina

La pobreza en América Latina y el Caribe se redujo de 41 a 39 por ciento entre 1990 y 1995, reveló ayer el ministro de Mideplán, Roberto Pizarro, al entregar un balance de la participación que tuvo Chile en una reunión de Sao Paulo (Brasil) efectuada del 6 al 9 de abril pasado.

Sin embargo, advirtió que este menor nivel de pobreza en la región en cierra cifras dramáticas, por cuanto la cantidad de pobres en esta misma comparación subió de 135 a 210 millones, y se concentran mayormente en Brasil y Honduras.

Esta fue una de las conclusiones de la reunión mencionada, que persigue evaluar los avances de los gobiernos en la lucha contra la pobreza, y compararlos con las metas propuestas en la Cumbre de Desarrollo Social, de Copenhague , realizada en marzo de 1995.

Pizarro dijo que pese a que hay un aumento en los indicadores macroeconómicos de casi todos los países, persisten los problemas como la iniquidad en la distribución de los ingresos y dificultades en la integración social.

Por ello, explicó que las acciones a las que se comprometieron las naciones de la región se orientan a fortalecer el crecimiento, elevar el fomento productivo de la pequeña y mediana empresa, invertir en recursos humanos en áreas como salud, capacitación y educación y descentralizar las principales actividades industriales y comerciales hacia zonas de menor adelanto o gran pobreza.

Disminuye pobreza en América Latina

La pobreza en América Latina y el Caribe se redujo de 41 a 39 por ciento entre 1990 y 1995, reveló ayer el ministro de Mideplán, Roberto Pizarro, al entregar un balance de la participación que tuvo Chile en una reunión de Sao Paulo (Brasil) efectuada del 6 al 9 de abril pasado.

Sin embargo, advirtió que este menor nivel de pobreza en la región en cierra cifras dramáticas, por cuanto la cantidad de pobres en esta misma comparación subió de 135 a 210 millones, y se concentran mayormente en Brasil y Honduras.

Esta fue una de las conclusiones de la reunión mencionada, que persigue evaluar los avances de los gobiernos en la lucha contra la pobreza, y compararlos con las metas propuestas en la Cumbre de Desarrollo Social, de Copenhague , realizada en marzo de 1995.

Pizarro dijo que pese a que hay un aumento en los indicadores macroeconómicos de casi todos los países, persisten los problemas como la iniquidad en la distribución de los ingresos y dificultades en la integración social.

Por ello, explicó que las acciones a las que se comprometieron las naciones de la región se orientan a fortalecer el crecimiento, elevar el fomento productivo de la pequeña y mediana empresa, invertir en recursos humanos en áreas como salud, capacitación y educación y descentralizar las principales actividades industriales y comerciales hacia zonas de menor adelanto o gran pobreza.

 Pedro Aguilera