Un proceso de paz con los grupos guerrilleros en Colombia no puede llevarse a cabo al estilo de Guatemala porque la subversión aquí se ha transformado "en un grupo de delincuentes y de narcotraficantes", dijo ayer el comandante de las Fuerzas Militares, general Harold Bedoya.
"La guerrilla colombiana se ha convertido en una fuerza terrorista, de narcotraficantes y violadora de los derechos humanos, por eso el caso de nuestro país es diferente al de Guatemala, donde sí existía una verdadera insurgencia que fue derrotada militarmente", señaló Bedoya.
Las declaraciones del comandante militar fueron hechas durante una entrevista con la cadena radial RCN, en la que se refirió especialmente al caso de 60 soldados colombianos retenidos desde hace cuatro meses por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
"La otra diferencia es que la guerrilla guatemalteca no estaba comprometida con el narcotráfico, mientras que en Colombia los guerrilleros son narcotraficantes", insistió, al ser interrogado sobre la viabilidad en Colombia de un proceso de pacificación como el que culminó en ese país centroamericano.
El pasado 29 de diciembre, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (Urng) firmó la paz con el gobierno del presidente Alvaro Arzú.
Bedoya comparó a los jefes guerrilleros colombianos con los principales capos del narcotráfico, entre ellos, el extinto Pablo Escobar, líder del cártel de cocaina de Medellín, que instigó la más sangrienta campaña narcoterrorista contra el Estado colombiano, hasta que fue muerto por las autoridades en diciembre de 1993.
"Estos (los jefes subversivos) son incluso peores, porque disponen de sus propios brazos armados para defender su negocio", agregó el general Bedoya, que reafirmó su acusación contra las Farc de ser otro cártel del narcotráfico.
En Colombia operan, además de las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y una pequeña disidencia del desmovilizado Ejército Popular de Liberación (EPL), los que se han resistido sistemáticamente a aceptar una negociación de paz con el gobierno en los últimos años.
De acuerdo con estimativos oficiales, las tres agrupaciones alzadas en armas suman unos 11.000 hombres fuertemente armados. Pese a una violenta confrontación de cerca de 30 años, el Ejército no ha logrado derrotar a la guerrilla.