Duendecillos, osos gigantes, bandas, reinas de belleza y carrozas iluminaron anoche San José.
A las 6 p.m., aceras, azoteas y balcones fueron tomados por miles y miles de personas que se codearon en busca de un lugar desde el cual apreciar, mejor, el Festival de la Luz, iniciativa de la Municipalidad de San José para llevar un rato de distracción y embellecer la capital con motivos navideños.
La actividad comenzó puntualmente en las instalacines de Purdy Motor -en el Paseo Colón- y remató en la Plaza de la Democracia, en Cuesta de Moras.
A paso muy lento, las carrozas y las bandas avanzaron a lo largo del Paseo Colón y la avenida segunda, tratando de abrirse camino entre la multitud que a ratos se hizo incontrolable.
Sin duda, las creaciones que arrancaron más aplausos por su originalidad y colorido fueron las de Lacsa, Librería Universal, Municipalidad de San José, productos de belleza Sebastián, Más X Menos y Parque Nacional de Diversiones.
Iluminados de las más diversas maneras, los vehículos transformados en jardines, reinos infantiles, aviones y hasta en el Parque Morazán proporcionados cinco horas de entretenimiento a los ticos, que se desplazaron a las calles capitalinas o que sigueron la actividad, desde sus casas, por medio de la televisión.
Mientras tanto, en los alrededores de la ciudad el tránsito se dificultó para los que huían del festival y en el centro el público se impacientaba en espera del espectáculo.
Entre la multitud se colaron algunos amigos de lo ajeno, quienes rápidamente fueron controlados por efectivos y reservistas de la Fuerza Pública y policías municipales.
Fue principalmente en la Avenida Segunda donde el desfile se tornó un poco desordenado. En algunos tramos, las bandas incluso dejaron de tocar.
"Con mucho gusto vinimos a participar, pero aquí ya no se puede", comentó Geovanny Kooper, de la comisión de padres de familia de la banda del Colegio de María Inmaculada de Ciudad Quesada, cantón de San Carlos.
Jorge Villalobos, organizador del festival, expresó que controlar situaciones como esa fue el trabajo de la Fuerza Pública, que prometió la presencia de 1.200 efectivos.
La Cruz Roja, por su parte, que desplazó personal y ambulancias, se encargó de auxiliar a niños perdidos, gente golpeada e incluso cuatro intoxicados con monóxido de carbono que se encontraban dentro de la carroza de la Junta de Protección Social.
"El único problema es la dificultad en la salida de unidades en caso de emergencia. Pero todo está planificado por la Dirección Nacional de Socorros que especificó las vías para cada hospital", explicó Wárner Loaiza, encargado del puesto ubicado frente al Banco Popular y de Desarrollo Comunal.
Pero, pese a ese inconveniente, San José permaneció despierto en espera del juego de pólvora, en la Plaza de la Democracia, que despidió el Festival de la Luz, a partir de las 11 p.m.