Perú, Domingo 22 de Diciembre de 1996

Todo está en manos de Dios

  • Miles de files oraron en misa de solidaridad celebrada en la Plaza de Armas de Lima.

    Miles de fieles católicos participaron ayer en la misa de solidaridad celebrada ayer por el cardenal Augusto Vargas Alzamora, en la Plaza de Armas de Lima, con el objetivo de exigir la libertad de los rehenes de la residencia de la embajada de Japón.

    "Sólo Dios tiene la solución definitiva al conflicto suscitado, porque sólo él puede cambiar el corazón del hombre", manifestó el primado de la iglesia católica peruana.

    "Ese no es el camino hermanos míos, deben abrir su corazón a Dios", agregó el sacerdote dirigiéndose a los terroristas que desde la noche del martes 17 mantiene como rehenes a más de 400 personas en la residencia diplomática.

    Durante su homilía, el cardenal también indicó que las anteriores amenazas de muerte formulada por los terroristas contra la vida de algunos diplomáticos "fue una precipitación que sólo buscaba hacerse notar".

    En esta ceremonia participaron el embajador Javier Pérez de Cuellar, quien acudió acompañado de su esposa, Marcela Temple, el ex candidato a la presidencia, Alejandro Toledo, la alcaldesa de San Borja, María Luisa Cuculiza, el alcalde de Miraflores, Fernando Andrade, y su hermnao el burgomaestre limeño, Alberto Andrade, quien se encontraba junto a su esposa, Anita Boteri.

    Tanbién participaron los congresistas Xavier Barrón, Fernando Olivera, Beatriz Merino, Luz Salgado, Javier Diez Canseco, Alfonso Grados Bertorini y Lourdes Flores Nano, además de numerosos familiares de los rehenes que aún se encuentran en la residencia de la embajada japonesa, en San Isidro.

    Acompañaron al cardenal los obispos de Lima y de otras diócesis del Perú, además de sacerdotes de otras congregaciones junto a numerosas religiosas de distintas órdenes.

    El alcalde limeño participó además realizando la primera lectura de la ceremonia religiosa, escogido del libro Cantar de los Cantares, del Antiguo Testamento.

    Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue la participación del sacerdote liberado Luis Martínez, de la Compañía de Jesús, quien sostuvo entender los planteamientos expuestos por los militantes emerretistas y exhortó a las autoridades a encontrar una solución pacífica, que no ponga en peligro la vida y la seguridad de los rehenes que aún se encuentran en la residencia de la embajada de Japón.

    En su breve mensaje, el sacerdote se solidarizó con el padre Juan Kibiobits, quien aún se encuentra detenido por los emerretistas, y expresó su admiración hacia el embajador japonés, Morihisha Aoki, por su valiente y decidida forma de comportarse al momento de producirse la incursión terrorista en su residencia, en San Isidro.

    El religioso dirigió además un breve mensaje en idioma japonés, debido a que las señales de las cadenas de televisión peruana también llegan al Japón, en el que expresó su solidaridad por la delicada situación en el que se encuentra su embajador.

    Asimismo, el parlamentario Javier Diez Canseco, sin dar nombres, expresó su respeto y admiración hacia los dos embajadores que decidieron no abandonar la residencia del embajador japonés, junto a los últimos 38 rehenes liberados, debido a que sus funcionarios subalternos aún permanecerían en manos de los emerretistas.

    La emotiva ceremonia eclesiástica concluyó con una vistosa y alegre estampa navideña realizada por numerosos artistas peruanos, cuya participación se prolongó por aproximadamente una hora.