Las autoridades intentan evitar una nueva crisis de refugiados
MAURICIO VICENT
, La Habana
La tensión por el conflicto con España se desplazó ayer de los despachos diplomáticos a las calles de La Habana, donde desde el lunes corre el rumor de que la embajada de España podría abrir sus puertas a los disidentes. Desde el martes por la noche, horas después de que decenas de personas tratasen de romper el cordón policial que rodea la legación para refugiarse en su interior, las autoridades cubanas establecieron un fuerte dispositivo de seguridad, formado por más de 150 policías y centenares de civiles armados con palos y bates de béisbol.
![]() alrededores de la embajada española. (J. Goitia) |
En esta ocasión, debido a las tensiones con España tras la retirada del plácet al embajador español, José Coderch, se especuló con la posibilidad de que la manifestación podría servir de escudo a algunos cubanos para intentar penetrar en la embajada española. Para prevenir incidentes, la policía cortó el tránsito en las inmediaciones del lugar y montó varios cordones de agentes y de civiles, que impidieron el acceso a la zona.
Sin incidentes
La manifestación, sin embargo, transcurrió sin incidentes, y tampoco hubo ninguna tensión en la explanada donde se celebró el acto central, al que asistieron el vicepresidente cubano, Carlos Lage, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, y los ministros de Educación Superior, Fernando Vecino, Salud, Carlos Dotres, y Cultura, Armando Hart. Tampoco en los discursos de los oradores hubo referencias directas a España.
La embajada española, que el martes pidió a las autoridades cubanas un aumento de las medidas de protección, no atendió ayer a la población como medida preventiva. En la residencia del embajador español, Eudaldo Mirapeix, que debe volver a España el 5 de diciembre, la policía también dispuso medidas adicionales de seguridad.
A solicitud de diplomáticos españoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba difundió ayer un comunicado en radio y televisión en el que se afirma que «son totalmente falsos los rumores difundidos sobre el otorgamiento de visados por ese consulado de manera acelerada o extraordinaria, y sin cumplir todos los requisitos que establecen las legislaciones de ambos países».
El martes, varias radios anticastristas de Miami dieron la noticia de que España había dado asilo a algunos cubanos en la embajada, y reprodujeron con insistencia las declaraciones de José Coderch en octubre al diario Abc, en las que decía que «las puertas de la embajada de España estarán abiertas de par en par a la oposición», lo que fue interpretado por algunos cubanos como una invitación al refugio.
Mientras tanto, el diario comunista Granma publicó ayer un artículo a toda página sobre las mencionadas declaraciones de Coderch, en el que se acusa al diplomático de «transgredir groseramente las más elementales normas del derecho internacional». Granma acusa a Coderch de «insinuar» que la misión diplomática española «podría convertirse en cálida receptora de elementos subversivos que atentan contra el orden y la seguridad nacional». El rotativo relaciona las declaraciones de Coderch con el clima de abierto anticastrismo que predomina en el Gobierno español, el entreguismo de España a los intereses de EE UU y la creciente influencia de «grupos de la extrema derecha de origen cubano de Miami en esferas gubernamentales de España».
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