Viernes 27 de diciembre de 1996, Buenos Aires, República Argentina

Una desocupada de Tucumán ganó $ 1 millón en LoterIVA

Patricia Antonia Córdoba tiene 26 años y una hija de diez meses · Dice que aún no se pudo casar con su novio porque también está desempleado · Tiene título secundario, pero solo pudo trabajar de mucama




ALEGRIA MERECIDA. La familia de Patricia se mantiene con los 200 pesos que gana su madre.


Tucumán. (Corresponsal) - Una desocupada de 26 años, madre soltera de una nena de diez meses, ganó el premio de 1 millón de pesos del sorteo extraordinario de fin de año de LoterIVA. Patricia Antonia Córdoba, que vive junto a once familiares en una humilde casa de tres ambientes en Lules, a 25 kilómetros al sudoeste de la capital, dijo ayer que tembló y lloró al enterarse al mediodía, por una radio local, que había ganado con la única carta que envió al concurso en todo 1996. "Estaba almorzando cuando vino una vecina a avisarme que por LV 7 estaban diciendo mi nombre y pedían que me comunicara en forma urgente con ellos porque había un premio para mí", contó Patricia a Clarín pocas horas más tarde. Sin imaginarse de qué se trataba, llamó a esta ciudad desde un locutorio. La emisora tucumana la comunicó con otra de Buenos Aires y el locutor le dio la buena noticia.



"Debe ser una broma"

Patricia volvió a su casa ya sin ganas de terminar su almuerzo. En un primer momento sus padres y sus hermanos no le creyeron. "Debe ser alguna broma", dijo el padre, Domingo Pablo Córdoba (50), quien hace tres años perdió su puesto de mecánico del ingenio azucarero La Fronterita y se defiende desde entonces haciendo changas de vez en cuando.

La única que no reaccionó con escepticismo fue la abuela Gregoria Isabel Córdoba (74), que supo de inmediato que era "una bendición de Dios". La madre, Modesta Figueroa de Córdoba (44), había ido a su trabajo de cocinera en el turno tarde de la guardería infantil de la Municipalidad de Lules. Su sueldo de 200 pesos mensuales es la única entrada fija de la familia.

En la casa -dos habitaciones de material y otra de madera, en un terreno de 10 metros de frente por 40 de fondo- viven además la hermana mayor María Isabel (28), empleada doméstica ocasional, su marido desocupado y los tres hijos de ambos, de 4, 3 y 4 meses. También un hermano sin empleo, Domingo (19), y la hermanita menor, Luciana (3). Otra hermana, Adriana (23), vive en Buenos Aires.

"Cuando me lo dijeron empecé a temblar y después me largué a llorar", relató Patricia a Clarín con serenidad, mientras amamantaba a su hijita Vanina Alejandra, de 10 meses. El padre se llama Ariel Orlando Juárez (26), con quien Patricia dice que no se pudo casar todavía porque también está sin trabajo.

Patricia completó sus estudios secundarios en la Escuela Agrotécnica de Lules, pero desde que egresó tan solo consiguió empleo como mucama. Y últimamente ni eso. Ariel se desempeñaba hasta febrero último en el ingenio Santa Rosa, pero un achique de personal lo dejó afuera.

Vestida con un enterito celeste de jean, musculosa lila y zapatillas blancas, Patricia había enviado otros años muchas más cartas al concurso de LoterIVA, pero desde que cambiaron las reglas y aumentó la cantidad de facturas que hay que incluir, había dejado de participar.

Hace 15 días volvió a intentarlo. Juntó boletas de negocios de Lules y de la capital tucumana y mandó el sobre desde la oficina de Correos local.

El primer pensamiento de Patricia al enterarse del premio fue que ahora podría hacer operar a su madre, quien necesita una operación de matriz que cuesta 5 mil pesos y que su obra social no cubre. Después, imaginó que podrían ir de vacaciones a visitar a su hermana que vive en Buenos Aires. "Pero quiero consultarlo con la familia y recién decidir entre todos", dijo.