Emilio Alarcos Llorach y Víctor García de la Concha rechazaron de plano, ayer en Valladolid, la manipulación y el uso interesado del idioma que realizan algunos políticos. Los dos académicos sostuvieron que la lengua sólo puede ser alterada por la calle, donde la armonía entre las distintas lenguas de España es plena. Alarcos y García de la Concha participaron ayer en el congreso «Valladolid, cultura y Corte», que versa sobre el español y su uso en los siglos XVI y XVII.
Emilio Alarcos Llorach afirmó ayer en el congreso «Valladolid, cultura y corte» que «algunos políticos usan la lengua como arma, como bumerán, y en esta situación no deben entrar los lingüistas». El académico auguró un futuro incierto para los jóvenes de las comunidades autónomas donde se está aplicando alguna política de inmersión lingüística. Esta actitud administrativa, añadió Alarcos, «es peor para ellos, ya que cuando los chavales cumplan los 16 años tendrán que aprender lo que deberían saber desde pequeños».
Pregunta para Pujol
El catedrático emérito de la Universidad de Oviedo reiteró que esta situación es producto de una actitud política, «pues el señor Poyuelo, la traducción al español de Pujol, habla de estas cosas políticamente y no lingüísticamente. En estas situaciones, algunos confunden la realidad con sus deseos». Alarcos dirigió a Pujol la pregunta: «¿A que ninguna editorial de Barcelona va renunciar a publicar libros en español?». El académico afirmó que sólo cuando le responda afirmativamente a esa cuestión hablará sobre el tema, el cual sólo se convierte en polémica cuando la tocan los políticos «y nunca para la gente de la calle».
En similares términos se expresó el también académico y secretario de la RAE, Víctor García de la Concha, al decir que «son los políticos los que enturbian esta situación, mientras en la calle no hay este tipo de problemas». García de la Concha refrescó la memoria de todos con lo que se dice en la Constitución, donde se da oficialidad al español, catalán, vasco y gallego, «aunque el castellano, si hablamos desde España, es la lengua por excelencia desde hace siglos». El catedrático de la Universidad de Salamanca recordó que la institución que dirige Fernando Lázaro Carreter apuesta por el bilingüismo sin diglosia, «que es considerado como un enriquecimiento digno de ser fomentado sin actitudes excluyentes ni con posturas forzadas». A su parecer, el bilingüismo refuerza los vínculos de cohesión, al ser «la lengua un instrumento de comunicación, que establece lazos y vincula identidades». Para reforzar esta tesis, el colaborador de ABC recordó la historia de la literatura española, «que es de diálogo permanente». García de la Concha reafirmó su opinión recordando la concesión, este lunes, del premio Nacional de Narrativa a un escritor gallego como Manuel Rivas, que escribe en su lengua vernácula.
Por otra parte, Emilio Alarcos, presidente del comité científico de este congreso, que en los próximos días acogerá a escritores y académicos como Augusto Roa Bastos, Camilo José Cela o Francisco Rico, restó importancia a supuestos peligros que planean sobre el español, por simples datos estadísticos: «No hay que preocuparse por el destino del español, pues en Iberoamérica se pare más mientras que en los países de habla inglesa el índice de natalidad es bajo». Alarcos insistió en manifestar su preferencia por la denominación «español» frente a «castellano», «ya que este último término corresponde al español que se habla en Castilla». Finalmente, Emilio Alarcos Llorach destacó la importancia de los medios de comunicación en el futuro de la lengua.